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Episodio 7

No va a cambiar. Recuérdalo.

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Tras descubrir la infidelidad de su mujer Katia, Pedro Nieva empieza a obsesionarse con Javier Ardines, su amigo, el amante de su esposa. Y entonces descuida otros frentes que le causarán graves problemas.

Una investigación periodística con la colaboración de

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Episodio 7

Sumario

Las conversaciones de móvil entre Pedro Nieva y su mujer Katia Blanco

Documento del sumario que recoge el mensaje con un punto que Pedro Nieva envía a Javier Ardines la noche previa al primer intento de asesinato. La Guardia Civil cree que fue una sentencia de muerte.

Episodio 7

Documento de los mensajes que intercambian Nieva y Katia después de descubrirse la infidelidad. Los whatsapps tuvieron una gran importancia en la investigación policial.

Episodio 7
Episodio 7

Conversación de WhatsApp de Katia con Nieva...

Episodio 7

… y de Katia con Nuria, la mujer de Ardines.

Episodio 7

Tras descubrir la infidelidad, Pedro Nieva consulta páginas webs de empresas de espionaje y de pruebas de paternidad.

Episodio 7

[SONIDO COCHE EN LA CARRETERA, SINTONIZANDO LA RADIO, SE APAGA]

Narrador Entre la localidad vizcaína de Amorebieta y el concejo asturiano de Llanes hay 199 kilómetros. Por la autovía del Norte, que discurre junto al mar, a través de un paisaje que funde el verde de la montaña con el azul del Cantábrico, se tardan dos horas. Pedro Nieva y su familia conocen cada curva del camino.

Castro. Laredo. Santoña.

Casi todos los fines de semana, durante años, van a su chalé de Belmonte de Pría. Torrelavega. Cabezón. San Vicente.

Por supuesto también en vacaciones de verano y Semana Santa. Allí están las raíces de Katia. Allí, en Llanes, ella es feliz. Durante mucho tiempo es un viaje de placer para la pareja.

Audio servilleta Digo “calentar la casa”. Le dije: “Pues sí, calentando la casa para cuando llegues” Menos mal que no sabe cómo la caliento. Si no, agárrate que vienen curvas.

Narrador Hasta el 9 de diciembre de 2017.

Audio servilleta Calla, calla.

Katia No, no, no… Déjate.

Ardines Llevamos años librando.

Narrador Todo cambia en la sidrería Muros. En Nueva de Llanes. Apenas a 6 minutos en coche de Belmonte de Pría. Ese día el electricista Pedro Nieva confirma en el restaurante que su mujer le engaña con Javier Ardines, su amigo. Se convence de forma definitiva. Tres minutos y cuatro segundos dura el audio que revela la traición. Una conversación íntima que, hábilmente, graba con su móvil, oculto bajo una servilleta, cuando se levanta para ir al baño.

Audio servilleta Sí, madre mía. hay que tener cuidado… cuando te confías es lo peor…

Katia Aquí suelen hacer también muy rica la tarta de queso.

Narrador Al día siguiente de la comida, Pedro le pide explicaciones a Katia pero ella le niega la infidelidad. Defiende que sólo es una charla picante.

A Pedro Nieva le cuesta creerla, le gustaría creerla, pero en su fuero interno sabe que hay algo entre los dos. Y no lo puede soportar…

Como él mismo confesará después, escucha este audio mil veces. Se lo sabe de memoria.

Audio servilleta Llevamos años librando.

[REBOBINADO]

Narrador Son tres minutos y cuatro segundos de grabación. Y dos horas de viaje. Hagamos un cálculo: las voces resuenan en su Audi A6... 39 veces…

Guillermo Portero No puede evitar que le vengan esas ideas e intenta examinar continuamente el audio del teléfono para ratificar esa sospecha.

Narrador Guillermo Portero es un forense especializado en psiquiatría que ha examinado durante años las mentes de los asesinos más sanguinarios de Bizkaia. Estudió, por ejemplo, a Juan Carlos Aguilar, el falso shaolín, maestro de artes marciales bilbaíno condenado por matar a dos mujeres y descuartizar en su gimnasio a una de ellas. Aunque en la segunda entrevista, Aguilar se negó a continuar.

El especialista forense se acerca ahora con nosotros al comportamiento de Pedro Nieva.

Guillermo Portero Eso es relativamente frecuente como mecanismo en un celoso de tipo obsesivo.

Narrador Aunque hay algo que le llama específicamente la atención de este caso.

Guillermo Portero Lo más normal es que sea la víctima ella o los dos, pero también ella.

