Llegar al supermercado y otear las etiquetas de precios, buscando la mejor ganga, el chollo más resultón que permita llenar ese carrito que, hace unos años, era mucho más fácil de adornar. Las marcas han subido, pero también lo han hecho las blancas. Lo barato ... ya no es tan barato, y lo caro es aún más caro.
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A base de 2x1 y descuentos en la segunda unidad se puede rascar algún 'gol' y conseguir reducir un precio que, sin ir más lejos del año pasado, era un tanto impensable. Pero es que la situación internacional aprieta a los productores, que o suben los precios o no obtienen beneficios. Los pequeños comercios hacen lo mismo, por puro instinto de supervivencia. Y al final, como en la cadena alimenticia que enseñan en el curso de biología en primaria, los consumidores acaban siendo los afectados.
15,9% de incremento
del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas comparado con el mismo mes del año anterior
El incremento del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas ya se sitúa por encima del 15% en España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, productos como los huevos, los cereales o la leche se han encarecido por encima del 20% respecto a enero de 2022.
Una subida que los alicantinos notan, pese a la bajada del IVA impulsada por el Gobierno. «Sí que ha subido bastante», cuenta Alicia, madre de dos hijos. Alicia relata que la compra para las cuatro personas de su casa «antes costaba unos 120 euros, pero últimamente no baja de 150», algo que le ha llevado a «intentar buscar otros productos», pero, según ella, «la calidad se nota».
Con ella coincide Vicente, que hace la compra para una familia de tres personas. «A mí me cuesta más de 130, mientras que antes era más asequible», comenta Vicente, quien destaca que ha cambiado las «marcas en detergentes y productos de limpieza, porque la diferencia hay veces que es incluso del doble». Este padre de familia, aunque no ha cambiado mucho los productos que compra, sí que se centra más en su faceta de buscador de ofertas: «Ahora sí que buscas más los 2x1 o los descuentos con tickets de compra y demás», asegura.
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Una situación que también viven en la casa de María, una familia de cuatro personas. «Ha subido todo en general, una bolsa de ensalada la comprabas por 0,80 céntimos y ahora ya está a un euro y pico», lamenta María, quien recuerda que antes con 50 euros «podías pasar una semana, pero ahora ya compras cuatro cosas y no te llega para nada más».
La guerra de Ucrania y la crisis internacional está provocando un encarecimiento generalizado y mantiene la inflación disparada, aunque a niveles mucho más bajos de los históricos que se alcanzaron el pasado verano.
Alicante ha cerrado el 2022 con una tasa acumulada del IPC del 6%, mientras que la Comunitat ha registrado un 5,5%. Las previsiones para febrero hablan de una escalada a nivel nacional de hasta el 6,1%, según el último informe de coyuntura de la Confederación Empresarial de la Comunitat.
«La inflación venía mostrando desde septiembre una tendencia a la recuperación, con un pequeño repunte en enero», describe el director de economía y análisis de la CEV, Ricardo Miralles, quien asegura que «se prevé que vuelva a aumentar en el corto plazo».
Miralles asegura que el aumento de precios «ha permeado a lo largo de toda la economía» y que el IPC subyacente «ya se sitúa por encima del general». El director de análisis de la confederación empresarial avisa que «la nueva subida de tipos del Banco Central complica, todavía más, el día a día de las familias».
Y es que el efecto de la supresión del IVA del 4% en productos como el pan, quesos, huevos o frutas y verduras, se ha diluido, y apenas dos meses después de esta medida gubernamental la cesta de la compra ha vuelto a subir. De acuerdo con la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) lo ha hecho un 1,31% en las grandes superficies.
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«Es muy dificil que se establezca un cauce de cumplimiento de lo que la bajada del IVA pretende, que es abaratar la cesta de productos básicos», explica la presidenta de la asociación, Patricia Suárez, quien recalca que «se trata de medidas sin graduación, que benefician tanto al que más compra como al que menos».
Las familias son una parte de la población que se encuentra entre las más afectadas debido al gran volumen de compras que deben hacer para sustentar a sus hijos. Pero esta realidad también afecta a los alicantinos que viven solos y ven como la cesta ha subido el último año.
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«He notado bastante el aumento, no en productos concretos pero sí que la compra del mes ha subido bastante», explica Jorge, médico que vive en un piso solo y asegura que «antes era mucho más barata». «Hacía dos compras al mes por 80 euros, y ahora por menos de 100 no se puede», resalta.
Patricia Suárez
Presidenta de Asufin
También les pasa a los jóvenes que han llegado a la provincia para labrarse un futuro profesional. Laura es enfermera y comparte piso y, aunque comenta que «no hago compras grandes, voy poco a poco», sí que ha notado que «me gasto 10 euros más por compra».
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La medida de la bajada del IVA aplicada por el Gobierno no está mitigando los efectos de la escalada de la cesta de la compra. Una medida que contrasta con la adoptada por el país vecino. En Francia pactaron con los supermercados una cesta de la compra con el precio más bajo, a costa de los márgenes de distribución.
«El Gobierno francés asume activamente el papel de vigilante y compromete a las grandes superficies a cumplir con la medida, lo que rema a favor de la lucha contra la inflación», ha asegurado la presidentea de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), Patricia Suárez.
La dirigente sostiene que el Gobierno «tiene que asumir un compromiso mayor con los consumidores y explorar una forma más eficaz para luchar contra la espiral incontrolable de la inflación y la subida de precios«.
Laura opta por comprar en los pequeños comercios, que debido a los altos costes energéticos y al precio de las materias primas han tenido que subir los precios, algo que, a juicio de esta enfermera, se «nota una barabaridad». Aun así, Laura ha encontrado un truco bajo la manga, y es que cuando regresa a casa se aprovisiona de 'tuppers' para poder bajar el coste de una compra que «también sale más cara por la gasolina».
Vicente
Padre de una familia de tres personas
Una estrategia por la que también opta su compañera de piso, Teresa, que ha notado un aumento de «más de 20 euros en la compra del mes». Teresa no ha cambiado ningún hábito de consumo, pero sí que aprovecha las veces que vuelve a casa «para traerme más cosas».
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Este incremento de los costes está afectando a los alicantinos y alicantinas, que ven como llenar la cesta de la compra se puede convertir en un verdadero rompecabezas de precios. Por ello, desde Asufin manifiestan que «no es razonable que tras la bajada temporal del IVA veamos que los precios no solo han dejado de bajar sino que han empezado a subir».
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