La incompatibilidad con la privada que promueve Sanidad despierta las iras de los médicos de Alicante

«En pie de guerra». Así, sin ambages, se muestran los Colegios de Médicos de la Comunitat ante los cambios que está preparando el Ministerio de Sanidad para su profesión. En el centro de las protestas se encuentra el Anteproyecto de Ley del Estatuto Marco, que, para el Consejo Autonómico de Médicos Valencianos --integrado por los Colegios de Alicante, Castellón y Valencia-- supone un «ataque directo» a los derechos de la profesión y «pone en riesgo su labor profesional».

Tres aspectos son los que despiertan las iras del colectivo. En primer lugar, la incompatibilidad que la propuesta contempla entre el ejercicio de la función pública y privada en algunos supuestos. También la equiparación profesional de los médicos con otros profesionales sanitarios, y la modificación en las condiciones de las guardias.

Respecto al primer aspecto, la dedicación exclusiva en el sistema público se proyecta durante los cinco años posteriores a la finalización de su formación como Médicos Internos Residentes (MIR), que también se hace extensible a los cargos directivos intermedios.

Para el Consejo autonómico, la medida «impone obligaciones y limitaciones a la libertad individual a un colectivo ya castigado en sus condiciones de trabajo, en lugar de fidelizarles con condiciones de trabajo dignas y empleo estable cuando terminasen su formación. Lo que va a producir un éxodo mayor del que ya se está produciendo, porque no van en absoluto en la línea de fidelizar al médico en el sector público, sino todo lo contrario«.

En otro orden de cosas, la propuesta iguala a los médicos con otros grupos profesionales en el grupo A1, algo que las entidades colegiales consideran injusto, ya que pasa a equiparar titulaciones como la médica, que tienen 360 créditos y seis años de duración, a otras con 240 créditos y 4 años de duración.

En ese sentido, el colectivo viene reclamando de un tiempo a esta parte que sus integrantes sean incluidos en un nuevo y específico grupo llamado A1+, con el que se les reconozco por encima de otras profesiones sanitarias, ya que en su caso, son los responsables de los procesos asistenciales, incluyendo diagnóstico, tratamiento, y resultado de las intervenciones sanitarias.

En cuanto a las guardias, se sienten «engañados», ya que el Anteproyecto habla de implantar guardias de 17 horas en días no festivos, «cuando es lo que ya se hace, solo que en el día de la guardia el facultativo librará por la mañana para no trabajar 24 horas seguidas, pero esas siete horas las deberá recuperar». Ello sumado a que «los compañeros de la mañana deberán cubrirle, lo que sobrecargará los servicios asistenciales».

Además, explican, las horas de guardia seguirán sin contar como tiempo trabajado para la jubilación, pero se coticen como tiempo trabajado, «situación lesiva que se padece desde hace años».

Por todo ello, la entidad solicita a las organizaciones con competencias negociadoras, integradas en el Foro de la Profesión Médica, que adopten las acciones necesarias para la retirada del anteproyecto de ley, con tal de evitar las «graves consecuencias que su aplicación tendrá en las condiciones laborales de los médicos y en la calidad de la asistencia sanitaria».

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