Narrador Es decir, en lógica forense, Pedro debería haber culpado a Katia, o alejarse de ella y olvidar el asunto… ¿Pero Ardines? ¿Por qué dirigir su rabia contra él?

Guillermo Portero Puede pensarse principalmente dos cosas una, que le hace a él más responsable que a su mujer, esa sería la primera cuestión. La segunda cuestión es que tenga una extraordinaria dependencia de la mujer.

Narrador ¿Qué pasa entonces por la cabeza de Pedro Nieva? ¿Cómo llega a convertirse en el instigador de un asesinato? ¿Por qué su venganza se cocina durante 9 meses? ¿Y cómo se desbarata mientras tanto su vida de delincuente?

LAS DOS MUERTES DE JAVIER ARDINES. EPISODIO 7: NO VA A CAMBIAR. RECUÉRDALO

[SONIDO WHATSAPP]

Voz 1 Puedo sentir cómo me olvidas.

[SONIDO WHATSAPP]

Voz 1 Te me escapas de entre los dedos. Me muero si te pierdo y sé que te perderé.

[SONIDO WHATSAPP]

Voz 1 Te he querido más que a mi vida, recuérdalo siempre mi amor.

Narrador Al día siguiente de la comida en la sidrería, el 9 de diciembre de 2017, Pedro y Katia empiezan a intercambiar mensajes de whatsapp.

Ainhoa de las Heras En el sumario aparecen decenas de páginas de conversaciones. Son mensajes de amor adolescente, de desesperación.

Narrador Ainhoa de las Heras, periodista de El Correo, ha buceado en las transcripciones.

Ainhoa de las Heras Durante dos meses, el intercambio de mensajes es continuo. Pedro Nieva está desgarrado de dolor. Katia teme una ruptura definitiva y trata de quitarle importancia. Tres de esos mensajes son reveladores.

[SONIDO WHATSAPP]

Voz 1 Tú eres mi único punto débil. Tú y sólo tú. Lo demás no me importa. No me importa ni mi propia vida.

Ainhoa de las Heras Van más allá del amor romántico.

[SONIDO WHATSAPP]

Voz 1 El problema es ese. Tu amor hacia mí no es un amor sincero. No es de mi de quien tú estás enamorada. Yo sí, ¡Yo te amo!

Ainhoa de las Heras Pasan del arrebato, a la culpa.

[SONIDO WHATSAPP]

Voz 1 No he sabido entenderte. No he sido capaz de llenar tu vida.

Guillermo Portero Si los celos es un sentimiento, una emoción que pertenecen al grupo de aquellos sentimientos que en determinados momentos o generalmente se pueden considerar normales, como la tristeza, la vergüenza, la ira. Ahora bien, hay un momento que empiezan a ser patológicos.

Narrador El psiquiatra Guillermo Portero detecta ese momento de salto, ese cambio de nivel.

Guillermo Portero Cuando ese sentimiento de alguna manera impregna la vida emocional, que casi todo circunda alrededor de eso, de tal manera que interfiere en las actividades de pareja, en las relaciones, en lo laboral.

Narrador La descripción del especialista encaja como un guante con el comportamiento de Pedro Nieva. Toda su vida gira en torno a la traición de su mujer.

Guillermo Portero Lo primero que vienen efectivamente son las ideas, las sospechas. Cualquier cosa que para otra persona no celosa podría ser normal, él la interpreta mal.

Narrador Y todo se convierte en una montaña rusa.

Guillermo Portero Y entonces el siguiente paso son las conductas de comprobación no, generalmente la más habitual es el interrogatorio, ¿dónde has estado, con quién has estado? ¿Qué has hecho? Etcétera. Pero luego se va también a los controles, controles de teléfono, de vigilancia.

Lorenzo Silva No deberíamos subestimar el resentimiento profundo, puede llevar a una persona a hacer prácticamente cualquier cosa, sobre todo un resentimiento profundo que tiene que ver con una sensación de orgullo herido.

Narrador El escritor Lorenzo Silva cree que para Nieva hay algo peor que la infidelidad.

Lorenzo Silva Toma conocimiento de que quien le es infiel y la persona con la que le es infiel se burlan de él.

Narrador Aquel móvil colocado bajo la servilleta es sólo un primer peldaño de la deriva controladora que se agita en su mente. David Olabarri, periodista de EL CORREO, sigue en el sumario de la causa el rastro de la obsesión de Nieva.

David Olabarri Todo encaja. Días después de la grabación, Pedro Nieva visita numerosas páginas web de tiendas de video vigilancia encubierta, micrófonos y dispositivos de seguimiento. Incluso se interesa por test de ADN y pruebas de paternidad. Duda de que sus hijos sean realmente suyos.

