Así controla la pólvora en las mascletàs la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Alicante

Los petardos son, junto con el fuego, la imagen y el sonido, los elementos más característicos de las Hogueras. Miles de kilos de este material pirotécnico estallarán por todo Alicante durante las fiestas: en los racós y las calles, en la Cremà, y en los castillos de fuegos de la playa del Cocó, además de las mascletàs de Luceros. Se superará la tonelada de pólvora.

En el caso de la joya de la corona, la mascletà, desde el 18 hasta el 24 de junio se queman entre 100 y 150 kilos de pólvora cada día, por lo que antes de que se inicie el disparo, los agentes de esta unidad especializada de la Benemérita realizan todos los procedimientos que obliga la ley que regula este tipo de espectáculos.

TodoAlicante ha compartido una mañana con estos agentes de la Guardia Civil para ver su día a día durante las Hogueras. Entre sus labores destacan: el control de pólvora, para que no supere el máximo permitido de 150 kilos, la supervisión del calibre de los petardos y la distancia de seguridad con los edificios y las personas, entre otras funciones.

Este Cuerpo de la Benemérita se creó el 19 de julio de 1986. Durante estos años, sus componentes han velado por el cumplimiento de todas las normas y legislación en materia de armas y explosivos, tanto de cartuchería como de artefactos pirotécnicos, en todo el territorio nacional.

Las pirotecnias buscan ganar el concurso oficial de mascletàs. Para ello, tienen que cumplir unos límites: de tiempo, de decibelios y de kilos de pólvora, este último lo regulan los agentes de Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante. Cada empresa pirotécnica crea su diseño y destina la cantidad pólvora que previamente ha sido autorizada por la Subdelegación del Gobierno en Alicante, sin superar el límite permitido, en busca del premio que este año es de 1.000 euros.

A las 10 de la mañana, componentes de este grupo especializado en explosivos y material pirotécnico llegan a la Plaza de los Luceros, cuatro horas antes del disparo, para velar por la seguridad de todos los presentes en el disparo.

Su trabajo es de vital importancia, tanto que tienen la potestad suspender un disparo en el caso de que no se cumplan las medidas de seguridad impuestas por los planes de seguridad o emergencia, o por la autorización correspondiente de delegación, algo que no ha ocurrido nunca, según detallan los protagonistas de este reportaje.

Antes de la labor de este grupo especializado de la Benemérita, el Ayuntamiento de Alicante contrata a varias priotécnicas para que disparen en Luceros. Los pirotécnicos tienen que preparar un esquema de cómo van a disparar y cuántos kilos de pólvora.

Este proyecto lo presentan en la Subdelegación del Gobierno, que solicitan unas informes al grupo de los agentes especializados de la Benemérita para que lo aprueben, y otro informe al Área Funcional de Industria y Energía de la propia subdelegación.

En caso de que el disparo lleve menos de 100 kilos, las empresas lanzadoras deberán enviar con diez días de antelación la documentación con el diseño y los kilos de pólvora que componen su mascletà. En caso de que supere el la centena, deberán presentar la documentación con 15 días hábiles de antelación.

Una vez que la documentación está correcta, es la propia subdelegación la que autoriza a cada pirotecnia a disparar los kilos de pólvora que previamente han presentado. No pueden más de 150 kilos, y en caso de que pongan más de lo que tenían aprobado, aunque no supere el máximo permitido, la Guardia Civil retirará la cantidad sobrante para que se usen los kilos.

Dentro del tipo de petardos que hay, el calibre máximo permitido en la plaza de los Luceros son 50 mm. En cuanto a la distancia de seguridad. Los edificios no pueden estar a menos de 10 metros de algún petardo, según regula la normativa, que también indica que no puede haber personas más cerca de 25 metros. Según cuentan los agentes especializados en estos actos, el Ayuntamiento de Alicante amplió hace unos años el perímetro de seguridad con los ciudadanos y lo dejó en 40 metros.

Cualquier medida es buena para ofrecer la mayor seguridad para los miles de asistentes que se congregan en la plaza de los Luceros a patrir de las 12.30 horas. Gracias al trabajo de estos agentes, no ha habido ningún accidente grave durante estos espectáculos pirotécnicos, aunque siempre puede escaparse un pertado como ocurrió la mascletá del domingo. Un artefacto chocó contra un cristalera de un piso que estaba cerrado, por lo que no hubo que lamentar ni heridos, ni daños en la casa.

Además de santo y seña de las Hogueras, la pólvora es uno de los elementos más peligrosos que todos los años deja heridos de diferente consideración. Para la seguridad los que disfrutan de las fiestas de la ciudad, trabaja el Equipo de Inspecciones de la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante.

La Benemérita, con la colaboración de la Policía Nacional y la Local, identifica a todas los ciudadanos que acceden al interior del recinto. En el supuesto de que entren otras personas ajenas al taller de la pirotecnia o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, deben estar siempre acompañados por un responsable del disparo de la mascletá.

Además de las distancias de seguridad con respecto al público que acude a estos eventos, la normativa contempla la separación entre los diferentes elementos del esquema de disparo; el control del peso de la pólvora y de la composición química de los fuegos artificiales; y la revisión de los elementos contenedores y de los materiales de contención e ignición para evitar fallos y accidentes en el manejo de la pirotecnia.

Para pesar los kilos de pólvora se cuantifica solamente la cantidad de este material explosivo y no el resto del producto. Los materiales pirotécnicos que se disparan durante una mascletá solo pueden ser manipulados y transportados por el personal autorizado con el correspondiente carnet de experto o aprendiz en vigor,, ya que son ellos los que tienen la autorización especial para poder manejar este tipo de explosivos.

La Unidad de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Alicante también se encarga del control de establecimientos de venta de productos pirotécnicos al público. Estas Hogueras habrá 19 puntos de venta de petardos autorizados, entre establecimientos fijos y casetas temporales, que se colocarán por toda la ciudad.

Desde la Guardia Civil hacen hincapié en la peligrosidad de los materiales pirotécnicos. Todas las Hogueras se producen incidentes con la pólvora, incluso en 2013 un niño murió tras un accidente con un petardo. El menor perdió gran cantidad de sangre al saltarle al cuello un trozo de metal de la lata en la que otra persona había introducido el explosivo.