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Episodio 2

No se rinde un gallo rojo

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El cadáver de Ardines abre interrogantes sobre su biografía. La vida del líder, del pescador, del político queda expuesta al escrutinio público. ¿Quién era en realidad Javier Ardines?

Una investigación periodística con la colaboración de

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Episodio2

En imágenes

La trayectoria política de Javier Ardines

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 1
  • Mayo 2015 Javier Ardines lideró la candidatura de IU en Llanes en las elecciones municipales de 2015. Durante la campaña estuvo arropado por el entonces líder de la formación en Asturias, Gaspar Llamazares. En la imagen, en un acto en la sede local de la coalición en mayo de ese año.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 2
  • Junio 2015 Los resultados de los comicios posibilitaron el cambio de gobierno en Llanes, en manos del PSOE durante casi tres décadas. Para ello, fue preciso la constitución de un cuatripartito suscrito por Vecinos por Llanes, Foro Asturias, PP e IU. En la imagen, desde la izquierda, Enrique Riestra (Vecinos), Javier Ardines (IU), Juan Carlos Armas (PP) y Marían García de la Llana (Foro) tras una reunión de representantes de los todavía grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Llanes celebrada el 8 junio 2015.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 3
  • Diciembre 2015 Los representantes del cuatripartito de Llanes, Javier Ardines (IU), Marían García de la Llana (Foro), Enrique Riestra (Vecinos) y Juan Carlos Armas (PP) en una rueda de prensa tras conocerse la sentencia que obligaba a demoler la polémica ampliación del hotel Kaype en Barro.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 4
  • Octubre 2016 Javier Ardines y el concejal del PP Juan Carlos Armas, entonces encargado de Obras, en un Pleno municipal.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 5
  • Noviembre 2016 Javier Ardines y el alcalde de Llanes, Enrique Riestra. Además de su relación como integrantes del equipo de gobierno llanisco, a ambos les unía una estrecha amistad. En la imagen, en una rueda de prensa en el Ayuntamiento.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 6
  • Marzo 2017 Ardines apostó siempre por el crecimiento urbanístico moderado del concejo y se opuso a sus socios de gobierno en la ordenanza de aparcamientos y chiringuitos de los arenales. En la imagen, durante los trabajos de desmantelamiento del parking ilegal de bufones de Pría.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 7
  • Marzo 2017 Pescador de profesión, asumió la Concejalía de Pesca en un concejo en el que supone una actividad esencial. En la imagen, junto al diputado regional de IU Ovidio Zapico durante una visita al puerto llanisco.

  • Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 8
  • Mayo 2018 Javier Ardines durante su última entrevista, concedida a EL COMERCIO a finales de mayo de 2018, unos dos meses y medio antes de ser asesinado.

Sumario

Registro de la Bramadoria

La policía se traslada al puerto de Llanes para registrar la embarcación propiedad de Javier Ardines, donde se le esperaba aquella mañana del 16 de agosto de 2018.

Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 12
Imágen Caso Ardines Episodio 2. Parte 13

Audio inédito

Entrevista a Javier Ardines

Esta es la entrevista íntegra que Gloria Pomarada, periodista de EL COMERCIO, le hace a Javier Ardines en mayo de 2018, apenas tres meses antes de su asesinato. Nunca antes se ha podido escuchar. En la charla, Ardines explica el origen de su militancia y su forma de entender la política y también se muestra absolutamente sincero sobre la compleja situación municipal de Llanes y la relación con la oposición socialista: "No nos engañemos, esto es una guerra abierta".

Vídeo. Llanes conmocionado por la muerte del concejal

Narrador El verano de 1963, dos estudiantes suecos llaman al timbre del cantautor Chicho Sánchez Ferlosio, en el madrileño barrio de El Viso. Es el cuarto izquierda de un edificio de cuatro plantas. Estamos en plena dictadura. Apenas cuatro meses antes, en abril, Julián Grimau, político comunista, ha sido ejecutado.