Narrador Los investigadores extraen todos esos datos del Iphone X de Nieva. Y así lo reflejan en el atestado. La Guardia Civil cree que el hombre entra, y así queda escrito textualmente, “en un estado permanente de desazón, celos y rabia”.

David Olabarri El móvil será clave, como veremos más adelante, en la resolución del caso.

Narrador Aunque pueda parecer poco habitual, este tipo de seguimientos y conductas son comunes. Existe un variado mercado de dispositivos tecnológicos al alcance de cualquier persona desconfiada.

Detective 582 Si viene de China en sus 15 o 20 días lo tienen en casa y hay cámaras de vídeo de baja calidad desde 30 euros hasta, no sé, hasta 200 euros.

Soy el detective con licencia 5 8 2. Soy el responsable del despacho de Winterman en Bilbao, en toda la zona norte, y...

Narrador A la puerta de este detective llaman todo tipo de personas. Y aunque su despacho está más orientado a temas empresariales, también hay quien encarga seguimientos por sospechas de infidelidad. De nuevo, los celos.

Detective 582 Cuando ya la pareja llama es que ya tiene unas sospechas fundadas. Hay mucha gente que lleva mucho tiempo con una doble vida, o sea, llevando una relación con otra persona y vamos, y la persona interesada no se entera, no se entera.

Narrador Pedro Nieva sí quiere enterarse. Y los micrófonos y las cámaras no son suficientes para él.

Da un paso más en su desvarío de centinela obsesivo.

En el primer trimestre de 2018, instala una ‘chincheta’, es decir, un localizador GPS adherido a los bajos del BMW de Katia, para vigilar sus movimientos. No se fía de ella. Necesita saber en todo momento dónde está, hacia dónde se mueve.

[REBOBINADO]

Narrador: La obsesión de Nieva con Ardines se cuece a fuego lento. No es lineal. Tras el impacto de la traición, Pedro entra en un periodo de calma, previo a la explosión final. La mecha se ralentiza. La relación con Katia se reconduce.

Los mensajes de amor desgarrado cesan a comienzos de febrero y la pareja parece la de antes. Vuelven a dejarse ver en el Hogan`s, el pub que regenta la hermana de Pedro en Amorebieta. Hay un dato determinante. No van a Llanes. Pasan seis meses sin volver a Asturias. Katia le advierte a Ardines de que su marido sospecha y acuerdan no volver a hablar ni a mandarse mensajes durante un tiempo.

David Olabarri Su entorno cree que eso se explica por los problemas que tienen con el excuñado. En realidad, detrás de esta ausencia está de nuevo la infidelidad. Se quedan en su pueblo, no se mueven. Y así, Ardines se aleja. Y con él la amenaza de un nuevo engaño.

Narrador Los investigadores de la Guardia Civil llaman a este periodo ‘ventana de calma’. El invierno de Amorebieta enfría la cabeza de Pedro Nieva. El verano asturiano queda aún lejos.

David Olabarri Pero es sólo un espejismo. Con el paso de los meses, vuelve a obsesionarse. Y ya no habrá períodos de calma.

Narrador El perfil psicológico de Nieva presenta rasgos de dos tipos de personalidad muy diferentes, una dependiente de su mujer y otra muy fría. Eso asegura el forense Guillermo Portero.

Guillermo Portero Los dependientes sufren. Pero quizá también existan rasgos psicopáticos.

Narrador En la primavera de 2018, cuando aún quedan varios meses para el crimen, Pedro se muestra vulnerable e incapaz de romper con Katia. E inmediatamente después asoma su rostro frío y calculador.

Guillermo Portero ¿Por qué no rompió con todo aquello? No supo romper aquella relación, romperla de forma civilizada, no digo como luego lo ha hecho. Y por qué ese detonante tan brusco con esta segunda, con esta otra infidelidad, ¿no?

Narrador Así es, hubo una primera infidelidad en el pasado, pero Pedro perdonó el desliz. La familia Nieva lo sabía. Su hermana Amaia hablaba con él abiertamente de este primer engaño.

Josu García Ella, Amaia, es la voz de su conciencia. El gran apoyo de Pedro. Desde el mismo momento en que conoce lo sucedido en la sidrería intenta abrirle los ojos.

Narrador El periodista Josu García conoce bien esta parte de la historia porque ha estudiado los cientos de Whatsapps que contiene el sumario.

Josu García Ella se preocupa mucho por su hermano. Le ve hundido. Le propone que se separe “un mes” para ver qué pasa.

