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Un fuerte olor a químico acompañado del trasiego inusual de personas en una casa de campo del municipio valenciano de Sueca con mascarillas de tipo industrial mientras transportaban garrafas de plástico. Imágenes que parecían sacadas de la serie 'Breaking Bad' hacían presagiar que algo se ... cocía en la Comunitat. La Policía Nacional estaba al tanto, seguía de cerca a dos presuntos delincuentes y afilaba los dientes.
Y no se equivocaban. En el interior de la vivienda, ubicada en una zona boscosa de difícil acceso, se encontraba el mayor laboratorio de éxtasis de España, en el que se han intervenido 1.900 litros de MDMA, 1.000 litros de precursores para su producción y otros 1.000 litros de residuos químicos.
Las sustancias estupefacientes decomisadas tenían un valor de mercado de 105 millones de euros, según los datos facilitados por el Cuerpo policial. Los agentes tuvieron que acelerar la operación debido a la cantidad de droga que estaba preparada para salir a la calle. Los investigadores intuían que el grupo delictivo podría estar suministrando sustancias estupefacientes a otros países europeos.
La 'operación Chamizo' ha finalizado con la detención de 12 presuntos miembros de la banda en Altea y el municipio valenciano de Sueca, a los que se les imputan delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y contra el medio ambiente. Los dos supuestos cabecillas -de nacionalidad marroquí- y los dos químicos -holandeses- han entrado en prisión. Los otros ocho restantes han sido puestos en libertad con medidas cautelares.
La investigación comenzó a finales del 2023 por agentes adscritos al Grupo de Estupefacientes de la comisaría de Policía Nacional en Benidorm, cuando tuvieron conocimiento de la existencia de un entramado criminal, asentado en la zona de levante, que presuntamente elaboraba drogas sintéticas (cristal) en un laboratorio ubicado en los alrededores del municipio de Sueca para su distribución por toda España.
Los agentes obtuvieron la identidad de dos de los supuestos miembros del entramado a los que se les pudo realizar diversas vigilancias y seguimientos hasta centrar y ubicar varios inmuebles, entre ellos, una casa de campo situada en las inmediaciones del término municipal de Sueca.
Allí, los investigadores pudieron observar un trasiego inusual del resto de miembros del entramado, así como una serie de hechos que podían coincidir con las informaciones que dieron origen a la investigación: un fuerte olor a químico, el transporte excesivo de garrafas de plástico por los investigados mientras accedían y salían de la casa con mascarillas de tipo industrial o los continuos cambios de ropa después de haber estado en el interior de la vivienda.
La organización había elegido la ubicación del centro de operaciones de forma estratégica para tratar de pasar inadvertidos, ya que el laboratorio se encontraba en una zona boscosa y montañosa, con caminos de acceso deteriorado y estrechos, según describe la Policía.
En el transcurso de la investigación, los policías pudieron comprobar como se organizaba el grupo delictivio. Por un lado, uno de los investigados era el que realizaba el traslado del resto de miembros hasta el laboratorio y otro el que trasportaba la droga desde el laboratorio hasta los lugares de almacenaje 'guarderías', previos a su distribución al comprador final.
Otro de los integrantes de la organización ejercía como vigilante de la droga para evitar ser robados por otras redes criminales. Uno de ellos, aprovechando que carecía de antecedentes, cedía su documentación para alquilar los inmuebles utilizados y no alertar a la policía y por último, los responsables o cabecillas quienes dirigían la organización.
Todos los integrantes de la organización adoptaban unas fuertes medidas de seguridad para evitar la investigación policial, utilizando múltiples vehículos de diferentes marcas y colores para evitar la vigilancia policial.
Durante la investigación, el pasado día 17 de enero, los agentes decidieron dar el alto a dos de los investigados que, a bordo de uno de los vehículos utilizados para transportar las garrafas de plástico, procedían a abandonar el presunto laboratorio. En ese momento y al verse sorprendidos, los sospechosos aceleraron bruscamente con la intención de atropellar a los agentes que tuvieron que lanzarse a la cuneta para evitar ser arrollados.
Tras ello, se inició una persecución que acabó con la detención de ambos ocupantes y con la intervención de dos garrafas de 5 litros cada una, que posteriormente se comprobó que contenían anfetamina, por lo que se procedió a la detención de los sospechosos y a la precipitación de la fase de explotación y al resto de detenciones y registros domiciliarios.
En total, son doce los detenidos y cinco los registros practicados, cuatro en la localidad de Altea y un macro laboratorio en las inmediaciones del término municipal de Sueca, donde se intervinieron un total de 1.900 litros de MDMA (conocido como cristal o éxtasis), 1.000 litros de acelerantes y precursores para elaborar más anfetaminas y 1.000 litros de residuos químicos, un alambique de grandes dimensiones, decantadores, tornos, fogones, probetas, básculas de precisión, equipos de protección individual, entre otros elementos dedicados a la elaboración y almacenaje de la droga y sus precursores.
Dada la magnitud del material intervenido y la complejidad de la maquinaria encontrada en los registros, los agentes fueron asistidos por agentes adscritos a la sección de sintéticos de la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de Policía Judicial. Además debido a la peligrosidad de las sustancias se solicitó la colaboración del Grupo Tedax-NRBQ de la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Valencia y el Grupo de Inspecciones y Muestreo de la Comisaría General de Policía Científica.
En el transcurso de la diligencia de entrada y registro en el laboratorio de Sueca, los agentes pudieron observar como todas las sustancias químicas sobrantes de la preparación de la droga sintética eran desechadas por unos tubos que salían hasta el exterior y acababan vertidas en el campo, con el consiguiente daño ambiental, por lo que también a los apresados se les ha imputado como presuntos responsables de un delito contra el medio ambiente.
Cabe destacar que los 1.900 litros de sustancia sintética, MDMA, transformada a su estado sólido (cristalización) hubiera alcanzado un peso final de 2.185 kilogramos y dada la cantidad de la droga, los investigadores sospechan que pudieran estar suministrando el estupefaciente a otros países europeos. Tras ser puestos a disposición judicial cuatro de los arrestados han ingresado en prisión provisional.
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