Los dos jóvenes traen un magnetofón prestado y le proponen al cantautor grabar un conjunto de canciones de manera clandestina. Metidos en el baño, registran un puñado de temas. Acuerdan que el disco será anónimo, por motivos de seguridad, y se vuelven a Suecia seguidos por la policía secreta. La cinta va pegada a los bajos del coche.

[MÚSICA: GALLO ROJO, GALLO NEGRO]

Narrador “Canciones de la Resistencia Española. Año 1963” está considerado como el primer disco protesta de la historia de nuestro país. Tan solo se editaron 2.000 ejemplares y, de manera inmediata, Gallo rojo, gallo negro se convierte en un himno revolucionario, antifranquista. No solo en España, donde en los 60 se escucha a escondidas (llegan muy pocos ejemplares desde Suecia), sino también en el norte de Europa y en países sudamericanos. La canción, que para muchos habla sobre la Guerra Civil, es todo un clásico reivindicativo.

Chicho Sánchez Ferlosio era hijo de Rafael Sánchez Mazas, fundador de La Falange y desde 1961 se había inscrito como militante en el Partido Comunista. La letra de la canción nos habla de dos gallos, de un enfrentamiento, una rivalidad: quién sabe si el negro de la dictadura y el rojo de la izquierda. O la actitud de los anarquistas y la de los comunistas. O, sin partidos de por medio, el negro de las sombras y el rojo de la resistencia.

Es una canción política, militante, abierta a muchas interpretaciones. Un tema comprometido con la lucha y con la valentía. Por momentos, Sánchez Ferlosio avanza un desencanto, una desilusión...Pero, aún así, se mantiene el espíritu combativo. Hasta el final. Una canción sobre la violencia de quien traiciona y la tenacidad del que persiste...

Este tema, y no otro, fue el escogido por sus compañeros de Izquierda Unida para despedir a Javier Ardines, concejal asesinado. A él le gustaba mucho esta canción.

[MÚSICA: GALLO ROJO, GALLO NEGRO]

Manuel González Orviz Hablar de la muerte siempre es doloroso, y más cuando llega a destiempo y de forma violenta.

Narrador Este es Manuel González Orviz, un amigo personal del fallecido y exsecretario general de Izquierda Unida de Asturias. Estamos en la plaza consistorial de Llanes, la mañana del 21 de agosto de 2018.

Manuel González Orviz… Porque Javi era por encima de cualquier otra cosa, un hombre justo y bueno. Y no verlo así solo se explica desde una mente distorsionada o desde la inquina.

Narrador Nunca un silencio ocultó tantas preguntas como el que se guardó en honor de Javier Ardines. Solo han pasado cinco días desde su asesinato; cinco días de rumores, miedos, informaciones, que en el pueblo, en toda la comarca, la tensión acompaña cada mirada, cada conversación, cada pensamiento…Con la Guardia Civil rondando. Cinco días en los que la incredulidad ante lo ocurrido se mezcla con la pena y la rabia.

Vecino 1 Esto es una pérdida irreparable…

Vecina 2 Currante, marinero…

Vecino 1 ¿Quién puede hacer esto? Yo pienso que…

Manuel González Orviz Porque queremos conocer toda la verdad que ayude a nuestro duelo, aunque la pérdida es irreparable, porque necesitamos justicia y castigo ejemplar a los culpables.

Narrador La concentración acaba con unos aplausos que acallan, al menos durante unos minutos, las dudas. Cada cual guarda los recuerdos vividos junto a Javier, padre, marido, vecino, amigo, abuelo... Se apagan los gallos. Pero en cuanto el silencio regresa, las que serán las preguntas estrella durante los próximos meses retornan con fuerza: ¿Quién ha matado a Javier Ardines y por qué?

LAS DOS MUERTES DE JAVIER ARDINES. EPISODIO 2: NO SE RINDE UN GALLO ROJO

Narrador El día que Javier Ardines fue asesinado tenía una cita con el mar. Ese era su destino diario, su refugio.

Ángel Batalla Era un amante de la mar. Nunca dejó la mar por la política.

Narrador Ángel Batalla es el presidente de la cofradía de pescadores Santa Ana de Llanes y trabajó con Javier Ardines durante años.