Narrador Desde diciembre de 2017 hasta agosto de 2018, Nieva y su hermana Amaia se escriben a menudo. Ella llega a calificar a su cuñada de “manipuladora” y “chantajista emocional”. Le pide que rompa la relación.

Josu García Y hay dos Whatsapps también muy llamativos. Aquí los tengo: “Aunque me duela decírtelo, yo creo que va a seguir con sus historias. No es la primera ni la última vez que es infiel. No va a cambiar. Recuerdalo”. Y el otro: “No te sientas culpable… Ella es la que lo ha hecho mal, la única culpable es ella”.

Narrador Esta vez, sin embargo, la traición es más profunda. Es un engaño con su amigo, un doble engaño. Alguien de la familia. Katia y la mujer del concejal, Nuria, son primas. Y Ardines es un tipo al que conoce de toda la vida. Tan cercano y tan diferente a él. Porque Ardines y Nieva son dos polos opuestos. El mar y la montaña. El verano y el invierno. El asturiano, idealista y zalamero. El vasco, retraído y parco en palabras. Uno concejal de pueblo, respetado y con capacidad de servicio público. El otro un ambicioso empresario, en el alambre de la vida delictiva. Uno conduce una furgoneta de labor y navega en un barco de pesca. El otro es dueño de BMWs y Audis. Y Katia entre los dos. En la cabeza de Pedro Nieva se fragua otra sospecha: ¿Cuándo empezó esa historia? ¿cuánto ha durado? ¿Toda una vida?

Pedro Nieva Mi mujer que sea, que tenga una infidelidad. Pues no puede dar motivo a que yo encargue un asesinato para nada.

Ardines Digamos que hay dos Llanes, ¿no? El Llanes residencial habitual de los que vivimos aquí todo el año, y el Llanes de la época estival,de la época del turismo, donde Llanes se colapsa.

Narrador La mente de Nieva vuelve una y otra vez a la grabación.

Katia Bueno, no te preocupes, que enero llega enseguida. En enero me escaparé.

Narrador No puede pensar en otra cosa. Sobre todo teniendo en cuenta que su pareja le ha prometido a su amante que le visitará a la menor oportunidad. Que dejará las montañas de Amorebieta para volver al mar de Llanes, donde es feliz. Y eso pone en cuestión el mundo de Nieva. Trastoca muchas cosas. Afecta a todo. Hasta el punto de que descuida el resto de facetas de su vida.

La empresa de instalaciones eléctricas, que había refundado en 2016, se tambalea. Desatiende la plantación de marihuana en las Merindades, que ya está siendo investigada por la Guardia Civil. Y, como veremos, se olvida también de los problemas con su excuñado. Es decir, Pedro Nieva empieza a tener fallos, errores profesionales, algo que nunca le había ocurrido. En concreto, empieza a llamar la atención. Y eso no es bueno para alguien relacionado con el mundo de las drogas…

Nekane Las paredes totalmente agujereadas por todos los accesorios y lámparas y demás, pues el suelo agujerea.

Narrador Uno de esos errores fue destrozar la casa en Lastras de Teza, al norte de Burgos. Ya saben, el pueblo de los jabalíes…

Nekane Bueno, la verdad que el destrozo y la desilusión fue muy grande, la verdad.

Nekane Vaciaron la casa de muebles, eh. Bueno, lo único que respetaron fue la sala y nada, el baño que estaba nuevo.

Narrador Nekane era la dueña de la casa rústica que Nieva y sus socios alquilaron. A él, a Pedro, no llegó a verle.

Narrador El chalet era el lugar perfecto para el cultivo de droga.

Nekane Si la casa era a pedir de boca. Pues porque entre un grupo de casas, la casa era de las últimas, de muchos árboles alrededor y demás. Para el que quiera hacer algo así, la casa invitaba.

Narrador En sus idas y vueltas, en su obsesión, en mayo de 2018, Nieva da otro paso en falso. Pierde los papeles con su excuñado, con el que no tenía una buena relación... Comienza a mandarle mensajes hirientes. Este es Víctor, leyendo esos mensajes:

Víctor González Muérete solito que me das asco. Y quédate solo, sin tus hijos y sin nada.

Narrador Todo esto terminará también en los tribunales.

Víctor González No te estás enterando de nada, de nada, de nada de lo que te viene encima. Puedes enseñar los mensajes a tu puta madre, a la Ertzaina y a su señoría. Vive tu vida y déjanos en paz.

Narrador El 12 de mayo de 2018, según la Fiscalía, Pedro Nieva y su hijo mayor se presentan de madrugada en un parking al aire libre de Iurreta, donde Víctor acaba de abrir un negocio de alquiler de coches. Es noche cerrada. Apenas hay visibilidad. Y con la pata de una mesa, Pedro supuestamente golpea a una persona, Víctor: Pero, no, no es Víctor: para su sorpresa no es su excuñado, sino un amigo suyo, Federico.

