La campaña alicantina de hortalizas «herida de muerte» por el boicot francés

Las palabras de la influyente exministra de Medio Ambiente de Francia Ségolène Royal son un ataque que para los productores alicantinos generan una «herida de muerte» a las hortalizas y frutas alicantinas. Así lo han calificado desde una cooperativa de la provincia que ha sufrido el ataque a sus camiones durante esta semana y que prefiere no salir para no sufrir mayores daños.

Junto a este grito de «injusticia» está Asaja Alicante. Los agricultores españoles también estuvieron en Bruselas en la protesta a través de sus representantes, pero como advierte José Vicente Andreu, presidente de la agrupación alicantina, el perjuicio para la provincia es incalculable.

«La campaña de hortalizas iba de cine. Es pronto para poder facilitar números, pero hablamos de una paralización aproximada de diez días», ha explicado. El problema es que ahora los precios sufrirán caídas porque estamos ante un producto perecedero en referencia a alcachofa, brocoli y lechugas, entre otros.

«Se ha roto el ritmo y se tardará unos días en recuperar la normalidad», subraya Andreu. Los compradores hacen sus pedidos sobre origen y eso significa que el retraso irá en detrimento del campo de la zona de la Vega Baja, especialmente.

La patronal del transporte ha pedido «cautela a los transportistas alicantinos». Desde Fetrama, su secretario general, Antonio Gabaldón, ha indicado que «es bastante probable que los transportistas sigan encontrando cortes en algunos puntos de las vías francesas a lo largo del día, por lo que pedimos máxima cautela a nuestros conductores a la hora de circular por estas carreteras».

«Confiamos en que la situación se restituya pronto para que nuestros camioneros puedan prestar su servicio sin riesgo y recuperar la actividad pérdida», ha explicado el responsable de la Federación de Transportistas de la provincia.

Desde Fetrama se estima que el bloqueo francés ha derivado en unas pérdidas económicas próximas a los cinco millones de euros para las empresas de transporte alicantinas. En este sentido, Gabaldón lamenta «los graves problemas económicos que ha generado el conflicto para nuestros transportistas en un momento, en el que el sector estaba registrando buenos datos».

No obstante, tanto desde las cooperativas consultadas como desde la propia organización, han señalado como clave el menosprecio galo hacia los productos alicantinos. «No hay problemas con el resto de países europeos, pero este tipo de comentarios hacen mucho daño. Es una persona influyente y decir que no se cumplen las normas europeos es falso», ha comentado el responsable de Asaja.

Ségolène Royal dijo que los tomates españoles eran incomibles y sus palabras han levantado una oleada de respuestas que, al menos para los agricultores alicantinos, han sido tibias. «El gobierno español debería haber contestado con más firmeza», ha apuntado Andreu, porque, «una vez más nos convertimos en dobles víctimas. Por un lado, sufrimos las mismas exigencias que el resto de agricultores europeos que dificultan el desarrollo de los productos y chocan con la permisividad hacia una competencia desleal como es la de los productos marroquíes que han llegado vía Marsella o Rotterdam estos días. Y por otra, somos víctimas de la enquina francesa que ha puesto el punto de mira en los productos españoles.

El contexto se complica si, de acuerdo con Asaja, «no se ha realizado una defensa contundente del campo español. Nosotros no podemos mandar tractores o camiones ahora porque nos encontramos en plena campaña. Es un dardo contra nuestros clientes».

Con la paralización de la recolección, algunas cooperativas muestran su preocupación porque este viernes empezaban a llegar las mercancías que se vieron atrapadas en ruta a los supermercados. « La normalidad no es instantánea. Esperemos que llegue el lunes, pero nadie está cargando los camiones, todo va a las cámaras», comenta desde una empresa ilicitana afectada.

El caso es que llueve sobre mojado porque las hortalizas como la alcachofa del campo de Elche y Vega Baja había visto bajar su producción, pero como ocurriera con la uva, estaban sacando la mercancía a Europa por su calidad y la demanda. Ahora toca esperar y recalcular.