Rajoy reclama unir el voto a un PP que no es «bisagrista» ni «un invento de un cuarto de hora»

Además de esta referencia velada a Vox, que aspira a formar parte de gobiernos en municipios y autonomías a partir del 28 de mayo, tampoco se ha olvidado de los hasta ahora socios del Partido Popular en el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación Provincial: «No somos un invento que dura un cuarto de hora. ¿Dónde está UPyD? ¿Qué pasará con Ciudadanos? ¿Dónde irá Podemos?».

Rajoy ha participado este martes en la presentación de Luis Barcala como candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Alicante junto al presidente del PPCV, Carlos Mazón, y provincial, Toni Pérez.

Rajoy siempre ha tenido una relación muy especial con Alicante. Fue registrador de la propiedad en Santa Pola, ahora trasladado a Madrid, y ha compartido en la ciudad grandes momentos, como cuando acudió a presentar a Barcala al recuperar la Alcaldía en 2018 y su famoso «alcalde de Alicante, como así se llama». Esta cita ha sobrevolado la presentación en varios momentos.

Los populares tienen en las municipales y autonómicas un primer hito en el camino de Feijóo hacia la Moncloa y Rajoy no lo oculta: «El 28 de mayo también es momento para opinar de lo que pasa aquí en España».

Rajoy anhela volver al modelo bipartidista, que empezó a desquebrajarse precisamente a raíz de la crisis de 2008 y al que le pilló de lleno en su segunda legislatura, cuando hubo «proliferación de partidos de toda suerte y de todas las ideologías: de izquierdas, de derechas, de centro y de nada».

El gallego fue presidente del Gobierno en dos legislaturas: una con mayoría absoluta y otra en la que gobernó en minoría y que no concluyó por la moción de censura de Pedro Sánchez.

Sobre su predecesor en la Presidencia del Gobierno, obviamente no le pone bien. Lo primero que critica es que «buena parte de los problemas de España tiene su origen en los pactos postelectorales del PSOE al abandonar la centralidad». Se nota que a Rajoy le gustaría que Feijóo se encontrara con otro líder de la oposición como él con Rubalcaba porque «las grandes decisiones se toman con grandes acuerdos» y eso «también se ha roto».

Ahora, en su lugar, «el PSOE ha pactado con lo mejor de cada casa», incluido Bildu y ERC, dos socios a los que «a nadie se le ocurre hacer una fuerza significativa». Porque «aquí se discute la Transición, la Constitución, aquí se habla del pasado en lugar de mirar al futuro».

Rajoy hizo un repaso de detrás hacia adelante. Fijándose en el presente, le preocupan «el aumento de la deuda, del déficit público y el aumento de los precios» y que «no se hagan reformas, sino contrarreformas como la laboral o las pensiones».

El expresidente popular no ha obviado críticas al Ejecutivo de coalición PSOE-Podemos y a leyes como la de Bienestar Animal o del Sí es Sí, «que llevan al resultado de que los violadores salen a la calle o se reducen las penas y siguen siendo incapaces de ponerse de acuerdo», lo que entiende como un «espectáculo poco edificante».

«Solo estamos a lo que me convenga en el día de hoy, no en el medio y largo plazo», ha lamentado Rajoy. Y, con la vista puesta en el futuro, espera que «el próximo Gobierno de España no se encuentre lo que nos encontramos nosotros, con ayuntamientos y gobiernos autonómicos en quiebra». Ha animado al electorado a «tomar nota de las cosas que fueron mal» para no repetirlas.

En definitiva, Rajoy utilizó una frase de Barcala para resumir la situación actual: «Malas compañías, malas leyes y mala gestión de la economía».