Victor González Mi amigo está vivo de milagro

Narrador Se inicia entonces un forcejeo.

Victor González Es decir, yo estoy vivo de milagro. Lo que está claro es que yo me pude enfrentar a él y pude tirarlo al suelo, y es cuando él y su hijo se fueron a la fuga porque no podían hacer nada contra mi, contra mi amigo.

Narrador Víctor está convencido de que el incidente es premonitorio.

Victor González Tres meses antes de que Javier Ardines muera. Lo intenta conmigo, pero le sale mal.

Narrador 17 de junio de 2021. Bilbao.

Pedro, hoy, está a sólo cuatro meses de ser juzgado por el crimen de Javier Ardines. Un proceso que va a marcar el resto de su vida. Pero esta mañana se presenta ante otra jueza. Se sienta en el banquillo de los acusados por aquella agresión a Víctor y a uno de sus amigos. La fiscal pide tres años de cárcel para Nieva y su hijo mayor. Dos de nuestros periodistas acuden a la vista oral.

Ainhoa de las Heras Nieva aparece con camisa a cuadros rojos y azules, pantalones vaqueros y zapatillas deportivas. Dos ertzainas le escoltan. Le han trasladado desde la cárcel alavesa de Zaballa, donde permanece en prisión preventiva. En la sala de vistas le quitan las esposas.

Narrador El abogado de Víctor González cree que la cárcel le ha cambiado…

Abogado de Víctor González Sí, le he visto un poco más, más mayor, como más bajo, así como de tono vital. Yo no es que sea ni psicólogo, ni entiendo el idioma de los signos y estas cosas de hoy en día. Le he visto con el pelo más canoso y un poco más preocupado.

Ainhoa de las Heras Pedro Nieva se alegra mucho al ver a su hijo. Le toca la pierna y le hace gestos constantes de cariño.

Nieva Como ya le he dicho que a la una estaba durmiendo. Es imposible que a la una y veinte esté en un parking.

Narrador Este es Pedro Nieva. Defendiéndose y respondiendo al abogado de su excuñado.

Abogado de Víctor González ¿Es cierto que usted tiene una fuerte enemistad con Víctor González Villar?

Nieva Más bien él con nosotros. Ya les digo que más bien él con nosotros. Yo con él no tengo absolutamente ningún problema.

David Olabarri Nieva declara de pie. Las manos detrás de la espalda. Habla muy bajo. Desde la tercera fila no se le escucha muy bien.

Narrador En el juicio son muy importantes las declaraciones de los testigos. El abogado de Nieva dice que es imposible que agrediera a su excuñado. Su coartada es su mujer. Sí, Katia.

Katia ¿Estaba usted a la una de la madrugada en casa?

Katia Sí.

Fiscal Estaba usted despierta.

Katia Medio dormida.

Fiscal ¿Quién más estaba?

Katia Mi marido y mi hijo pequeño.

David Olabarri Katia llega al juicio arropada por su hermana Begoña. Lleva una falda larga negra que deja ver un tatuaje de un delfín en el tobillo y una camiseta blanca. Está muy bien maquillada. Y perfectamente conjuntada. La sombra de ojos a juego de la mascarilla. Su tono de voz es elevado.

Narrador La declaración de Katia confirma la versión de Nieva. Estaban juntos en la cama. Él no pudo golpear a Víctor. Le defiende hasta el final.

David Olabarri Nadie se lo pregunta, pero ella quiere dejar claro que seguirá siendo su marido.

Abogado de Victor González Obviamente, si usted sigue casado hoy con Pedro, por supuesto, estaba casada con él el 12 de mayo de 2018.

Katia Llevo 25 años casi casada con él y seguiré casada con él.

Narrador Esto está dicho a pocas semanas de empezar el juicio en el que a su marido se le acusa de matar a su amante.

Ainhoa de las Heras El juicio queda visto para sentencia.

Narrador En el receso del juicio, Katia se acerca a nuestros compañeros.

Ainhoa de la Heras Sí, para aclarar que Víctor tiene una condena por violencia de género. Que su hermana Begoña lleva escolta como mujer maltratada y que Víctor no paga la pensión de sus hijos.

Narrador Y pide que lo contemos. Que lo contemos todo, no sólo la versión de su excuñado.

Ainhoa de las Heras Pero ella no quiere hablar públicamente. Dice que no le gusta. Su abogado tampoco quiere decir nada.