Ángel Batalla Él vivía de su medio, de la mar, de la política no vivía, no tenía ni sueldo de eso.

Narrador El sueldo… Hablaremos también de ese asunto, claro, de su renuncia a cobrar como concejal en el Ayuntamiento de Llanes. Pero antes, volvamos al mar, o a la mar, como la gente de costa, y la del Norte, llaman a todos los mares, y al Cantábrico, al azul rebelde.

Luis Ángel Gonzalo Éramos amigos, fuimos amigos toda la vida y después trabajamos juntos...

Narrador Luis Ángel Gonzalo es otro pescador al que Ardines conocía desde niño y con el que compartió faena durante más de quince años.

Luis Ángel Gonzalo Empezamos porque él compró un barco y no tenía con quién ir a la mar y vino a buscarme para si iba con él. Entonces empecé a la mar con él, en el 2000, que fue cuando compró el barco, la Bramadoria.

Narrador Bramadoria es el nombre de uno de los bufones que hay en la zona donde vivía Ardines.

[SONIDO BUFÓN]

Narrador Un bufón.

[SONIDO BUFÓN]

Narrador Los bufones son un accidente geológico que hechiza, una especie de geiser costero. Estas chimeneas naturales se forman en los acantilados. Cuando el agua, agitada por el viento, se cuela entre las grietas de las rocas, asciende y ruge, brama.

Los bufones son un símbolo del litoral del Oriente asturiano, no exentos de polémicas y enfrentamientos por su uso turístico. Y Bramadoria es el nombre de uno de los más populares. Está situado a poco más de kilómetro y medio de la casa y el camino donde Javier Ardines fue asesinado.

Luis Ángel Gonzalo Es el más mítico de todos los que hay por aquí. Además, cuando está la mar mala, muy mala, muy mala, se oyen desde muchos kilómetros a la redonda los bramidos que pega, por eso se llama la Bramadoria.

Narrador El barco de Javier Ardines, el Bramadoria, actualmente es propiedad del armador Antonio Oves.

Antonio Oves Compramos el barco hace un año a la mujer de Javier y aquí seguimos… Es un barco bueno, de nueve cincuenta de eslora y una estabilidad… de mucha estabilidad el barco.

Narrador Ardines era feliz en compañía de otros marineros, en su barco, en el mar. Allí es donde debería haber estado ese 16 de agosto. Allí es donde se habría jubilado. Apenas le quedaban tres años para hacerlo. Tenía 52 cuando lo mataron. Manuel González Orviz conocía sus planes.

Manuel González Orviz Yo recuerdo que me estaba comentando que estaba preparando la jubilación porque los pescadores se podían ir a los 55 años.

Periodista Y quería disfrutar.

Priscila Alonso De su familia, de su nieto, que eran pasión el uno por el otro.

Narrador Priscila Alonso es concejala en el Ayuntamiento de Llanes. Fue la sustituta de Ardines cuando le asesinaron.

Priscila Alonso Y sí, bueno, evidentemente a veces se nos olvida cuando alguien es público, de alguna manera tienen las mismas necesidades que cualquier otro, ¿no? El estar tranquilo, el tener a su familia...

Narrador Javier Ardines estaba casado con Nuria Blanco, profesora, a la que conocía desde la adolescencia. Tenían dos hijos, Alba e Iván, y un nieto. Eran el principal motivo para jubilarse.

Priscila Alonso A veces nos podíamos poner a pensar qué nos une, ¿no? Gente de política, gente de la mar, gente de muchos ámbitos… Pues Javi era lo que nos unía.

Narrador Además de marinero, la otra pasión pública de Javier Ardines era la política.

Enrique Riestra Javi era una persona muy honesta, un gran trabajador. No se andaba por las ramas y tenía una vocación de servicio público muy grande realmente.

Narrador Enrique Riestra, del partido Vecinos por Llanes, era el alcalde del pueblo en ese momento, y sigue siéndolo.

