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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante su discurso de final de año. GVA

Puig vende «estabilidad» económica y medidas contra la inflación para el 2023

El presidente de la Generalitat ofrece en su discurso de Fin de Año «confianza» y «pactos» en los grandes asuntos como la financiación autonómica o el agua

Viernes, 30 de diciembre 2022, 14:28

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ofrece un escenario de «estabilidad económica» para la Comunitat Valenciana como garantía para el próximo año 2023. La reforma fiscal aprobada en Les Corts y la prórroga en descuentos para transporte público y tasas son las grandes bazas ... que ha destacado el jefe del Consell durante su discurso de Fin de Año.

El 2023 va a ser año electoral. Las elecciones municipales y, previsiblemente también autonómicas en la Comunitat Valenciana, se celebrarán el 28 de mayo. Los partidos políticos arrancarán después de las fiestas de Navidad la segunda fase de una precamapaña que ya ha arrancó de manera extraoficial en septiembre.

A partir de ahora, serán meses de promesas, anuncios, programas e iniciativas. Todas, con tal de captar la atención de los ciudadanos y votantes.

«Es la hora de aprobar sin excusas una financiación justa, garantizar con justicia recursos básicos como el agua y oxigenar industrias solventes como la cerámica»

ximo puig

Presidente de la Generalitat

El presidente de la Generalitat no es ajeno, ni mucho menos, a este escenario. El discurso Fin de Año ha resultado un resumen no solo de los últimos 12 meses, también balance de la legislatura y anuncio de lo que está por llegar.

Puig no se amedrenta ante la mala situación económica general, con un escenario de inflación anormal provocado por la guerra en Ucrania. El presidente, de hecho, confía en las buenas perspectivas económicas que ofrece 2023 para el segundo trimestre del año terminen de espantar los fantasmas de una crisis económica de duras proporciones.

Lo cierto es que la economía está comportándose mejor de lo que se esperaba, a pesar de la situación inflacionaria. De hecho, ha destacado el récord de empleo alcanzado, con 2.076.000 personas ocupadas. Presume del mayor crecimiento del conjunto autonómico. Como balance de las dos legislaturas del Botànic, ha subrayado que en siete años se han creado en la Comunitat Valenciana 430.000 nuevos empleos.

Por eso, en su mensaje de final de año ofrece «confianza» y «ambición de progreso» dentro de un escenario de «estabiliad», concepto éste muy repetido durante todo el discurso.

Todo, a pesar de que muchas familias y empresas estén pasando ahora malos momentos por el incremento de los precios, especialmente en la cesta de la compra.

Ahí llega la segunda parte del mensaje: la continuidad de las medidas de lucha contra la inflación. No son nuevas, sino prórrogas de las que ya se han puesto en marcha los últimos meses de 2022. A saber, que las familias continúen ahorrando un 10 % en todas las tasas, así como prorrogar la suspensión del canon de saneamiento hasta julio y extender la gratuidad del transporte público para jóvenes y rebajar hasta un 50 % las tarifas para el resto de la ciudadanía hasta agosto.

Lo que sí entrará como novedad a partir del 1 de enero es la reforma del sistema fiscal en la Comunitat Valenciana. Un anuncio que sorprendió a todos en el Debate de Política General de septiembre en Les Corts, incluso a su propio partido en Madrid y a sus socios de gobierno. Una rebaja de impuesto que Puig ha sabido hacer suya, pese a que semanas antes la negaba.

«La respuesta valenciana es clara: contra la inflación, apoyo público, y contra la incertidumbre, estabilidad», ha insistido el máximo responsable del Consell. Ha recordado que la valenciana es la única autonomía de las más pobladas que ha logrado aprobar ocho presupuestos en ocho años.

Posición centrada

Y todo ello, a pesar de sus socios de gobierno, Compromís y Podemos. Puig ha sabido nadar y guardar la ropa en estas legislaturas, dar lo suficiente para que sus socios estén contentos, pero mantenerse en una posición centrada.

Que le permite, además, presumir ahora de algunos grandes éxitos la llegada de la factoría de Volkswagen a Parc Sagunt y la apuesta por Ford Almussafes como «centro neurálgico» en Europa del vehículo eléctrico. Dos «hitos» para el presidente, sin duda alguna. Los dos, además, para Valencia y ninguno para Alicante, su gran talón de Aquiles.

Queda superada, pues, la prueba económica. En términos políticos, Puig sigue vendiendo la imagen centrada que, entiende, puede darle continuidad en el Palau de la Generalitat. De ahí que reivindique la «política útil» y convoque al acuerdo para «abrir un ciclo de grandes pactos» que permita completar en España «con responsabilidad» el desbloqueo de las instituciones.

Habla de pactos para referirse a aquellos temas en los que no ha conseguido sacarlos adelante. Puig reivindica que «es la hora de aprobar sin excusas una financiación justa, garantizar con justicia recursos básicos como el agua y oxigenar industrias solventes como la cerámica». Temas todos ellos que dependen, no solo de la Generalitat, sino también del Gobierno central. Quizás el origen de todos los males que aquejan a Puig.

En tono casi prelectoral, ha invitado a los valencianos a «elegir la esperanza» desde los valores que unen a una Comunitat Valenciana «preparada para un nuevo renacimiento» y «capacitada para alcanzar una sociedad avanzada, con trabajo, justicia social y responsabilidad con el medio ambiente».

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