Narrador La vista ha terminado, pero la tensión continúa en los pasillos del juzgado…

David Olabarri A la salida, Victor y el hijo de Nieva casi llegan a las manos. Intercambian insultos y amenazas. En un momento dado, el chico se acerca a Víctor. Se muerde el labio. Parece que le va a pegar. Y acaba dando una fuerte palmada a apenas un metro de su cabeza.

Víctor González Me tiene miedo.

Abogado de Víctor González Bueno, tengamos la fiesta en paz. ¿Vale?

Víctor González Me tiene miedo.

Narrador Un mes después de la vista, la jueza dicta sentencia. Pedro Nieva y su hijo son declarados inocentes. La magistrada dictamina que el ataque existió pero un detalle del aspecto físico de Nieva resulta determinante para su absolución. La barba. Los testigos afirman que el agresor era un hombre perfectamente afeitado pero un ertzaintza asegura que cuando Pedro fue a la comisaría, al día siguiente, llevaba barba... No puede ser entonces la misma persona.

Lo cierto es que Pedro Nieva empezó a dejarse barba en diciembre de 2017. Es una fecha que coincide con la comida de la sidrería Muros, cuando conoció el secreto de Katia y Ardines...

Pero volvamos a los meses previos al crimen. En esos momentos, la empresa, la marihuana, sus negocios, el excuñado… todo está en tensión, todo le da problemas. Pero para Nieva estos asuntos pasan a un segundo plano. Su única obsesión son Katia y Javier Ardines.

El buen tiempo es un regalo en Llanes: el sol, las playas, las fiestas... Pero con las vacaciones también llega la amenaza de un nuevo engaño. Pedro Nieva ya no puede pensar en otra cosa.

Detective Ya no me cogía el teléfono, no respondía a los WhatsApp y cuando y además incluso le notaba ya una reacción como de no no querer ya saber más del tema.

Narrador El detective que Pedro Nieva contrata para seguir los pasos de su excuñado no es el único que percibe un cambio de actitud. Un amigo también lo nota raro. Se interesa por él. Le pregunta: qué le pasa.

Este hombre será muy importante en esta historia. Es Jesús Muguruza, el supuesto intermediario entre Nieva y los sicarios. Uno de los cuatro acusados que esperan en la cárcel a ser juzgados por la muerte de Ardines.

Pedro le confiesa la infidelidad de Katia. Estamos en junio de 2018 y el periodo de calma ha terminado. Quiere que le ayude a vengarse.

Antes, habrá una gota que colme el vaso. El 5 de agosto. En Amorebieta. En su casa. Katia y Pedro tienen una fuerte discusión. Ella coge el coche a las nueve de la mañana y se va a Llanes, por la autopista que tantas veces ha recorrido, la que le lleva hacia Ardines.

Ainhoa de las Heras Lo hace pese a la advertencia de que si se marcha a Asturias, iban a romper. Nieva la sigue una hora después. Y comprueba que le ha desafiado y que está en el chalé de Belmonte de Pría, cerca de su amante.

Narrador 125 metros en línea recta separan la casa de Katia y Pedro de la de Ardines… Piensa que se van a ver. Esta vez ya no podría superarlo. Toma una decisión que puede poner todo patas arriba. Y que de hecho resultará determinante en la investigación.

Ainhoa de las Heras De regreso en Amorebieta, Pedro decide enviarle la grabación a Nuria, la mujer de Ardines. Llevaba meses dándole vueltas.

Narrador Nuria no lo abre. Nieva, entonces, da un paso más.

Ainhoa de las Heras Se lo manda a Alba, la hija de Nuria y Ardines. Ella sí lo escucha. Acaba de cometer otro de sus grandes errores.

Narrador Y entonces sí. La relación entre ambas familias estalla en mil pedazos. Se precipitan los acontecimientos. Lo que había estado latente durante meses.

Ainhoa de las Heras Pedro mantiene por Whatsapp varias conversaciones con la hija de Ardines entre el 5 y el 8 de agosto, justo una semana antes del crimen. Se desahoga con ella.

Voz 1 “Lo siento. Pensé que podía superarlo y no quería hacer sufrir a nadie. Pero no puedo más”.

Voz 1 “Yo lo escuché 1.000 veces. Al principio no podía terminar de escucharlo entero. Lo escuché con cascos y en silencio. Y buffff. Me rompo cada vez que lo escucho”.

Ainhoa de las Heras Después de eso, Ardines les bloquea en el teléfono tanto a Nieva como a Katia.

Narrador Han pasado 9 meses desde la comida en la Sidrería Muros de Nueva de Llanes…

Ainhoa de las Heras ...Y Nieva sigue volviendo una y otra vez a la grabación.

