La histórica crisis del limón alicantino en 2024: diez céntimos el kilo y fincas con toneladas sin recoger

El 2024 pasará a la historia para la agricultura alicantina como un año marcado por la sequía. Las elevadas temperaturas y la acuciante falta de agua y de lluvias ha condenado a muchos de los cultivos de secano de la provincia, pero también a los demás, que han tenido problemas en el regadío a causa de los recortes por la baja capacidad de las cuencas y embalses.

Entre todos estos problemas uno de los cultivos insignia de la Vega Baja y de la provincia, el limón, ha atravesado una de las peores crisis de su historia en una campaña en la que la cosecha estaba lejos de ser mala, incluso los cítricos alicantinos habían tenido mejor comportamiento que en el resto de España.

A pesar de haber superado en la anterior campaña las 500.000 toneladas, más de 150.000 se quedaron sin recoger en el campo, agravando una terrible crisis para los productores, quienes tuvieron que enfrentarse a unos precios en origen tan bajos que en muchas ocasiones era más rentable no recolectar estos frutos.

Así lo explican desde la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante, que asegura que esta campaña «ha llevado a la ruina económica a miles de citricultores alicantinos». Y es que a pesar de comenzar con buen pie la campaña, los precios en campo se desplomaron, llegando incluso a ser inferiores a los 0,15 euros por kilogramo.

Asaja Alicante insiste en que los desajustes de la cadena alimentaria llevaron a cerrar «una pésima campaña», moviendo a algunos de los productores a abandonar los cultivos al no cobrar ni diez céntimos el kilo, «lo que no permitía cubrir costes», critican desde la asociación agraria. En muchas fincas los agricultores dejaron infinidad de limones en los árboles, que luego acabarían cayendo. Incluso alguna en San Miguel de Salinas abrió las puertas para que los vecinos los cogieran gratis.

El presidente de Asaja, José Vicente Andreu, ha recordado que «producimos casi el 40% del total nacional» y denuncia que «lo poco que se vendió no dio para cubrir los gastos de una campaña caótica e insostenible». Andreu vuelve a exigir el cumplimiento «de la Ley de la Cadena Alimentaria» y pide la creación de un «observatorio de precios».

Desde Asaja Alicante toman aire para este año y el sector del limón por el momento se mueve en buenos datos, ya que para esta campaña está habiendo «muy buena reacción del consumidor al limón español por su calidad y seguridad en suministro».

En esta campaña la asociación agraria cifra en 320.000 toneladas la producción, considerada como «normal» en un escenario de «acuciada bajada a nivel internacional y con restricciones de riego de hasta el 57% por parte d ela Confederación Hidrográfica del Segura».

Por el momento la variedad Fino está prácticamente vendida a contratos «todo limón» y con precios que Asaja Alicante califica de «razonables», de entre 35 y 40 céntimos por kilo, mientras que en octubre hubo «muy buenas cotizaciones de hasta 60 céntimos el kilo gracias a la bajada de la oferta de países como Sudáfrica». Esto ha permitido que la provincia aumente su porcentaje de cuota de mercado en Europa.

• Temas
• ASAJA Asociacion Agraria Jovenes Agricultores
• Asaja
• Agricultura