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Quién diría que un camino de piedra que sale de la provincia de Alicante, concretamente desde Villena, dirección Castilla La-Mancha, podría conducir a uno de los mayores centros deportivos de alto rendimiento del mundo: la Ferrero Tennis Academy, que ha forjado a dos números uno del tenis: Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz. Como todo sitio con solera, tiene su historia.
Por su trayectoria y por llevar el nombre de la provincia de Alicante a lo más alto del tenis mundial, TodoAlicante premia a la academia, que recogerá este miércoles 29 de noviembre en el ADDA uno de los galardones de la primera edición de los Premios Alicantinos del año.
El fundador de la Ferrero Tennis Academy, Antonio Martínez Cascales, recibe a TodoAlicante en el museo -rodeado de trofeos, fotos y elementos que tienen un valor incalculable- ubicado en un enclave de más de 120.000 metros cuadrados donde el inglés resuena por todas las instalaciones, indicador del éxito internacional cosechado por el centro deportivo.
Ataviado con el chándal de la academia y con la tranquilidad del que sabe que su nombre será recordado en la provincia y en el mundo del tenis repasa los 28 años de trayectoria de la academia que comenzó con una precaria casa y dos pistas de tenis -tras permutar unos terrenos familiares- para convertirse en el bastión de dos números uno del mundo y otros Top 10 como David Ferrer, Nicolás Almagro y María Sharapova; con un ultimátum de por medio al Ayuntamiento de Villena tras el ascenso de Ferrero.
Martínez subraya que la filosofía que les ha hecho grandes no tiene ningún secreto: entrenadores bien formados, intensidad y dureza en los entrenamientos y, sobre todo, «mucha familiaridad y cariño». Antonio saca pecho y asegura que recibe la visita de jugadores de otros países que se quedan «asombrados» por la intensidad con la que se entrena en sus instalaciones.
No desaprovecha la ocasión para darle un toque de atención a los franceses que durante años han puesto en el foco a Rafael Nadal acusándole de doparse: «Que se acerquen a esta academia o a la de Rafa en Mallorca y observen cómo se entrena en España». Orgulloso, cuenta a TodoAlicante cómo fueron los inicios del centro de alto rendimiento que ha logrado poner a Villena y Alicante en el mapa del tenis mundial.
Antonio Martínez Cascales era el único joven que jugaba al tenis en Villena en los años 80. Esa singularidad, acompañada de la imagen de una leyenda del tenis como Manolo Santana entregándole un premio tras ganar un torneo amateur, le convirtió en el gran reclamo para los padres de la localidad alicantina que veían en Martínez el mentor que necesitaban sus hijos para introducirse en el mundo de la raqueta.
Antonio aceptó, pero antes inició el curso de monitor, «no tenía experiencia como entrenador, solo como jugador». Al finalizar su formación comenzó a impartir clases a un grupo pequeño de niños y niñas en una escuela situada a 3 kilómetros de donde ahora entrena Carlos Alcaraz y el futuro del tenis internacional.
Después de 15 años a cargo de jóvenes, en los años 90 apareció un niño de 10 años de Ontinyent que cambió para siempre el tenis en la provincia de Alicante. Se llamaba Juan Carlos Ferrero. La Federación Valenciana de tenis había recomendado al joven valenciano que fuese a entrenar con Antonio Martínez. Su arduo trabajo durante más de una década no había sido en balde y se veía recompensado. Era la propia federación la que confiaba en él para entrenar y educar a los jugadores que destacaban en la Comunitat.
«Había tenido niños y niñas que jugaban muy bien, pero Juan Carlos era otra cosa». Cascales señala que el joven tenista de Ontinyent llegó a ser campeón del mundo sub 13 y sub 14, y compartía entrenamientos con una hornada muy buena de jóvenes tenistas.
«A Juan Carlos había que mimarlo». Antes de que Ferrero llegase a ser quien fue, asegura que el 100 % de los tenistas españoles se iban a entrenar a Barcelona para seguir su trayectoria. El de Ontinyent fue el primero que decidió no marchar. Esta decisión obligó a Antonio a crear una academia puesto que el lugar donde entrenaba en ese momento no era para un joven tenista que podía conquistar la cima del tenis mundial. «Me traje la idea de las academias de Barcelona a Villena, pero de una forma muy humilde».