Enrique Riestra Pues teníamos muy buena relación. Y él venía de la mar, porque él trabajaba en la mar, y venía y su despacho era el mío, realmente. Entraba a mi despacho y empezábamos. Departíamos un poco las cosas del día.

Narrador Ardines era Concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Llanes. Llevaba tres años en el cargo cuando le mataron.

[SONIDO GRABADORA]

Gloria Pomarada 36 años en política, ¿eh?

Ardines Entre uno y otro, treinta y seis años. Empecé con 16 años en los movimientos anti OTAN, algo sé de la política que hay en Llanes.

Narrador Es Javier Ardines. Su voz. Una entrevista concedida al diario ‘El Comercio’ en mayo de 2018, tres meses antes de ser asesinado. Es la primera vez que se escucha esta grabación. Ardines habla con la periodista Gloria Pomarada, una de las encargadas de cubrir las noticias del Oriente asturiano para El Comercio.

Gloria Pomarada La situación política en Llanes era complicada, había problemas entre los distintos grupos políticos, conflictos urbanísticos y laborales, mucha tensión… y Ardines pertenecía a ese mundo. De hecho, estaba en el centro de la mayoría de esos problemas. Hablé con él para tratar estos asuntos y para conocerlo mejor.

Narrador La entrevista se publicó el 28 de mayo del 2018 con un titular que era un aviso: «No repetiría en un cuatripartito con los mismos actores, imposible».

Gloria Pomarada Me pareció muy rotundo al afirmar que no repetiría con ese equipo de gobierno en 2019, pero él estaba convencido. Por un lado, creía que ya había hecho suficiente.

Ardines Son muchos años en política. Creo que hay más cosas. Yo creo que después de todos estos años, el servicio que hice... No seré yo el que tenga que valorar la gestión que estoy haciendo, pero con mis errores y con mis aciertos yo creo que el servicio que hice hasta ahora creo que es más que suficiente.

Gloria Pomarada Por el otro, estaba cansado de las constantes peleas tanto dentro como fuera del equipo de gobierno al que pertenecía.

Ardines Nosotros no somos un partido que detrás tenga una fuerza económica, no hay poderes fácticos detrás de nosotros y hablando mal y pronto nos llueven hostias de todas las direcciones.

Narrador Habrá tiempo y será importante detenernos en eso, en el cuatripartito del que formaba parte Ardines, era una peculiar alianza de cuatro fuerzas políticas muy dispares para enfrentar la hegemonía durante más de 30 años del Partido Socialista en Llanes.

Ahora, vamos a conocer un poco más a la persona. Seguimos con Gloria.

Gloria Pomarada Normalmente, borro las grabaciones al cabo de seis meses, más o menos, pero cuando Ardines murió, decidí guardarla, claro, y ahora la escucho de manera diferente...

Entrevistadora ¿En dónde naciste y en qué año?

Ardines En el 66. En Halle, en Bélgica, hijo de emigrantes, como tantos en los años 60, tuvieron que salir a ganarse el pan. Y de sindicalista de UGT, sí, era mi padre. Pero nada que ver con la UGT de ahora mismo. De aquella. No de esta que yo no reconozco.

Narrador Un hombre, un pescador vocacional, que lleva 35 años en política y que llega a sacrificar horas de mar por estar en un ayuntamiento… ¿Qué le movía a Ardines? ¿Por qué lo hacía?

Gloria Pomarada Mi impresión es que estaba ahí no tanto por el partido al que pertenecía, por mucho que hubiera militado en Izquierda Unida desde la adolescencia, sino por las personas, por el pueblo de Llanes.

Ardines Si algo tengo claro en los años que llevo en política es que mi partido es la gente, los vecinos, no las siglas. Las siglas por sí solas, a mí la I, la U, no me dicen nada. Me dicen qué puedo hacer de cara a los vecinos.

Gloria Pomarada Es que en realidad no era un político al uso.

Ardines Yo siempre digo lo mismo, que hay gente que no lo entiende: yo milité en la Izquierda Unida cuando había, digamos, tres partidos de referencia a nivel nacional, no porque era lo mejor, sino lo menos malo, que no es lo mismo.

