Secciones
Servicios
Destacamos
La deuda pública es desde hace muchos años uno de los grandes males de la economía española. Pero el despliegue de medidas durante la pandemia y la posterior crisis energética por la guerra en Ucrania han llevado los datos al extremo y, en junio, la ... economía nacional acumuló un saldo total de 1,568 billones de euros de endeudamiento.
Nunca antes la cifra había sido tan abultada y, según los datos publicados el jueves por el Banco de España, utilizando el PIB nominal de los últimos cuatro trimestres para comprobar su peso en la economía, la ratio se situó en el 113,1% del PIB.
En términos absolutos, la deuda acumulada en junio implica 27.000 millones de euros más que en mayo. Y es 93.700 millones de euros superior a la registrada hace justo un año.
Desde finales de 2019, la deuda pública ha crecido en torno a los 345.000 millones de euros, una cifra muy condicionada por las medidas expansivas lanzadas tras el estallido de la pandemia y los distintos planes anticrisis aprobados para hacer frente al reciente escenario inflacionista que ha disparado los precios y dañado de forma notable el poder adquisitivo de los hogares.
Además, en este ejercicio también está influyendo un mayor gasto público que suele ser habitual en periodos electorales. Y no hay que pasar por alto que en España se han vivido dos:las municipales y las generales. La mayor parte del incremento de junio es asumida por el endeudamiento del Estado. En concreto, la Administración Central acumula una deuda de más de 1,39 billones de euros, experimentando la mayor subida entre los distintos subsectores y también debido a diversos motivos, como las transferencias para cubrir el déficit a la Seguridad Social o los distintos desembolsos a las comunidades autónomas.
En este punto, la deuda de las autonomías subió un 3,3% interanual hasta los 327.248 millones de euros, mientras que la de las corporaciones locales volvió a repuntar hasta los 23.790 millones de euros.
A pesar de que ambos subsectores suelen presentar un mayor control de sus cuentas públicas, el nuevo escenario de subida de los tipos de interés ha desatado las alarmas en torno a la gestión de las mismas. Los últimos en advertir sobre ello han sido los analistas de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) que, en un reciente estudio, apuntan a que el gasto autonómico que se va en pagar intereses de la deuda pasará de 3.600 millones de euros en 2022 a 4.174 millones este ejercicio, para dispararse a los 8.659 millones de euros ya en 2026. Es decir, las autonomías tendrán que dedicar para ese momento 5.051 millones de euros más solo para atender esa mayor carga de deuda que en 2022. Dinero que, por otra parte, habrá que sacar de otras partidas.
Los datos publicados este jueves por el Banco de España también reflejan que la deuda de la Seguridad Social se situó en 106.174 millones de euros en la primera mitad del año. La cifra se mantiene en línea con los últimos meses, pero sigue superando en casi 7.000 millones de euros a la registrada hace justo un año. En la cifra final hay que tener en cuenta el impacto de los préstamos concedidos por el Estado a la Tesorería General del organismo para financiar su desequilibrio presupuestario.
En todo caso, los elevados niveles de endeudamiento seguirán siendo la gran preocupación de la política económica del próximo Gobierno. Sobre todo porque después de varios años suspendidas, las reglas fiscales europeas volverán a ser efectivas con todo su rigor en 2024. Y aunque quedan detalles por resolver en torno a la reforma de las mismas, la idea es que los límites para no ser 'castigado' sigan en el 3%del déficit y el 60% de deuda pública. No obstante, los países que, como España, rebasan esos niveles, contarán con una guía personalizada que se ajustará a la realidad de cada uno a la hora de ajustar.
El problema es que aún existe mucha incertidumbre en torno a la estrategia a seguir. Primero, porque la reforma de esas normas aún no está acabada. Ysegundo, porque el adelanto electoral en España ha impedido que se apruebe en el plazo habitual el techo de gasto, base de los siguientes Presupuestos con los que se intentará avanzar en la senda de consolidación a medio plazo.
El tiempo aprieta en este sentido. Y, según advertía recientemente la Autoridad Fiscal (Airef), «el previsible aumento del gasto en pensiones, sanitario y cuidados por el envejecimiento de la población es uno de los principales desafíos para la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio plazo. Un mayor gasto estructural que no sea cubierto con ingresos adicionales, conllevará un incremento muy significativo del endeudamiento».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.