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Las empresas españolas recuperan el pulso de la actividad económica y ya han comenzado a trasladar el incremento de sus beneficios, en algunos casos de auténtico récord el pasado año, a los salarios de sus trabajadores, aunque todavía de forma moderada si se compara con ... el ritmo acelerado de los resultados.
En concreto, las empresas no financieras incrementaron un 5,9% la remuneración de sus empleados entre enero y marzo, según la Central de Balances Trimestral publicada el lunes por el Banco de España. En ese primer trimestre, el resultado antes de impuestos creció casi un 70% respecto al mismo periodo de 2022, siendo el sector de la energía el más beneficiado del entorno con una subida del 140,8%.
Hay que tener en cuenta que el supervisor toma como referencia una muestra mínima para elaborar su encuesta, de tan solo 916 sociedades no financieras. No obstante, los datos sí ofrecen una guía clara sobre la evolución de la actividad del tejido productivo español. Y la mejora salarial del primer trimestre del año es más evidente si se compara con el 2,1% experimentado en el mismo periodo de 2022. También dobla el 2,8% registrado en el conjunto de ese ejercicio, cuando los beneficios ya se habían disparado un 93,1%, según las estadísticas.
Los datos dejan la cifra de mejora de sueldos incluso por encima del mandato establecido en el pacto de rentas que los sindicatos mayoritarios y la patronal CEOE-Cepyme firmaron a mediados de mayo, que estableció una subida del 4% de los salarios para este año y del 3% en 2024 y 2025, además de una cláusula de revisión dle 1% en función de la inflación.
Con los datos de la Central de Balances sobre la mesa, el alza del 5,9% hasta marzo también supera, de hecho, el IPC medio de los tres primeros meses del año, que ronda el 5%.
Comercio y hostelería se llevan la mejor parte con una subida del 6,8%, en un contexto de falta de camareros que ha obligado a muchos establecimientos a mejorar las condiciones para atraer a este tipo de personal en los últimos meses. Se trata de la mayor subida salarial de todas las actividades registradas por el Banco de España y supera en casi un punto la media, que también se vio favorecida por la entrada en vigor del aumento del salario mínimo a los 1.080 euros.
Pese a todo, y con el lastre de una inflación media del 8,3% en 2022, el poder adquisitivo de los hogares españoles se ha visto duramente golpeado. Y así lo evidencian cifras como la brusca caída en la demanda de hipotecas o el hecho de que muchas familias estén aprovechando los ahorros generados durante la pandemia para amortizar sus préstamos en un intento de esquivar la escalada del euríbor.
Para las empresas tampoco está siendo un periodo fácil y, pese al repunte de sus beneficios, las ventas siguen prácticamente estancadas. Los datos del Banco de España evidencian que en el primer trimestre apenas crecieron un 0,7%. Y si a la subida de los salarios se suma el alza del empleo medio efectivo, resulta que los gastos de personal también avanzaron con fuerza, un 8,3% en el periodo. La cifra es bastante más elevada que el 6,6% registrada en el conjunto de 2022.
Así que los expertos mantienen que no hay que dejarse llevar por la sensación de un beneficio desproporcionado, ante la evidencia de que algunos sectores aún no han podido trasladar todo el incremento de costes de producción al precio final de venta.
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