El Banco de España avisa: «El impacto económico de la DANA dependerá de las medidas y cómo se implementen»

«Este evento ha excedido todo lo previsible». El Banco de España muestra su valoración ante la dramática Dana que ha afectado en especial a la comunidad valenciana y que puede poner en serios apuros la actividad económica en la región. «Es difícil prever el impacto porque va a depender mucho de las medidas qeu se pongan encima de la mesa y de cómo se implementen», explica Ángel Estrada, director de estabilidad financiera del supervisor.

La advertencia es clara: «La diferencia con la pandemia es que se ha producido una destrucción significativa del capital físico, y ese es uno de los motivos por lo que es imperativo adoptar medidas que permitan que la recuperación se produzca de forma rápida, consistente y permanente en el tiempo».

El Gobierno ha anunciado ya mediadas fiscales y un amplio plan de ayudas directas a los afectados. Pero el Banco de España advierte que todo dependerá de la rapidez y eficacia de las mismas. «La prioridad tiene que ser que la actividad se recupere de la forma más rápido posible, con una secuencia de las ayudas en las que el primer escudo serán los seguros, luego el Gobierno con sus medidas de apoyo«. Entre ellas, apuntan también a las obligaciones financieras de los afectados. »Tendría sentido que hubiese acuerdos entre propietarios y alquilados«, indicó Estrada durante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España.

En el caso concreto de la banca, el organismo ha hecho un intenso trabajo durante los últimos días para analizar la exposición del sector a las zonas más afectadas. En concreto, apuntan a una exposición total de 20.000 millones de euros, de los que 13.000 millones se traducirían en crédito a hogares (hipotecas) y 7.200 millones a empresas. «Esta cifra no quiere decir que todo se vaya a materializar en pérdidas», matiza Estarda, insistiendo en que es algo perfectamente asumible para el sector.

En total, los particulares con créditos en la zona ascienden a 472.000, de los que 150.000 son titulares de hipotecas (puede haber más de un titular por cada préstamo). En la parte de empresas, existen 23.000 en la zona afectada con crédito bancario, aunque no todas ellas tienen por qué estar afectadas. .

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado que, en lo que se refiere a la banca, ya se ha aprobado una línea de avales de hasta 5.000 millones de euros del ICO, con aval del Estado y moratorias a los préstamos. «Puede ser una mediad eficaz; pero es importante que las moratorias estén basadas en un real decreto, que tengan soporte legal porque hace que el coste sea menor para las entidades», explicó Estrada.

En un comunicado posterior, la institución inisistió en que, aunque respaldan las medidas, es clave que las iniciativas para paliar las necesidades de la ciudadanía «no supongan una carga excesiva para las entidades de crédito». «En este sentido, debería optarse por un modelo análogo al que se aplicó durante la pandemia en el que las medidas de apoyo no supusieron una reclasificación de los créditos», indican.

Uno de los grandes problemas con los que se va a encontrar el sector financiero, tanto seguros como banca, son los destrozos de las viviendas de sus clientes. El Banco e España, de hecho, lleva tiempo analizando el impacto del riesgo climático en diversos factores, comprobando que, por ejemplo, los precios de las viviendas son más bajos en zonas inundables.

«Esto tiene que ser algo qeu nos permita aprender y poner todas las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir», indica Estrada, recordando que al margen de las recomendaciones, el Banco de España ya está tomando medidas para garantizar, por ejemplo y dentro de sus competencias, la distribución de efectivo, en un entorno en el que tanto sucursales como cajeros han podido quedar destrozados por la Dana.

La Dana ha condicionado sin duda la presentación del Informe de Estabilidad Financiera del organismo, que es bastante más optimista con el devenir de la economía española que en anteriores documentos. Al menos, no se detectan grandes riesgos más allá de los habituales, como la elevada deuda pública o el riesgo geopolítico.

Más allá de la macro, el organismo vuelve a insistir en el documento al problema de acceso a la vivienda. «Ante una oferta de vivienda relativamente rígida y la orientación de una parte creciente de esta para usos turísticos en vez de para usos residenciales (motivada por la expansión del turismo no hotelero), el auge de la demanda ha presionado al alza los precios», señalan los expertos que, no obstante, apuntan a que el buen comportamiento de las rentas de los hogares ha prevenido «la aparición de desequilibrios destacados en los precios».

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