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Era la primera vez que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, se veía con los Reyes fuera de Valencia tras las dos visitas de Sus Majestades a las zonas afectadas por la riada. La llegada de Felipe VI y doña Letizia a Fitur ha despertado una gran expectación entre los presentes, no solo del estand de la Comunitat, sino de todo el Pabellón 7.
Una gran multitud se agolpaba alrededor del president, que esperaba a Sus Majestades junto con el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la consellera de Turismo, Marián Cano, el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, y el primer edil de Elche, Pablo Ruz. Los presentes han llegado incluso a gritar «Viva el Rey» durante su paso por el estand de la Generalitat.
Una vez allí, el Rey y Mazón se han dado un sentido apretón de manos y el jefe del Consell les ha hecho entrega de un regalo especial, en recuerdo de las zonas afectadas por la DANA que visitaron Sus Majestades hasta en dos ocasiones durante el tramo final del pasado año.
Estos regalos han sido varios abanicos artesanos fabricados por las empresas afectadas por la riada. El president le ha regalado uno a cada uno y también dos para la princesa Leonor y la infanta Sofía. El abanico para el Rey Felipe VI ha sido fabricado por Abanicos Muñoz y está compuesto de algodón y madera de danta, mientras que el de la Reina está elaborado con ébano y adornado con clavillos birllantes y anilla, siendo este de Abanicos Burriel.
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El president ha explicado a los medios en declaraciones posteriores que estos abanicos «se han hecho en la zona 0 de un municipio muy afectado como es Aldaia» y ha asegurado que ha sido «todo un orgullo darle estos obsequios en nombre de los abaniqueros».
Mazón ha destacado el «gesto que han tenido los Reyes con la Comunitat» y les ha agradecido «su cercanía, su visita, su atención y su solidaridad» antes de recoger «un detalle que les ha llegado al corazón porque está hecho con el corazón».
Estos 14 talleres de abanicos artesanos se ubican en Aldaia, donde se encuentran la mitad de las empresas de este sector afectadas por la riada. La catástrofe también ha dañado el museo del 'palmito', que guardaba ejemplares de los siglos XVIII y XIX.
Y es que este museo tenía en su haber 800 abanicos, algunos de los cuales han quedado destrozados. Por fortuna los que se encontraban en armarios y en las plantas de arriba han podido salvarse y se guardan en el Museo de Prehistoria de Valencia, salvándose así el 80% de la colección.
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