Narrador ¿Nieva no trata de hablar con Ardines?

Ainhoa de las Heras Sí.

Narrador ¿Hablan? ¿Y?

Ainhoa de las Heras Tienen dos conversaciones telefónicas el 6 de agosto de más de media hora en las que el concejal se defiende.

Narrador De la grabación, supongo…

Ainhoa de las Heras Le dice que en el restaurante Katia y él hablaban en tono de broma, que no hay nada entre ellos. Pero Nieva no le cree.

Narrador Y, mientras tanto, entre Katia y Nuria también crece la tensión…

Ainhoa de las Heras Katia le dice a su prima que su marido ha hecho un mundo de una conversación y que tiene problemas de celos. Pero Nuria le responde que no le gusta lo que ha escuchado en el audio. Y su relación se rompe.

Narrador Pedro Nieva no cree a su mujer, tampoco a su amigo. Involucra a la familia de Ardines, pide consejo a su hermana, incluso descuida su imagen: se deja una barba desaliñada que, a veces, como hemos visto, juega a su favor…

Su caída tiene varios puntos de inflexión. Hemos hablado de la quiebra de su negocio, de su vinculación con el tráfico de marihuana y sus batallas judiciales. Pero nada de eso le duele tanto como la traición de su mujer, el centro de su vida. Pierde el control. Hasta el punto de ordenar -presuntamente- el asesinato de Javier Ardines.

El 15 de agosto, la noche previa al crimen, Pedro Nieva manda dos mensajes. A Katia, de madrugada, le pregunta si ella tampoco puede dormir. Al mismo tiempo, en Facebook escribe una frase de despecho dirigida a su mujer: “¿Después de una traición se puede ser feliz en el matrimonio?”. El otro mensaje de móvil es para Ardines. A su amigo sólo le envía un punto. Un punto final. Definitivo. Una sentencia de muerte. Un punto que dejó vía libre a los siguientes protagonistas de esta historia: los sicarios.

Episodio 7

El puzzle de las 15.000 piezas

Por Josu García

Cuando era niño me aficioné a los puzles. Empecé con los sencillos: los de 50 piezas de temática Disney (el pato Donald, Mickey Mouse, el tío Gilito…). Pasé pronto al centenar. Y no tardé demasiado en atreverme con los de 1.000. Recuerdo uno del arca de Noé que estaba en casa de mis abuelos. Era complicado, el ‘jodido’. Había patas y cabezas de animales por todos lados. Un día me regalaron uno de 5.000. Nada menos que de las pirámides de Egipto, con decenas de tonos ocres y repleto de confusas líneas. Aquello ya me pareció demasiado para mi paciencia infantil. Le dije a mi abuela Ramoni que armarlo iba a ser más difícil que encontrar una aguja en un pajar. Que me rendía. Que era imposible. “Sólo necesitas calma y tiempo. Todo está ahí, sólo hay que saber ordenar, enlazar… Separar el grano de la paja”, me aconsejó, sabiamente.

El pasado 30 de abril cayó en mis manos otro colosal rompecabezas. El sumario del llamado Caso Ardines. El periódico me ponía a trabajar en un podcast sobre el concejal asesinado en 2018 en Llanes. Presuntamente, el edil murió a manos de dos sicarios que un vizcaíno habría contratado en Bilbao. El objetivo era rescatar cada detalle de la investigación judicial y policial, por nimio que pudiera parecer. Después había que ordenar, jerarquizar y completar con otras fuentes de información para construir un relato pormenorizado: preciso y veraz. Ríete tú de las pirámides y de las 5.000 piezas de aquel desafío infantil. El sumario contaba con 807 documentos. No los hemos contado uno a uno, pero calculamos que hemos manejado más de 15.000 folios.

Hoy en día, los sumarios judiciales ya no viajan en papel sino en pendrive. En las redacciones ya no ves aquellos tomos gruesos y manoseados que llegaban a ocupar una mesa entera de escritorio.

Pero no. Eso solo sucede a veces. Para nuestra desilusión, en nuestro caso, la inmensa mayoría de esos 807 archivos estaban escaneados en formato pdf o jpg con lo que era inviable realizar una búsqueda sensata. Sólo en algunos informes de la Guardia Civil pudimos movernos de manera digital. Así que no quedó otro remedio que leer y releer. Dejarnos las pestañas en aquellos pantallazos blancos y negros. 50, 100, 1.000, 5.000 y más folios. Y como si de un puzle gigante se tratara, fuimos armando las piezas por montoncitos, de manera individual, cada uno en su casa (por la pandemia). Con mimo. Con esmero. Después, tuvimos que ponerlo en común y ensamblarlo todo. El grupo de wasap que creamos para la ocasión se llenó en mayo de preguntas del tipo: “¿Eso dónde lo has visto?”, “¿Sabes el número de documento y la página donde aparecía la matrícula del coche de Katia?” o “Yo lo he leído. No recuerdo dónde, pero seguro que está. Miro mis apuntes”.

