La polémica rodea al examen de la oposición a Enfermería realizado el domingo 27 de noviembre en Alicante, Valencia y Castellón. El sindicato Satse ha criticado este lunes el «despropósito» de la prueba que consideran que «ha acabado con el sueño de miles de enfermeros ... de obtener una estabilidad laboral y poner fin a la precariedad laboral que arrastran desde hace años», debido a que contenía preguntas alejadas de la realidad y la práctica de los profesionales, que generaron «nervios» e «indignación» a los opositores.
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Mediante un comunicado la organización ha denunciado que después de estar preparando esta oposición desde años al tiempo que trabajaban luchando contra la Covid, la Conselleria de Sanidad les «castiga» y «humilla» con el examen de 70 preguntas que presentó a los 24.537 opositores que aspiran para conseguir una de las 3.817 plazas.
Según el Satse, tras el examen, ya se vivieron en los Campus de Valencia, Alicante y Castellón «momentos de nervios» por el tipo de preguntas que se habían realizado, mucha indignación y sensación de que se había sacrificado la vida familiar y personal estudiando con ilusión y esperanza para un examen que ni siquiera les ha dado «la oportunidad de demostrar todos los conocimientos que tenían sobre el trabajo enfermero».
Desde la organización lamentan que la prueba se haya basado en «una desproporcionada cantidad de terminología no enfermera y abreviaturas técnicas, alejada de la realidad de los cuidados de enfermería basados en la evidencia científica y de su práctica asistencial diaria».
Además, consideran que se repite el mismo desastre que en el caso de OPE de fisioterapia, «un examen incoherente y ambiguo que da como resultado una desestabilización y despropósito sin igual en la historia de esta comunidad autónoma».
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Otra de las disconformidades es el objetivo de la prueba. Critican que en vez de evaluar el conocimiento de los examinados parece que el interés sea aumentar la dificultad de una examen que «mantiene la temporalidad y desestabiliza a los enfermeros y que apenas aprueben unos cientos de personas para así no tener que baremar a la cantidad de opositores que se han presentado».
Por último el Satse teme que este examen lo apruebe menos gente que plazas hay convocadas, lo que resultaría «muy grave a nivel de reducir la temporalidad», sentencia el sindicato.
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