El arzobispo Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Español, encabezó este sábado en Barcelona unas de las misas funerales celebradas en España por Benedicto XVI. E. P.

El presidente de la Conferencia Episcopal elogia a Benedicto XVI por «hacer diálogo entre fe y cultura»

El arzobispo de Madrid valora al papa emérito, fallecido hace una semana, como un «sabio» y «testigo fiel de la bondad y la misericordia»

EP

Barcelona / Madrid

Sábado, 7 de enero 2023, 10:25

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha recordado este sábado al papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre a los 95 años, como «un gran maestro que supo hacer un verdadero ... diálogo entre la fe y la cultura de nuestro tiempo».

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Así lo ha dicho en la misa que ha oficiado en la Sagrada Familia de Barcelona en memoria del papa emérito, concelebrada por el cardenal y arzobispo emérito de Barcelona Lluís Martínez Sistach y otros miembros del presbiterado, y a la que han acudido más de un millar de personas.

Omella ha pronunciado una homilía dedicada a Benedicto XVI en la que ha afirmado que «Dios dio al papa Benedicto una gran capacidad intelectual que desarrolló hasta el punto de ser reconocido como un gran maestro». Era –ha añadido- »un hombre discreto, humilde, con cierta timidez, pero esto no le impedía defender los valores del evangelio con valentía, fundamentando siempre sus posiciones«.

Ha asegurado que «él no imponía, él proponía con racionamiento, discreción, respeto pero con valentía, y lo hacía desde el respecto hacía los otros y sin miedo a lo que se pudiera sentir o pensar sobre él». En este sentido, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española ha dicho que algunos han intentado contraponer al Papa Francisco con Benedicto XVI, ante lo que ha defendido: «Es cierto que son dos maneras de actuar, pero tienen la misma comunión de fe y amor en Jesucristo y la misma reflexión».

«La sencillez de los sabios»

Por su parte, en otra de las misas funerales celebradas este sábado en varias ciudades españolas en recuerdo del papa emérito fallecido, el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha destacado que fue un «sabio» y «testigo fiel de la bondad y la misericordia» de Dios. En una ceremonia celebrada en la catedral de la Almudena de la capital, ha manifestado que «en su modo de vivir, hacer las cosas y presentarse ante el mundo», fue «un sabio», precisamente «con la sencillez de los sabios».

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Interior de la catedral de Almudena en Madrid durante la misa funeral celebrada este sábado por el papa emérito. Efe

Ya en la misa funeral, ha aseverado que Benedicto XVI fue «un testigo fiel de la bondad y la misericordia» de Dios y que con «su vida y su ministerio» como papa, y «antes en sus escritos como teólogo», dio a conocer «la seguridad que ofrece Dios»: «Aquí está, nos ha salvado». En la homilía ha incidido en que su obra sobre Jesús, por ejemplo, «no son unas palabras más, no es una mera investigación», sino que «es algo vivido y experimentado».

«Queridos hermanos, en esta oración y en esta Eucaristía que ofrecemos por el papa Benedicto XVI, le pedimos al Señor que le dé el descanso eterno», ha concluido el arzobispo en una misa en la que, entre otros, han estado presentes el arzobispo emérito de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela; el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, y los obispos auxiliares de Madrid monseñor José Cobo y monseñor Jesús Vidal. También, han asistido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio

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Un sacerdote observa el féretro del papa emérito Benedicto XVI en la cripta vaticana. E. P.

La tumba de Benedicto XVI podrá visitarse desde este domingo

La tumba de Benedicto XVI, que ha sido colocada en la cripta situada en las grutas vaticanas, podrá visitarse a partir de las 9:00 horas de este domingo, según ha informado la oficina de prensa del Vaticano. El Papa emérito falleció a los 95 años el pasado sábado en su habitación del monasterio Mater Ecclesiae, situado dentro de los jardines del Vaticano.

Los restos mortales de Benedicto XVI, que reposan en un ataúd triple, el primero elaborado con madera de ciprés, el segundo de zinc y el tercero de roble, junto con algunos objetos personales, como las medallas acuñadas durante su pontificado o un pergamino con los hechos más destacados de su vida como la lucha contra los abusos sexuales, fueron trasladados este jueves hasta las grutas vaticanas después de su funeral.

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