
El salón de actos del emblemático edificio se llenó para celebrar los 120 años de historia del Colegio de Veterinarios de Alicante (Icoval). Otros tantos seguían la ceremonia en FaceTime. Tras el preludio musical con el que se dio la bienvenida a la cita, se emitía un espectacular vídeo reportajeando cronológicamente los principales hitos del que hoy es la séptima corporación de veterinarios más antigua del país. A la conclusión de la gala, el propio alcalde de Alicante, Luis Barcala, felicitaba a los organizadores por el rigor del documental y llamaba la atención sobre el dato acerca de la ubicación -curiosidades del destino- de la actual sede colegial en la Rambla de Méndez Núñez. Como recordaba el ex presidente de la entidad, Carlos María Ávila, «su actual emplazamiento tiene una vinculación histórica con el desarrollo de la profesión. En el s. XVIII las autoridades de la ciudad ordenaron que los albéitares o menescales ejercieran en la Rambla y lo hicieron en aras a la salud pública porque esta actividad generaba molestias por las deposiciones de las cabellerías o por las sangrías que se les practicaba frecuentemente» y éste era -la Rambla- el lugar perfecto para ubicarlos, «un cauce de aguas fluviales desprovisto de casas», explicó en el vídeo.
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La anécdota, que tanto llamó la atención al primer munícipe, evidencia la evolución sufrida por esta profesión, indisolublemente ligada al ancestral desarrollo humano, a la domesticación de animales que ello suponía y al concepto que hoy entendemos por salud pública. Ese principio Hygia pecoris, salus populi ('Por la higiene de los ganados, la salud de los pueblos') que desde un primer momento inspiró a esta profesión vinculando su actividad a la salud de las personas hoy se se ha revisado bajo el enfoque más global del One health (Una sola salud). En ese trasiego histórico, que tan al detalle pudimos repasar durante la ceremonia, medió una vinculación, un modo de hacer sin el que hoy no se entendería la Veterinaria. Sólo cuando nuestra actividad, la acción de los albéitares, menescales primero y herreros después se desprendió de las creencias, de las prácticas pseudomágicas y el curanderismo y se abrazó a la Ciencia y a su método, se constituyó verdaderamente esta profesión.
Quienes así se conducían a finales del sXIX y principios del XX quisieron hacer de su actividad una práctica distintiva y buscaron por ello luchar contra el intrusismo frente a los que no compartían tal visión. Del intrusismo como factor motivacional para constituir oficialmente, un 25 de febrero de 1905, el Colegio de Alicante, a celebrar ahora nuestro 120 aniversario pregonando la visión científica del One health.
Por eso aprovechamos la ceremonia para premiar al padre del método 'CRISPR Cas-9', el forjador de la edición genética que hoy define buena parte del potencial futuro de la ciencia médica y de la obtención de nuevos y mejorados alimentos -al investigador alicantino Juan Martínez Mojica-; por eso reconocimos la acción integradora en el ámbito de la Salud Humana del Colegio de Médicos de Alicante (COMA) -con el que nos une una excelente relación algo más que institucional-; por eso galardonamos, en el terreno de la Salud Animal, la labor investigadora y divulgativa de un veterinario tan significado con motivo de la crisis de las 'vacas locas' como Juan José Badiola; por eso quisimos destacar la no menos brillante trayectoria en el desarrollo de la Salud Ambiental del catedrático de Análisis Geográfico Regional, del también alicantino Jorge Olcina. Sí, los veterinarios del siglo XXI, que en el XX nos comprometimos con la Ciencia, hoy queremos ubicarnos en ese enfoque integrador que potencia la eficiencia de nuestro trabajo sumando como un todo la Salud Humana, la Salud Animal y la Salud Ambiental.
Bajo ese espíritu One health, Icoval quiso homenajear a tan insignes científicos y compartir, proyectar más bien a la ciudadanía ese principio compartido que nos úne en el trabajo con médicos, enfermeros, farmacéuticos, biólogos o geógrafos… De ahí que durante la ceremonia se exhibiera -en forma de premio- la réplica de la escultura 'Somos uno' del alicantino Carlos Lorenzo que Icoval entregará al Ayuntamiento para que la ubique en alguno de los parques o jardines de Alicante. La obra del que también fuera responsable de 'Bocas que vuelan', el memorial en piedra y acero en homenaje a las víctimas del Covid-19 que en 2022 se levantó frente al Hospital General de Alicante Doctor Balmis, fue realizada íntegramente con materiales alicantinos y plasma -precisamente- ese concepto de 'Una salud'. Lo hace sobre una plancha de mármol de 3 metros que surge desde el suelo, coronada por una representación de nuestro planeta, y mostrando en la parte trasera unas aves alzando el vuelo. Alicante dispondrá pronto del primer monumento One health del país.
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