A. B.
Sábado, 22 de octubre 2022, 19:51
Rusia ha intensificado este sábado su campaña de bombardeos contra las infraestructuras energéticas ucranianas con una «ataque masivo», según la descripción del presidente, Volodímir Zelenski. El lanzamiento de misiles alcanzó a diferentes regiones del oeste y sur del país, incluida la capital, Kiev, y dejó ... a un millón y medio de ucranianos sin suministro eléctrico estable, de acuerdo con las informaciones del Gobierno. Mientras tanto, los avances de las fuerzas ucranianas han obligado a las autoridades prorrusas de la ciudad de Jersón a urgir a la población civil a evacuar la ciudad de Jersón «de inmediato». La región del mismo nombre fue ocupada por los rusos desde los inicios de la invasión y anexionada en septiembre por Moscú.
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Esta contraofensiva por parte de Ucrania ha llevado a Rusia a revisar su estrategia, que en las últimas semanas se centra en destruir las instalaciones de suministro eléctrico y de agua del país invadido. «Son ataques viles contra objetos críticos. Tácticas típicas de los terroristas», denunció Zelenski en las redes sociales.
Los últimos bombardeos alcanzaron a diversos puntos, desde la región de Volinia, situada al noroeste, hasta la sureña Zaporiyia. «La defensa aérea ha entrado en acción. Quédense en los refugios», alertó el alcalde de Leópolis, un mensaje muy similar al que emitió su homólogo en Kiev, que instó a la población a resguardarse en sus casas o buscar un lugar seguro.
El principal asesor de Zelenski, Mijailo Podoliak, advirtió de que Rusia está tratando de provocar una nueva crisis de refugiados en Europa a través de la expulsión de los ucranianos de sus hogares con la llegada del invierno. «Si Vladímir Putin será capaz o no de implementar su plan dependerá de los líderes de las capitales europeas», declaró a través de Twitter. «Si no hay electricidad o agua, se puede desencadenar un nuevo 'tsunami' migratorio», insistió en la misma línea el primer ministro ucraniano, Denys Chmygal, en una entrevista. «La gente podría morir congelada. Eso podría conducir a una catástrofe humanitaria planificada como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial», apostilló.
Según el operador energético Ukrenergo, «la escala del daño« causado en los bombardeos de este sábado »es comparable o quizás excede a las consecuencias de los ataques del 10 al 12 de octubre», cuando Rusia respondió con dureza a la explosión del puente que conecta Crimea con territorio ucraniano.
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Ahora Moscú también está sufriendo en el frente de Jersón. Ante el avance del Ejército de Kiev, miles de ciudadanos llevan desde principios de semana saliendo de la ciudad a través del río Dniéper. Pero ayer fue la primera vez que las autoridades prorrusas llamaron a la evacuación. «Todos los civiles deben salir inmediatamente de la ciudad», alertaron a través de Telegram. Justificaron el llamamiento «en un peligro creciente de bombardeos masivos».
Recuperar Jersón, que cayó en manos rusas a finales de febrero, en los primeros días de la invasión, sería un éxito muy importante para las tropas ucranianas. Como no se había visto desde la Segunda Guerra Mundial, los rusos han tenido que recurrir a la antigua táctica de construir un puente provisional a base de pontonas o barcazas unidas unas a otras para que la población atraviese el Dniéper.
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