El protagonista sostiene que la idea inicial era tener a cinco o seis niños. Para ello permutó el terreno donde ahora se realiza esta entrevista por otros familiares a las afueras del pueblo. Ese fue el primer paso. En las navidades de 1994 crea el club. Dos pistas de tierra y una casa realizada «de forma precaria», donde se metió a vivir con los primeros alumnos, se convirtieron en las primeras piedras del ilusionante proyecto.
Pero los inicios no fueron fáciles. Antonio cuenta que su familia tenía un terreno muy amplio, de unos 25.000 metros cuadrados. Consideró que aquel terreno era perfecto para la academia, pero cuando fue a verlo se dio cuenta que no había ni agua ni luz, por lo que no era viable.
Por ello, lo puso a la venta y otro vecino de Villena lo permutó por un terreno un poco más alejado del pueblo, pero que sí tenía luz y agua, además de una pequeña casa bastante «precaria». Y ahí se puso manos a la obra junto a su padre, su tío y un grupo de albañiles del pueblo.
Antonio cuenta que el espejo donde se miró para construir el centro eran otras academias del territorio nacional. «Queríamos un sitio donde a los chicos se les pudiese controlar la alimentación y las horas de sueño». Dada la limitación de la academia, tuvo que seguir llevando a los niños al club donde impartía clases anteriormente cuando tenían que entrenar en el gimnasio o en pista dura, ya que sus instalaciones en ese momento solo contaban con dos pistas de tierra.
En 1999 cambia todo. El ascenso al tenis mundial de Juan Carlos Ferrero, que ya estaba posicionado como el número 40 del ATP, junto a la docena de alumnos que se formaban en la academia, obligó a Antonio a acudir al Ayuntamiento de Villena para darles un ultimátum: «O hago las instalaciones más grandes o me voy a otra ciudad». La respuesta del primer edil del Consistorio villenense fue displicente: «Comienza las obras, que ya lo iremos arreglando».
Durante aproximadamente dos décadas Antonio iba ampliando las instalaciones, que cada vez tenían más fama, debido a una declaración de interés comunitario (DIC) que había recibido en 2014. El fundador cuenta que los alcaldes que ha tenido Villena durante estos años «se pasaban la pelota unos a otros» y fue el último equipo de gobierno con la «ayuda» de Ximo Puig quien se ha preocupado de legalizar la situación para que pueda ampliar.
El impulsor de grandes tenistas españoles sabe de la importancia de este deporte en la Comunitat Valenciana, a la que considera «la región más fuerte del mundo a nivel de tenis desde la aparición de Juan Carlos Ferrero y David Ferrer», ya que es la que más tenistas ha sacado entre los cien mejores jugadores del mundo. En este tiempo, 30 top 100 mundiales han entrenado en la Comunitat, incluidos cuatro números uno: Juan Carlos Ferrero, los hermanos rusos Marat Safin y Dinara Sáfina, y Carlos Alcaraz.
Dentro de la Comunitat, destaca a la provincia de Alicante y su circuito de tenis -el más antiguo de España- que congrega cada año, entre octubre y diciembre, a más de 500 niños. «Todos los jugadores que han disputado el torneo han hecho un trabajo muy fuerte para el tenis alicantino».
Por último, el fundador de la Ferrero Tennis Academy augura un gran futuro, ya que, tras años de lucha, la Generalitat dio el pasado mes de octubre el visto bueno para ampliar la Declaración de Interés Comunitario (DIC) y mejorar las instalaciones tras haber presentado la documentación requerida. Ahora, la expansión está en manos del Ayuntamiento, del que espera sus técnicos no encuentren ningún problema, como no los ha tenido la administración autonómica.
Entre las mejoras resalta la construcción de ocho o diez pistas de tenis más para llegar a las 28-30, un nuevo gimnasio más del doble de grande, ampliarán el comedor de los deportistas y duplicarán las habitaciones para poder acoger a los máximos alumnos posibles.
Martínez Cascales reconoce que, aunque desde antes del covid la academia estaba creciendo por el buen trabajo, tienen a Carlos Alcaraz. «Es el mejor comercial del mundo del tenis y tenemos que aprovecharlo. La provincia de Alicante siempre estará ligada al tenis».
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