El Juzgado de lo Penal n.º 7 de Alicante le ha condenado a un individuo a seis meses de prisión y dos años de alejamiento por «atentar» a un médico y «amenazar» a una auxiliar administrativa. Los hechos tuvieron lugar en un centro médico situado en la Plaza América de Alicante, el pasado 4 de julio de 2024.
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La orden de alejamiento tiene un alcance de 100 metros tanto del médico agredido, como de su domicilio, puesto de trabajo o cualquier lugar en el que se encuentre. El contenido de la sentencia ha sido difundido por el Colegio Oficial de Médicos de Alicante (COMA), cuyos servicios jurídicos han llevado el caso a la justicia.
Según recoge la sentencia, el ahora condenado «le reclamó al médico que le recetase un determinado medicamento, a lo que el médico le informó que no podía dárselo porque desde el área de psiquiatría se le indicaba que no podía hacerlo». El agresor «insistió al médico en lo mismo, ante lo cual, éste le pidió que saliese de la consulta. Ante su negativa, el facultativo solicitó ayuda, momento en el que el encausado lo agarró del brazo para que no lo hiciera, acudiendo al lugar personal del centro que sacaron al encausado de la consulta».
La violencia continuó porque acto seguido, el ahora condenado fue al mostrador de Administración y dirigiéndose al personal que allí se encontraba, les dijo que «iba a matar al médico y que, por sus muertos, lo iba a conseguir». En ese momento, una de las trabajadoras, le advirtió que iba a llamar a la Policía. Es entonces cuando el agresor profirió las duras amenazas por las que ha sido condenado: «te voy a matar, vas a ser la primera en morir, te juro por mis muertos que yo a ti te mato». A pesar de las agresiones verbales, la trabajadora del centro médico llamó a la Policía, y los agentes procedieron a la detención del encausado.
El secretario general del COMA, Dr. José Manuel Peris, ha puesto en valor la labor de los Servicios Jurídicos del Colegio de Médicos de Alicante, a la vez que ha destacado la rapidez y firmeza con la que ha actuado la Justicia en este caso. «Los profesionales sanitarios no merecen ningún tipo de agresión, tampoco las amenazas, las coacciones o los insultos. Queda camino por recorrer, pero esta sentencia demuestra que las denuncias tienen respuesta, y esta reacción es muy importante para los profesionales agredidos«.
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