Guía para comprar deuda pública

Para abrir la cuenta se necesita el DNI (con copia) y los datos de la cuenta bancaria del titular, además del dinero que se va a invertir, que puede ingresarse por transferencia. También se puede comprar a través de la web del Tesoro, con el certificado digital o DNI electrónico, siempre con al menos siete días de antelación respecto al día de la subasta.

La comodidad de dejar en manos del banco o de un broker la compra de títulos implica también asumir un mayor coste por las comisiones que cobran. Actualmente, rondan entre el 0,2% y el 0,3%. Abrir una cuenta en el Banco de España es gratuito, aunque hay que pagar la comisión en caso de transferencia de efectivo.

La misma asciende al «1,5 por mil con un mínimo de 0,9 euros y un máximo de 200 euros». Es decir, 1,5 euros por el nominal mínimo de 1.000 euros. También se exige un depósito previo del 101% del importe solicitado. Por ejemplo, si se invierte ese mínimo de 1.000 euros, habrá que depositar 1.010 euros por título. Hay que tener en cuenta que las peticiones superiores a ese mínimo deben ser siempre múltiplos de 1.000.

Las letras del Tesoro han sido siempre parte de las carteras más conservadoras por su bajo riesgo. Al fin y al cabo, el inversor solo dejará de cobrarlas en caso de que el Estado -que es el que las emite para financiarse- quiebre, algo que resulta prácticamente imposible.

Al ser valores de corto plazo (a tres, seis o doce meses), su riesgo de variación es menor para aquellos inversores que, por cualquier motivo, quieran deshacer su posición antes del vencimiento.

En estos casos de rescate del dinero antes de tiempo, hay que acudir al mercado secundario donde se negoci an este tipo de títulos. Allí se podrán vender al precio al que coticen en ese momento a través de un broker que cobrará su correspondiente comisión.

En el caso de las letras, los inversores tendrán que declarar por las ganancias obtenidas con su inversión como un rendimiento de capital mobiliario, por lo que tributarán al 19% para los primeros 6.000 euros, al 21% para los siguientes 44.000 y, a partir de ahí, al 23%.

Otra fórmula para invertir en deuda pública es a través de fondos de inversión. Su gran ventaja es su liquidez diaria y que la inversión se puede traspasar de un fondo a otro en cualquier momento, sin necesidad de tributar. Solo se pasa por Hacienda una vez que se vende la participación y se realizan esas ganancias. ¿La desventaja? Comisiones que suelen rondar el 0,25% por la gestión y el 0,10% por el depósito.