Detenidos padre e hijo por vender cocaína desde su pizzería de Torrellano

Según confirma el cuerpo de seguridad en un comunicado, los agentes comenzaron las investigaciones tras conocer la existencia de un clan familiar italiano afincado en la pedanía de Torrellano. Este estaba dedicado a la distribución de sustancias estupefacientes desde el local de restauración que regentaban dos varones, que eran padre e hijo.

Gracias a los dispositivos de vigilancia llevados a cabo, la policía pudo constatar que efectivamente el local era un punto de distribución y venta. Era desde dentro de la pizzería, mientras se realizaba la actividad de restauración, cuando tanto el padre como el hijo pasaban la cocaína o el hachís a los compradores que acudían al local.

Por ello la Policía Nacional detuvo a los dos hombres por presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. Tras la detención, el cuerpo de seguridad llevó a cabo tres registros, dos de ellos en domicilios de Torrellano, donde incautaron 40.000 euros en efectivo.

En el tercer registro, los agentes buscaron en la pizzería la sustancia, encontrándola en la cocina. Los implicados guardaban la cocaína en los tarros de harina, intentando camuflarla así, pero el test llevado a cabo por la policía esclareció que se trataba de esta sustancia.

En total, en esta intervención llevada a cabo por agentes del Grupo I de Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante se intervinieron 5 gramos de cocaína, 400 gramos de hachís y 40.000 euros en efectivo, así como un vehículo robado en Francia. Los varones, de 24 y 51 años de edad, fueron puestos a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Elche.

Desde la policía explican que vender drogas desde un negocio aporta un agravante al bien jurídico, ya que pone al alcance del consumidor una mayor facilidad de acceso a la droga y permite al vendedor aprovecharse de las condiciones del establecimiento, favoreciendo el intercambio bajo pretextos que parecerían legales, como repartidores recogiendo una pizza.

En el caso del restaurante investigado desde el que se ejercía el tráfico de drogas, enmascarada en la actividad hostelera, se trataba de un negocio «idóneo para el blanqueo de capitales» ya que había un flujo constante de dinero en efectivo ideal para encubrir el origen de los beneficios obtenidos ilícitamente, de forma que pareciera legal, siendo un componente esencial del tráfico de drogas.