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S.A.
Viernes, 26 de mayo 2023, 12:43
La vejez y las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer afectan a la detección de feromonas y al comportamiento social de los individuos. Para conocer mejor el funcionamiento de estos mecanismos, el grupo de investigación de Neuromodulación Sináptica del Instituto de Neurociencias -centro mixto de la Universidad Miguel Hernández (UMH)- y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dirigido por la investigadora Sandra Jurado, ha desarrollado un estudio en colaboración con la Universidad de Tours, ubicada en Francia.
Los investigadores han utilizado dos grupos de roedores para analizar su comportamiento social. Uno de ellos ha estado formado por animales envejecidos naturalmente, mientras que los del otro padecían un modelo animal de la enfermedad de Alzheimer. Han realizado experimentos con ambos para determinar el tiempo que los ratones invertían en explorar un espacio en el cuál había un objeto. En unos casos han ido acompañados por un ratón conocido, y en otros por uno nuevo y desconocido. De este modo, se ha podido analizar su nivel de sociabilidad general, así como su capacidad de reaccionar ante la novedad social.
Diferentes investigaciones coinciden en que el cerebro experimenta cambios en su estructura y función a medida que las personas envejecen, lo que puede influir en la capacidad para relacionarse con los demás. Asimismo, varios expertos han identificado el empobrecimiento social como un importante factor que disminuye la esperanza de vida y un indicador de la aparición de demencia y trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer.
Además, varios estudios centrados en este campo concluyen que, a pesar de que la interacción social tiene un papel central en el mantenimiento del bienestar general, todavía siguen sin estar claros los mecanismos por los que el envejecimiento podría alterar el procesamiento de la información social -ya sea por condición natural o patológica-.
Los resultados del trabajo elaborado el grupo de investigación de Neuromodulación Sináptica, que han sido publicados en la revista Molecular Neurobiology, han mostrado que todos los ratones envejecidos, ya fuera de manera natural o los animales modelo de Alzheimer, pasaban más tiempo explorando el lado de la caja en el que había otro ratón en lugar de prestar atención a una zona con un objeto.
Sin embargo, los investigadores han detectado que había menos interacción con nuevos individuos, especialmente en aquellos ratones afectados por envejecimiento patológico. Para profundizar en las causas de esta falta de interés, los investigadores del Instituto de Neurociencias han analizado las propiedades del órgano vomeronasal en los roedores implicados en el estudio.
Se trata de un órgano ubicado en el tabique de la nariz que es fundamental para la detección de feromonas en la mayoría de especies de mamíferos. Aunque en humanos se considera un órgano vestigial, en los ratones supone la puerta de entrada a estímulos que determinan comportamientos sociales tan importantes como la selección de pareja o el reconocimiento de las crías.
Durante el análisis de regeneración celular, han identificado que, tal como esperaban, el envejecimiento natural reduce la capacidad de regenerarse del órgano vomeronasal. Esto indica que los animales más ancianos tienen menos capacidades para distinguir señales olfativas, como las feromonas, que les indican la presencia de un nuevo congénere. No obstante, y para sorpresa de los investigadores, no se han encontrado cambios en el órgano vomeronasal en los ratones modelo de Alzheimer, a pesar de que no interactuaban con normalidad ante nuevos compañeros.
Tal como han informado desde el grupo de investigación, el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas a menudo conlleva déficits en el comportamiento social. Y según sugieren estos resultados, podrían no ser consecuencia directa de la pérdida de capacidades sensoriales -como ocurre durante el envejecimiento natural y saludable-, sino que podrían derivar de cambios más profundos relacionados con el procesamiento de la información social.
A menudo, y de acuerdo con la información compartida por múltiples expertos, los pacientes que sufren enfermedades neurodegenerativas de algún tipo presentan frecuentes episodios de agresividad, apatía y aislamiento social, lo que se traduce en una reducción de su calidad de vida y de la de sus familiares o sus cuidadores.
Por ello, los miembros del grupo de investigación de Neuromodulación Sináptica del Instituto de Neurociencias consideran «de suma importancia» comprender los cambios que el cerebro experimenta en su estructura y función a medida que envejece, así como qué procesos podrían estar relacionados con un envejecimiento prematuro o patológico.
En este sentido, el presente estudio realizado «aporta nueva información» sobre los distintos mecanismos implicados en ambos tipos de envejecimiento, lo cuál puede contribuir a establecer protocolos de actuación para el desarrollo de futuras intervenciones terapéuticas.
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