El crédito para comprar vivienda sufre su mayor contracción desde 2016

La combinación de ambos frentes ha provocado que la financiación concedida por las entidades financieras a las familias para la adquisición de una vivienda se desplomase en agosto un 3,2% en tasa interanual, la caída más abultada que registran las estadísticas del Banco de España desde noviembre de 2016.

En concreto, el saldo hipotecario se situó en 499.876 millones de euros en el octavo mes del año, 1.700 millones menos que el mes anterior y 18.000 menos que hace justo un año. Y hay que retroceder diecisiete años, hasta febrero de 2006, para ver la cifra por debajo de los 500.000 millones.

La situación ha cambiado por completo la composición de la deuda de los hogares con las entidades, en un movimiento en el que el crédito al consumo ha ido ganando peso mes a mes frente a la caída en la nueva producción hipotecaria en un contexto de subida de los tipos de interés. Según los datos del Banco de España, el crédito al consumo creció en agosto un 2,4% respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 97.152 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a la de julio.

Sumando vivienda, consumo y otros fines, el crédito total a las familias se sitúa en 685.663 millones de euros, lo que implica un brusco recorte de 17.700 millones de euros respecto a hace un año. Y no se observaba un saldo tan bajo desde marzo de 2006.

La contracción al crédito que se está observando en los hogares es más grave en el caso de las empresas, donde la financiación de la banca se sitúa en 462.141 millones de euros. Ese saldo vivo ha sufrido un retroceso del 4,26% interanual (casi 25.000 millones menos que en agosto de 2022), lo que supone su mayor caída en esos términos desde marzo de 2015, según la estadística del Banco de España.