El sindicato de enfermería Satse ha alertado de la «grave situación» que está experimentando el servicio de Urgencias en el Hospital Vega Baja de Orihuela, en el cual, según denuncian en un comunicado, este martes ha llegado a haber 41 pacientes pendientes de ingreso en planta debido a la falta de camas disponibles.
Publicidad
Aseguran que esta saturación ha provocado que muchos pacientes, «incluidos casos con patologías respiratorias, tengan que ser atendidos en los pasillos, lo que aumenta los riesgos para su seguridad y dificulta la labor asistencial de los profesionales».
Noticia relacionada
Según informa Satse, la situación ya fue anticipada el pasado 13 de noviembre mediante la presentación de un informe a la gerencia del centro en el que se detallaban las «carencias» del servicio de urgencias, y en el que se proponían medidas para evitar la saturación en los meses de mayor presión asistencial, como diciembre y enero.
Las medidas contemplaban un incremento de la plantilla estructural de enfermería; contratar refuerzos con experiencia en urgencias para garantizar una respuesta eficiente; así como habilitar espacios adicionales para atender picos de demanda asistencial, especialmente en casos de patologías respiratorias.
La denuncia llega en un momento «especialmente crítico» debido al aumento de casos de patologías respiratorias, como gripe, bronquiolitis y COVID-19. Según voces expertas, el pico máximo de estas enfermedades se espera para esta semana y la próxima, lo que podría incrementar aún más la presión sobre los servicios de urgencias en todo el país.
Publicidad
El Hospital Vega Baja «no es una excepción» --aseguran desde Satse-- que está experimentando un «incremento notable» de pacientes respiratorios que necesitan «atención específica en áreas habilitadas para garantizar el aislamiento y evitar contagios».
Sin embargo, la falta de espacio y recursos en urgencias ha llevado a que estos pacientes sean atendidos en los pasillos, incumpliendo los protocolos básicos de seguridad y aumentando los riesgos tanto para ellos como para el resto de usuarios y profesionales.
Publicidad
El personal de urgencias describe la jornada del 6 de enero como una noche «caótica». Una enfermera del turno relata lo siguiente: «Desde el inicio del turno, sabíamos que no teníamos espacio suficiente. Los boxes estaban doblados con pacientes ingresados, y los pasillos llenos. A esto se sumó la llegada de pacientes respiratorios, que deberían haber sido atendidos en áreas específicas para evitar contagios, pero que tuvieron que quedarse en los pasillos por falta de espacio».
El testimonio también señala que los refuerzos contratados «no contaban con experiencia previa» en el servicio de urgencias, lo que incrementó la sobrecarga para los profesionales veteranos: «No podemos garantizar una atención de calidad con esta carga de trabajo. La situación es insostenible, y ya lo habíamos advertido a la dirección.»
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.