Porque en el sumario está todo, ya lo decía mi abuela. Ahí está el grano. Sólo hay que saber apartar la paja. Igual no está ordenado de forma periodística pero está. En realidad, en este caso figuran miles de detalles que un periodista que conoce lo sucedido puede explotar con acierto. Se trata de obtener una guía (la oficial) que te ayude a encontrar protagonistas, desbrozar datos y verificar situaciones. Todo ello con el aval del relato judicial y de la Guardia Civil. De ahí su importancia. Un material que hay que conocer y procesar para despertar el interés del oyente. Para contar a fondo la historia. Porque es imposible condensarlo todo en una hoja de periódico, en cinco minutos de televisión o en tres minutos de radio. Para relatar la verdadera tragedia del asesinato de Javier Ardines hemos usado 72 voces y 262 minutos. Eso solo te lo da el formato podcast. Y que conste que podrían haber sido bastantes más horas. Nos han tenido que poner freno. Porque ya se sabe que, en Bilbao y Asturias, hacemos las cosas a lo grande. No sólo el chuletón y el cachopo.

Los sumarios tienen también piezas muy repetitivas. En el del caso Ardines hay multitud de trámites que salen una y otra vez. Hay documentos en los que se pide al juez permiso para realizar una escucha y después ese mismo texto figura en las peticiones a las operadoras de telefonía. Pero todo tiene su interés, porque forma parte de un proceso dilatado en el tiempo. En cierta manera, uno se hace perfectamente a la idea de cómo la UCO pudo tirar del hilo o de los hilos durante los siete largos meses que duró la investigación.

En el sumario hay también historias alucinantes que no se pueden revelar ya que no fueron determinantes para resolver el crimen. Pistas que se descartaron y que nada tuvieron que ver con el asesinato. Sacarlas a la luz (contienen datos privados) no sería ni periodístico ni ético. Pero sí nos ha llamado mucho la atención los entresijos de un pueblo como Llanes: sus amoríos, sus intrigas, la doble vida de muchas de sus gentes... También de determinadas cosas que sucedieron en Amorebieta o en el norte de Burgos. Son asuntos que quedarán en el tintero.

Y es que los 15.000 folios judiciales constituyen una fuente de información brutal y dibujan, a su manera, un retrato de la sociedad del concejo asturiano. Pero no ha sido, ni mucho menos, la única fuente que hemos manejado. Rizando el rizo, a ese puzle gigantesco le hemos añadido más piezas. Había que completar el relato desde otras perspectivas que para la Guardia Civil y la jueza (volcados en hallar a los culpables) pudieron no ser importantes. Ainhoa y David se encargaron de recabar información de los protagonistas en círculos policiales y de la delincuencia. En ese campo se mueven como nadie. Entre los tres entrevistamos a conocidos de los acusados, a agentes, a detectives privados... Todo eso con la dificultad de que es un tema delicado y hay quien no quiere verse 'salpicado'. Poca gente se atrevió a hablar a cara descubierta y hubo encuentros que se frustraron a última hora.

Hicimos también mucha calle. Porque un periodista de investigación no es solo un ratón de biblioteca. O no debería serlo. A mí me tocó, además, ahondar en organismos oficiales y registros. Sobre todo en lo que tuvo que ver con reconstruir la historia de los negocios de Pedro Nieva. Porque las empresas familiares del presunto inductor del crimen dejaron multitud de rastros en los boletines oficiales durante más de una década, en compendios judiciales, en el registro mercantil y en otros sitios públicos. Allí hallamos multas, embargos, demandas de exempleados, requerimientos de Hacienda, quiebras...

Como os he contado, Ramoni me decía que solo hacía falta paciencia y tiempo. Creo que hemos tenido las dos cosas. Hemos podido parar el reloj de nuestro quehacer cotidiano para armar este gran puzle durante tres meses. Es de agradecer. Entre medias, el 20 de junio, falleció mi abuela. Tenía 97 años. Tenaz y paciente, no ha podido ver el final de este trabajo, pero sin duda que sus consejos los he tenido muy en cuenta: “Separar el grano de la paja, con calma, con orden...”. Sean 5.000 o 15.000 piezas.

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