Los veterinarios de Alicante en pie de guerra: «Si no vigilamos las enfermedades en animales, se van a descontrolar»

Pau Sellés

Alicante

Miércoles, 26 de marzo 2025, 12:12 | Actualizado 12:23h.

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Cerca de 300 veterinarios y propietarios de mascotas se han concentrado este miércoles en la plaza de la Montanyeta de Alicante para protestar contra la «restrictiva» regulación en la prescripción de medicamentos a la que está siendo sometida el sector. La concentración ha estado encabezada por el presidente del Colegio de Veterinaria de Alicante, Gonzalo Moreno del Val, quien además es vicepresidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España. Fruto de ostentar este último cargo, del Val comparecerá la próxima semana en una comisión en el Senado para exponer las demandas del colectivo.

Según palabras del propio del Val, España hace una interpretación «más restrictiva» que el resto de sus vecinos europeos al respecto de la normativa de medicamentos veterinarios. «En la práctica, eso nos impide ejercer la libertad de prescripción conforme a nuestro criterio clínico y conocimientos científicos».  

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La situación afecta tanto a los veterinarios que trabajan con animales de compañía, como aquellos que ejercen en granjas, y en general, para el sector alimentario. El papel de este segundo perfil veterinario es «esencial» para ayudar al control y monitoreo de enfermedades infecciosas, y es que el 60% de estas que afectan a las personas tienen origen animal. «Si no podemos combatir adecuadamente las enfermedades en animales, estas se van a descontrolar, y nos van a acabar afectando a las personas, con lo cual hablamos de un preocupante problema de salud pública».

La «restrictiva» legislación a la que alude el colectivo hace que estos profesionales tengan limitaciones a la hora de tratar enfermedades tan comunes en el reino animal como la que provoca la Leishmania. «Es la industria la que determina qué fármacos son de uso animal y cuáles para uso humano. Por cuestiones de rentabilidad, hay muchos principios activos que no se autorizan para los fármacos que utilizamos en veterinaria, como sería el caso del alopurinol. La evidencia científica dice que este compuesto es el adecuado para combatir la Leishmania, pero como en nuestro país no está autorizado para uso veterinario, no lo podemos prescribir». 

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Algo similar pasa con la gabapentina, un medicamento que se utiliza para aliviar el dolor y que se prescribe en diferentes países del mundo, pero que en España aún no está autorizado, a pesar de que la evidencia científica recomienda su uso. Así las cosas, los profesionales españoles están condicionados por la ficha técnica de los fármacos, lo cual deja fuera de la ecuación el propio criterio del sanitario. «En países vecinos como Francia hacen una interpretación mucho más lógica de la normativa. También se deben remitir a la ficha técnica, pero dan un mayor peso a la experiencia clínica para decidir el tratamiento». 

El portavoz de los veterinarios alicantinos lamenta que el colectivo aún no haya podido exponer sus demandas ante la autoridad competente, que en este caso es el Ministerio de Agricultura. «Hemos mantenido reuniones con todos los grupos políticos, pero en el Ministerio se niegan a recibirnos, algo incluso más flagrante después de la concentración que protagonizamos a principios de marzo frente a su departamento, en la que reunimos a 4.000 veterinarios». Más allá de la concentración protagonizada en el centro de Alicante este miércoles, estos profesionales también estaban llamados a protagonizar un parón, con el cierre de sus clínicas entre las 10 y las 12 horas.