LUIS MARTIN MARINO

Detectan que los jóvenes intentan suicidarse con analgésicos como el paracetamol

Por las redes sociales circulan instrucciones y recetas que los adolescentes y niños emplean para autolesionarse y quitarse la vida, indican los especialistas

Miércoles, 26 de octubre 2022

El paracetamol se vende en cualquier farmacia, sin receta médica, y en las redes sociales y por mensajería instantánea circulan manuales de suicidio que revelan que ocho gramos de este analgésico puede resultar letal en la complexión de un adolescente. Dos más dos son cuatro. ... Los especialistas en comportamiento destructivo de niños y jóvenes, como autolesiones y suicidios, se muestran alarmados con el aumento de casos que llegan cada día a los centros de salud.

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«Hay un aumento exponencial de los trastornos mentales relacionados con cuadros depresivos y ansiedad con mucha desesperanza», advierte María José Penzol, especialista en Psiquiatría de Infancia y Adolescencia, adscrita al servicio Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón, un centro de referencia donde han tenido que triplicar los recursos de hospitalización por estos casos. «Han aumentado de forma exponencial también las conductas autolíticas e intentos de suicidio. Lo más común son las sobredosis de fármacos y las autolesiones corporales con cortes».

«En relación con la ingesta de medicamentos, uno de los motivos más prevalentes de ingreso en nuestra unidad, los chicos no solo lo intentan con psicofármacos», prosigue Penzol. «Muchas veces lo hacen con analgésicos. Tenemos constancia de que los pueden comprar en las farmacias. No se les permite comprar alcohol ni tabaco pero sí analgésicos». Ante esta advertencia, la directora de la Fundación Cofares, Sofía Azcona, aseguró que en las farmacias comenzarán a estar «atentos a las compras repetitivas de los menores» y para qué «se están usando», aunque en los productos sin receta no pueden impedir su venta, dijo.

En un país como España con 314 suicidios de menores de 29 años en 2020, últimas cifras del INE, dos factores sobresalen entre los que favorecen los comportamientos que pueden terminar en casos mortales, según se debatió en el foro 'Suicidio en adolescentes y redes sociales', organizado por la Fundación Cofares, celebrado en Madrid el miércoles en la mañana. El primero se relaciona con las secuelas del confinamiento de la pandemia. El aislamiento ha causado «mucho dolor» entre los adolescentes, aun más entre los vulnerables.

El segundo es el consumo ilimitado de contenidos en dispositivos electrónicos. Unas seis horas al día de media sin supervisión, a puerta cerrada, con diseños adictivos para un consumo continuado sin descansos ni control, expuestos a un riesgo importante de bulling, según datos de Penzol. «Hay un impacto de las nuevas tecnologías por el efecto copia o contagio, a través de las redes sociales», sostiene Luis Fernando López, coordinador técnico 'Hablemos de suicidio' del Colegio de Psicología de Madrid. «Los jóvenes vulnerables encuentran a otros usuarios que les muestran la misma desconexión y la misma visión desesperanzada del mundo. Entonces suceden fenómenos como las autolesiones online y el cibersuicidio (compartir de formas de matarse), con los que intentan disminuir el dolor psíquico a través del dolor físico. Ocurre cuando no han podido manejar la frustración por otros medios. Aunque tiene un componente de control, cuando el físico no llega a las cotas satisfactorias, empieza la ideación suicida».

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Trucos al smartphone

Con grandes dosis de analgésicos, en los datos actualizados oficiales se encuentra que en el último año registrado se quitaron la vida con estos fármacos no narcóticos 19 personas, de las que una era menor de 29 años. Sin embargo, su utilización ha aumentado en los últimos años según se comprueba en la práctica médica a juicio de los dos expertos que han participado en el foro.

Su uso comienza a ser un secreto a voces. «Hay espacios en foros o chat de páginas de moda o de deportes, por ejemplo», mantiene López, «en donde las personas con conductas autolesivas se encuentran, establecen lazos, pasan a otros espacios más personales y ahí comparten recursos y métodos e incluso decálogos de cómo provocarse la muerte de diferentes maneras con las dosis adecuadas de farmacopea, dependiendo de la edad, el peso y la altura».

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De perfiles distintos, la mayoría de las personas que se autolesionan son mujeres, mientras que los jóvenes que finalmente consuman su suicidio son aquellos que lo han intentado varias veces. «Constantemente están llegando adolescentes que han intentado el suicidio dos, tres, cuatro veces», confirma Penzol.

Unos y otros, sometidos por la presión digital. «La exposición a las redes sociales permea a la parte íntima del joven, dentro de la esfera de sus 'smartphone', con acceso limitado para los demás, por lo que queda desprotegido», indica López. «Ayuda a pasar de la idea pasiva, a una tentativa de suicidio, que es activo con una planificación, un cómo y un cuándo».

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