Narrador No es lo mismo. Aunque hay cosas, recuerda Manuel González Orviz, su compañero de partido, que son muy parecidas. O suenan muy parecidas.

Manuel González Orviz Una persona de izquierdas, comprometida y capaz como fue de conciliar su vida laboral con la representación institucional… Era una persona de profundas convicciones democráticas, de lucha y de clase…

María José Rodríguez ‘Coté’ Es un Julio Anguita dentro de Izquierda Unida al que le importa mucho más el vecindario. El votante que el partido.

Narrador En Llanes, a María José Rodríguez Fernández la conocen todos como Coté. Es la secretaria general, no de un partido, sino de la Asociación de Vecinos y Amigos de Llanes, Avall. Y Avall es clave para entender esta historia, o tal vez para entender cómo funcionaba el pueblo y los intereses que se movían —y se mueven— en él.

María José Rodríguez ‘Coté’ Javier Ardines era un soplo de esperanza en ese sentido.

Narrador Avall fue creada en tiempos del dominio del PSOE y se enfrentó a sus planes urbanísticos durante décadas.

Gloria Pomarada Javier era contundente a la hora de hablar de política municipal y tenía muy claro para qué sirve un político en un pueblo.

Ardines No legislamos la ley del aborto, no legislamos en materia económica, no vamos a pactar el artículo 135 de la Constitución. Son cosas más básicas, más cercanas.

Gloria Era alguien que desde fuera parecía distinguir entre las ideas y las necesidades de la gente.

Ardines No tiene nada que ver que seas de izquierdas, de derechas, y que reparar esa carretera, por ahí pasan todos: los creyentes, los no creyentes y todas las tendencias religiosas.

Narrador Para él se trata de otra cosa. Ardines era rotundo.

Ardines Yo prefiero ser mal político y decir lo que pienso.

Narrador El hombre que apareció asesinado al amanecer del 16 de agosto en un camino forestal de Belmonte de Pría tuvo más de un enfrentamiento vehemente con sus compañeros de partido, de gobierno y de oposición. Y no lo escondía.

Ardines Porque no nos engañemos, es una guerra, que está abierta, una guerra frontal.

Narrador Enfrentamientos personales, políticos y laborales. Incluso rechazó y fue rechazado por viejas amistades y vecinos a raíz de las políticas de contratación y, sobre todo, las urbanísticas. Dice Manuel Gonzáles Orviz que…

Manuel González Orviz Te decía lo que pensaba, te lo argumentaba. Y a partir de ahí podía establecer puentes de diálogo con él, que era muy cortante en algunos aspectos, pero era una persona que políticamente tenía claro que tenía claro cuál era, no solamente, como dicen ahora, la nueva política, el mensaje, sino cuál era su compromiso con la gente.

Ardines Si tú quieres hacer de la política una carrera y un futuro, seguramente tienes otras prioridades y de alguna manera, inconscientemente, estás en campaña electoral permanentemente.

Narrador Es Javier Ardines argumentando su posición.

Ardines Yo, como eso no lo entiendo ni lo concibo porque vamos, hay que ser idiota pretender vivir de la política y militar de Izquierda Unida, o sea... No.

Narrador Al escucharle, no es de extrañar entonces que renunciara a cobrar del ayuntamiento. Formaba parte de su estilo. De su carisma. Coté lo explica.

María José Rodríguez ‘Coté’ Había renunciado a su salario y trabajaba porque sí, porque se había comprometido. Era un simple compromiso nunca escrito entre los vecinos y él y una de sus misiones.

Ardines No me considero mejor político, ni mejor gestor, ni me considero más honrado por no querer cobrar de la política.

Narrador Ardines combinaba la actividad política con su profesión de pescador y, mientras eso fuera posible, prefería no cobrar un sueldo público.

Ardines Entendí que en ese momento, donde muchas familias se estaban pasando canutas, yo cobrar por gestionar las distintas concejalías, se me caía la cara de vergüenza.

Narrador Era político, pero, ante todo, era marinero. Coté.

