Dos agentes de la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos revisan la mascletà antes de su disparo. Shootori

En el corazón de la mascletà de las Hogueras de Alicante

Agentes de la Unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil comprueban que no se exceda el máximo de pólvora permitida, el calibre de los petardos o la distancia de seguridad, entre otras labores

Sábado, 22 de junio 2024, 01:52

Alicante huele a pólvora. Toneladas de este material pirotécnico estallarán por toda la ciudad durante las fiestas. TodoAlicante se adentra en el corazón de la joya de la corona de las Hogueras de Alicante: la mascletà.

Publicidad

Hasta 150 kilos de pólvora revientan en la plaza de los Luceros durante los días de concurso. Un material tan atractivo como peligroso. Sonido, luz y explosión que erizan la piel a los alicantinos y sorprenden a los ciudadanos que visitan por primera vez las Hogueras de Alicante.

Cuando la Plaza de los Luceros descansa antes del Rock and Roll, los agentes de la unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante realizan una minuciosa labor para revisar que todo cumpla con la normativa. Bajo su responsabilidad está la seguridad de miles de personas que se agolpan en la icónica plaza.

TodoAlicante ha compartido una mañana con estos efectivos especializados de la Benemérita para ver cómo realizan una radiografía de la primera mascletà de concurso horas antes de dispararla. La pirotecnia Coeters Dragón inauguró de forma oficial el certamen con 142 kilos de pólvora en 5,58 minutos.

La labor de estos agentes comienza sobre las 10 de la mañana, cuatro horas antes del famoso «Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà». Su minuciosa labor es de vital importancia, tanto que tienen la potestad de suspender un disparo si no se cumplen las medidas impuestas por los planes de seguridad o emergencia, o por la autorización correspondiente de la Delegación, algo que no ha sucedido nunca, según detallan los protagonistas de este reportaje

Publicidad

Los efectivos de esta unidad especializada de la Guardia Civil tienen la responsabilidad de velar por la seguridad de las miles de personas que se congregan en la plaza de los Luceros desde el martes 18 hasta el lunes 24 de junio, controlando un material tan delicado como el pirotécnico.

Antes del trabajo de la unidad especializada, el Ayuntamiento de Alicante contrata a varias pirotecnias para que disparen en Luceros. Los pirotécnicos tienen que preparar un esquema de cómo van a disparar y cuántos kilos de pólvora emplearán.

Publicidad

El proyecto lo presentan en la Subdelegación del Gobierno, que solicita unos informes al grupo de Intervención de Armas y Explosivos para que lo aprueben, y otro informe al Área Funcional de Industria y Energía de la propia Subdelegación.

Una vez que la documentación aparece correcta, es la propia Subdelegación la que autoriza a cada pirotecnia a disparar la cantidad de material explosivo, sin poder exceder los 150 kilos. Además, en caso de que añadan más de lo que tenían aprobado previamente, aunque no supere el máximo permitido, los integrantes de la Intervención de Armas y Explosivos retirarán la cantidad sobrante.

Publicidad

Los agentes especializados indican que el calibre máximo autorizado en la plaza de los Luceros es de 50 mm. Además, cuentan que ningún petardo puede estar a menos de 10 metros de un edificio, tal y como regula la normativa, que también señala que no puede haber personas a menos de 25 metros. El teniente Moreno apunta que el Consistorio alicantino amplió hace unos años el perímetro de seguridad con los ciudadanos y lo dejó en 40 metros.

Cualquier medida es buena para ofrecer la mayor seguridad para los miles de asistentes que se congregan en la plaza de los Luceros a partir de las 12.30 horas. Gracias al trabajo de estos agentes, no ha habido ningún accidente grave durante estos espectáculos pirotécnicos, aunque siempre puede escaparse un artefacto como ocurrió en una de las mascletàs de concurso de las Hogueras 2023. Un petardo se estrelló contra el cristal de un piso que estaba cerrado, por lo que no hubo que lamentar ni heridos, ni daños en la vivienda.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad