Belarra pide «formalmente» al PSOE que retire su enmienda sobre los perros de caza

Los socialistas avanzaron a mediados de septiembre que presentarían esta importante enmienda a una proyecto de ley que sus propios dirigentes gubernamentales habían bendecido en sus actuales términos cuando Derechos Sociales lo llevó en agosto pasado al Consejo de Ministros, donde se aprobó y remitió al Parlamento para su tramitación y ratificación. Ayer, coincidiendo con el fin del plazo de presentación de enmiendas al articulado de esta ley, el PSOE materializó su avisó con la presentación oficial de la enmienda a su artículo 1.

El cambio de postura socialista se produjo después de recibir las presiones públicas de destacados barones del partido, como el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Paje, y de múltiples organizaciones de cazadores y del mundo rural, que ya habían celebrado meses antes una enorme manifestación de repulsa por el centro de Madrid. Los representantes de estos sectores consideran la ley una agresión a sus actividades, porque, entre otros motivos, les prohibiría la cría domestica de sus perros y les obligaría a esterilizarlos si no permanecen en el interior de las viviendas o si están en contacto con animales de distinto sexo.

De hecho, son muchos en las filas socialistas, sobre todo entre los dirigentes regionales, los que consideran que este asunto les pasó una importante factura electoral en recientes comicios, como los de Andalucía y Castilla y León, y que les podría suponer otra sangría de voto rural en las elecciones autonómicas y locales de la próxima primavera, así como en las posteriores generales.

En un escrito al portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, el ministerio dirigido por Ione Belarra, la también principal máxima responsable de su socio de gobierno, Unidas Podemos, califica como «incomprensible» la inclusión por parte del PSOE de esta enmienda al artículo 1 del proyecto de ley y entienden que supone «la exclusión de los perros de caza del paraguas protector de la ley solo por la actividad que realizan». «Os pedimos que consideréis firmemente la retirada de esta enmienda que supone un detrimento en los derechos y el estándar de protección de los animales», reclama Derechos Sociales a Patxi López y su grupo .

El director general de Derechos de los Animales y principal promotor de la ley, Sergio García, ya hizo esta semana idéntica petición a sus socios socialistas. Considera que con su enmienda incumplen el compromiso que adquirieron con la norma en el Consejo de Ministros y «desnaturalizaban» la ley. García fue más allá y avisó al PSOE de que ningún otro grupo de los que puede asegurar aprobación de esta ley -izquierda y nacionalistas- apoya la exclusión de los perros de caza del control sobre los animales domésticos, por lo que, según dio a entender, si persisten en su empeño y logran introducir la enmienda con el apoyo de las formaciones conservadoras puedan acabar por condenar al fracaso y la derrota a la ley en su conjunto.

Desde el departamento dirigido por Belarra también destacan que ninguna legislación autonómica de protección a los animales de compañía en vigor (Euskadi, La Rioja o Madrid las tienen) exceptúa a animal alguno por la actividad que realice, por lo que «una ley estatal que pretende crear un estándar básico de protección no puede hacerlo».

Con esta ley se pretende poner coto al sacrificio, abandono y maltrato de animales, aspectos en los que España, donde algún desalmado se deshace de una mascota cada dos minutos, encabeza todos los ranking negativos de Europa. Busca ser la primera ley nacional que regula las relaciones de los españoles con los animales de compañía y los derechos de estos últimos. La norma prohíbe y sanciona con duras multas, entre un sinfín de excesos, el abandono de animales, matar a mascotas sanas, su cría por particulares, impone un registro obligatorio de propietarios y otro de criadores, obliga a realizar un cursillo para poder tener un perro, prohíbe la venta de animales de compañía en tiendas, convierte los zoológicos en lugares solo para la recuperación de especies autóctonas y destierra las peleas de perros y gallos, entre otras medidas.