María José Rodríguez ‘Coté’ Se había inclinado por su pasión, que era el mar, y finalmente se convirtió en marinero, lo que fue toda la vida.

Narrador Nada de lo que decía o hacía Javier Ardines pasaba desapercibido. Para nadie. Desde el amanecer en el que apareció su cadáver, todo el personaje y sus acciones quedaron bajo la lupa: su renuncia al sueldo, los diferentes problemas en el ayuntamiento y fuera de él, las polémicas decisiones urbanísticas. En Llanes, todo podía ser un móvil, un motivo, una sospecha.

María José Rodríguez ‘Coté’ Era un hombre, atractivo de ojos azules. Era guapo.

Narrador Javier Ardines era un hombre que llamaba la atención.

María José Rodríguez ‘Coté’ Yo creo que era timidez en el fondo, que era una persona tímida.

Narrador Coté.

María José Rodríguez ‘Coté’ Pero si realmente era un hombre muy guapo.

Narrador O Priscila Alonso.

Priscila Alonso Físicamente, él entraba en un sitio y llamaba la atención. Era un hombre corpulento, bastante alto y con una entrada, además, un porte muy erguido siempre. Con mucha clase, podría decir.

Narrador Era, todos coinciden, cautivador.

Gloria Pomarada De ojos azules y piel bronceada, con una pose marinera. En sus fotos en prensa, en sus apariciones públicas, se le veía siempre con esas camisas de cuadros que recuerdan a las de un leñador clásico.

Narrador Una planta que no dejaba indiferente.

Luis Ángel Gonzalo Bueno, era una persona qué se yo, bien parecida, alta, fuerte de trabajar toda la vida, pues bien, fuerte y bien.

Narrador De Javier Ardines se contaban más historias además de las del mar y la política. Algunas de ellas tenían que ver con su atractivo, con su poso de seductor. Historias de amor, de amoríos. Una de ellas, ahora lo sabemos, era con Katia Blanco, la mujer de Pedro Nieva, el que ahora está acusado y a la espera de juicio como supuesto inductor del crimen. Por aquel entonces, en agosto de 2018, las hipótesis iban y venían.

Pero fue la vida pública del concejal la primera en ser examinada. Porque el impacto político de su muerte fue perturbador.

A finales de aquel mes de agosto los minutos de silencio y los aplausos en homenaje a Javier Ardines se repitieron por todo el Principado de Asturias. En sus ayuntamientos, en sus plazas, en sus puertos pesqueros…

Lucio Carriles Nos han matado a un vecino, a un padre, a un hijo, a un esposo, a un abuelo y a un amigo.

Narrador En Nueva de Llanes, donde están los Bufones de Pría, la zona donde vivía Javier Ardines, habló su alcalde, Lucio Carriles.

Lucio Carriles No soy jurista, pero me atrevería a decir que con nocturnidad, premeditación y alevosía. Con todo ello nos han matado un poco a todos.

Narrador Nocturnidad, premeditación y alevosía. Son las tres palabras que acompañan, desde el primer momento, el asesinato del concejal.

[MÚSICA: GALLO ROJO, GALLO NEGRO]

Narrador Ardines levantaba a su paso tantas miradas como rivalidades. Unas y otras entraron a formar parte del oscuro y confuso rompecabezas en el que se convirtió su asesinato. Durante meses, el crimen desató una tormenta de conspiraciones y miedos. Las redes sociales se llenaron de amenazas. Los representantes políticos estaban asustados. Y en toda la comarca, en todo el Principado habitaba la sensación de que la muerte de Javier Ardines había destapado una madeja de intereses y había sacado a la luz tensiones ocultas en el paraíso del norte. En aquel agosto de sol y fiestas populares, de veraneantes entregados a sus vacaciones, se descubrió que el Llanes de cielo azul y playas perfectas escondía turbios secretos.

La mirada de Ardines

Mi último cara a cara con el concejal.

