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El PSOE busca pasar página y cerrar lo antes posible el debate con Podemos y sus socios de legislatura sobre el envío de carros de combate al frente de batalla en Ucrania. Desde el ala socialista del Gobierno tienen claro que se trata de «un ... compromiso» adquirido con los aliados de la OTAN y la Unión Europea y, cómo tal, es ineludible. En una visita este viernes al contingente español desplegado en la Base de Adazi, en Letonia, la ministra de Defensa,Margarita Robles, señaló que desplegar las unidades de Leopards 2A4 junto al resto de vehículos aliados «es la mejor manera de defender a los ciudadanos ucranianos» en una guerra de la que, sostuvo, «el único culpable es Vladímir Putin».
Robles también avanzó que los blindados españoles podrían actuar sobre el terreno en el este de Ucrania al inicio de la próxima primavera. Para ello sería necesario forzar máquinas y comenzar el entrenamiento de tripulaciones ucranianias tanto en el manejo de los Leopards como en las labores de mantenimiento de los mismos. El Gobierno de Kiev envío el jueves una solicitud oficial a Moncloa para que este aprendizaje pueda realizarse en territorio español y este viernes la titular de Defensa confirmó que ha respondido afirmativamente.
En cuanto a la cantidad de carros de combate que suministrará España, todo sigue dependiendo de dos factores. En primer lugar, la coordinación con los aliados. «No podemos enviarlos por separado, sin contar con los demás», reconoció la ministra. Para ello ya se celebró el jueves por la tarde una reunión auspiciada por el titular de Defensa germano, Boris Pistorius, con países europeos que disponen de unidades Leopard 2 y sus variantes. Un encuentro que será regular en las próximas semanas.
La otra cuestión, clave para España, es la que genera más incertidumbre. Los vehículos que el Gobierno baraja para su envío al frente de batalla son los Leopard 2 A4 que llevan una década almacenados en la Agrupación de Apoyo Logístico número 41, con base en Zaragoza. Descartados los que se encuentran desplegados en Ceuta y Melilla y los acuartelados en otras zonas de la península, estos carros de combate necesitan reparaciones y una profunda puesta a punto debido a su estado de desuso. La propia Robles reconoció durante el verano pasado que «algunos se encuentran en un estado lamentable». Ahora, en cambio, la descripción oficial es algo más indulgente y son «recuperables».
Mientras tanto, desde el ala de Unidas Podemos en el Gobierno, arrecian las críticas al envío de tanques. Aunque los morados están siendo menos beligerantes que en marzo del año pasado, cuando surgieron importantes diferencias por el envío de «material defensivo» a Ucrania, este viernes el ex Jefe de Estado Mayor de la Defensa y después dirigente de Podemos, José Julio Rodríguez, reconoció que no comparte la decisión de enviar estos carros de combate porque cree que su consecuencia será la de «alargar la guerra» y aumentar los riesgos de una «peligrosa» escalada militar. «¿Cuál es el objetivo de enviar unos pocos carros de combate de diferente modelo y estado operativo?», se pregunta el que fuera jefe de la cúpula militar.
Para colmo, desde Kiev han iniciado una campaña para que los socios, además de los blindados prometidos, envíen también cazabombarderos de última generación. Una petición con la que Podemos ve reforzado su argumento de la escalada bélica.
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