Elche envía palmas blancas al Papa y a los Reyes de España

El Ayuntamiento de Elche ha cumplido con la tradición que se realiza cada año en los días previos a la celebración de la Semana Santa y ha enviado las palmas blancas a diferentes autoridades con motivo de del Domingo de Ramos, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

En concreto, se han hecho envíos al Papa Francisco, con una cruz en la cúspide y la 'magrana' en el centro como elemento del Misteri d'Elx y con motivo del 75 aniversario de la proclamación del Dogma de la Asunción en 2025; al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con una Dama como reivindicación de la ciudad a su vuelta temporal.

También a la Reina Letizia y al Rey Felipe VI, con una gran corona en lo alto y la M de la Virgen en el centro. Además de las que se envían al obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla y al obispo de Solsona, el ilicitano Francisco Conesa.

El alcalde, Pablo Ruz; acompañado de la edil de Festejos, Inma Mora y la edil de Cultura, Irene Ruiz, han acudido este miércoles al Huerto de San Plácido a la presentación de las palmas blancas elaboradas de forma artesanal por la familia Serrano Valero. «Son cinco piezas, cinco obras de arte. Si Elche tuviera alma, estas palmas sería en cierta forma la manifestación anual del alma de esta ciudad», ha asegurado el alcalde.

Otras personalidades que recibirán este santo obequio son la Reina emérita Sofía y al alcalde de Jaca, Carlos Serrano, como ciudad hermanada con Elche. Por primera vez, se obsequiará con ellas a todos los miembros del Consell y al presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez.

Por su parte, Paqui Serrano, una de las artesanas de la palma, ha destacado «la confianza del Ayuntamiento en el taller de Serrano Valero para elaborar estas palmas, a mi padre, quien nos ha enseñado a seguir y querer esta tradición y al pueblo de Elche, que hace que esta celebración sea importante adquiriendo las palmas».

Las palmas blancas parten desde Elche humedecidas en agua y azufre, envueltas en plástico y dentro de un armazón de madera para que no sufran ningún daño debido a su fragilidad.

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