Por Gloria Pomarada

Era una tarde gris de finales de mayo y su discurso sonó a despedida. El lugar elegido para la que sería su última entrevista fue una terraza frente al Cantábrico, en la playa del Sablón. Pidió una tónica y comenzó a hablar, como siempre firme y con ese toque de convencimiento absoluto que costaba desarmar como periodista. Javier Ardines no eludía preguntas ni suavizaba respuestas. Siempre le consideré un hombre de mar que encaraba las tempestades con arrojo, pero sin perder sus maneras serenas. Él se definía como un político al servicio de sus vecinos, por encima de partidos e ideologías, y ciertamente demostraba con actos aquello que proclamaba. Que no era un político habitual quedaba claro en cada una de sus intervenciones, directas y sin ambigüedades. Pese a esa postura vehemente, no transmitía atisbo de impostura, como tampoco me pareció nunca que su ánimo fuese la polémica por la polémica.

La propuesta de publicar una entrevista se la había lanzado días antes y aceptó sin reservas. Quedaban pocas semanas para el inicio del siempre controvertido verano en las playas de Llanes, doce para las elecciones y el mismo estrecho margen para la tramitación del Plan General de Ordenación (PGO). Era el momento de que se explicase y, para mi sorpresa, contó mucho más de lo esperado: detalles de su pasado y confesiones sobre su futuro. Vi a un hombre cansado de la política, dispuesto a alejarse de ella.

En el Ardines de tú a tú encontré también unas características muy poco comunes en el actual panorama político, en las que podía entrever el temperamento que imprime el hecho de enfrentarse a la mar cada día. También la huella de una emigración forzada que tocó a tantos asturianos y que privó a sus descendientes de crecer en la tierra de sus ancestros, sin llegar a sentirse ciudadanos de país alguno. Ardines nació en 1966 en la localidad belga de Halle, cerca de Bruselas. Era el único hijo de una pareja de emigrantes que «como tantos en aquellos años tuvieron que salir a ganarse el pan», sostenía él mismo con orgullo en su última entrevista. Cuando tenía nueve años, emprendieron el camino de regreso. Se establecieron en La Moría, en el pueblo de la Pesa de Pría y, desde entonces, su vida discurrió entre el Cantábrico y Llanes, hasta que aquella fatídica mañana del 16 de agosto de 2018 le fue arrebatada en el camino de su casa, en Belmonte de Pría, a los 52 años.

Su pan, pero también su pasión, estuvo siempre en la mar. Pese a cursar estudios de técnico agrícola y técnico de invernaderos en la Escuela de Capataces de Villaviciosa, él mismo contaba cómo decidió «lanzarse» y crear su propia empresa de pesca de bajura. En el 2000 adquirió el barco ‘Bramadoria’, el mismo al que se dirigía para una nueva jornada de faena el día de su asesinato.

Junto a la mar, la política fue la otra constante en su vida. A ella llegó a través de unas tempranas inquietudes sociales, que le llevaron con solo dieciséis años al movimiento anti OTAN. No obstante, el paso para militar en un partido le «costó», hasta el punto de que fue necesario que le fuesen a buscar a casa. En 1999, y tras repetidas negativas, acabó afiliándose a Izquierda Unida y ese mismo año fue el número cuatro en las listas municipales. Poco después se convirtió en coordinador local de la formación, cargo al que renunció en una ocasión, pero que acabó retomando. En Llanes, fue cabeza de lista de Izquierda Unida y en las elecciones de 2015 obtuvo el acta de concejal, el único de la formación. «Sin querer, ya que no tenía interés por tener actividad política, llegamos a donde estamos», relataba en su perfil biográfico del Ayuntamiento.

Ese «a donde estamos» era el cuatripartito que sacó al PSOE del gobierno local por primera vez en 28 años, un «experimento» al que entró con «muchas dudas», según me contó en aquella entrevista. Ardines se definía como un mero «invitado» en esa atípica alianza entre Izquierda Unida, PP, Foro y Vecinos por Llanes, y entendía que su presencia en aquella unión multicolor era necesaria para compensar el número de ediles «conservadores y de izquierda». Lo cierto es, sin embargo, que él fue parte esencial tanto en su creación como en su mantenimiento.

En ese cuatripartito sin precedentes tomó las riendas de las concejalías de Playas y Personal, carteras duras en un concejo con más de treinta arenales y una plantilla marcada por la interinidad. Al frente de esas responsabilidades demostró ser político de acción, poco dado a rehuir el enfrentamiento. Lo evidenció en innumerables ocasiones, ya fuese cerrando aparcamientos o liderando una férrea apuesta por la oferta de empleo público que permitiese acabar con las situaciones de interinidad heredadas. Su gestión no estuvo exenta de conflictos, desde acusaciones de acoso laboral a visitas al juzgado. «Tuve que pasar hasta por sede judicial por habilitar un aparcamiento en una antigua escombrera en el entorno de los Bufones para proteger el entorno», ironizaba en aquella entrevista. Con ese mismo toque sarcástico añadía: «Curiosidades de la política».

Siempre dispuesto a defender sus principios ante cualquier persona y circunstancia, llegó incluso a mantener una posición contraria al resto del cuatripartito en aspectos como la ordenanza de aparcamientos y chiringuitos de los arenales al considerar que se trataba de un «parche» que dejaba la resolución de solicitudes «al criterio del político de turno». Él decía no creer «en las estructuras piramidales y rígidas de los partidos», algo tan revolucionario en la política de hoy como opinar con fundamento. Si Ardines compartía sus percepciones -y solía hacerlo- era porque conocía el terreno de juego. En caso de serle ajeno, ante la pregunta que le dejaba en blanco adoptaba la actitud tan poco frecuente de detenerse y recabar datos. Si de él se buscaba una reacción a críticas que aún no había leído, prometía devolver la llamada una vez visto el periódico del día. No era una estrategia de evasión, lo hacía.

Pero si una peculiaridad llamó la atención de su paso por el gobierno fue su renuncia a cobrar. Ardines nunca estuvo liberado por sus tareas como edil y tampoco percibió las retribuciones económicas que le correspondían, pues entendía que «con muchas personas pasándolas canutas» se le «caería la cara de vergüenza». No incluí aquel fragmento en el que se sinceraba sobre sus motivos en la entrevista que se publicó el 28 de mayo. Llanes ya sabía de su renuncia a lo económico y en la actualidad manda la urgencia del momento, que pasaba entonces por otras guerras. Por suerte, no borré aquella grabación. Cuando el mismo día de su muerte volví a escucharla para escribir el perfil que explicaba quién era aquel concejal que había aparecido muerto en el camino de su casa, vi sin embargo en ese hecho la esencia de quién era Javier Ardines. El obituario llevó por título 'El marinero que renunció a cobrar'.

Suelo borrar los audios de las entrevistas al cabo de unos meses, pero tras su muerte, nunca borré la grabación de Ardines. Volver a escucharle es descubrir Llanes desde sus entrañas, de la mano de uno de sus mejores conocedores. Tres años después, me sorprendió incluso su capacidad para adelantarse a cuestiones cada vez más palpables, como que el Norte sería el refugio del turismo ante el cambio climático. El paso del tiempo borra matices del carácter que recordamos de las personas y, en el caso de Ardines, se había llevado por delante en mi memoria el grado de consistencia con el que razonaba y defendía sus argumentos.

Ardines era el concejal que vivía de la mar y que, tras amarrar la ‘Bramadoria’, se dirigía al Ayuntamiento para seguir trabajando, gratis. No era raro verle al volante de su Matra Simca del 79 -sentía inclinación por los coches clásicos y en su registro de bienes al convertirse en concejal declaró también un Seat Simca del 77-, pero sí totalmente excepcional que se dejase caer por eventos. Como político, decía aborrecer los actos públicos. A la política que se mostraba determinado a abandonar finalizado el mandato reprochaba también un «importante sacrificio personal». Casado desde los 23 años, padre de dos hijos y abuelo ya en el momento de su muerte, la fachada de su vida personal era la de un hombre familiar. En vida, nunca la pudieron derribar rumores ni habladurías.

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