«Yo llevo una camiseta hasta que se me rompe, y luego la utilizo como trapo»

Óscar Bartual Bardisa

Alicante

Lunes, 22 de enero 2024, 12:18 | Actualizado 13:03h.

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Ropa de tonalidades fucsias, una falda con estampado de estrellas y unas sandalias con dibujos de gato. Con este modelo se ha presentado la afamada diseñadora de moda Ágatha Ruiz de la Prada en Alicante. La empresaria ha llegado al restaurante Petímetre, de la playa de San Juan, de buena mañana para relatar sus inicios y dar las claves del sector en la actualidad.

Lo ha hecho frente a decenas de empresarios de la provincia en lo que ha sido la novena conferencia del Cámara Business Club. Acompañada por el presidente de la organización cameral, Carlos Baño, y el vicepresidente y dueño de la compañía de especias Carmencita, Jesús Navarro.

La diseñadora ha contado su rocambolesca historia, pasando desde sus inicios, en un taller de Madrid, hasta llegar a ser una de las expertas en moda más reconocidas de España. Sus trajes se exponen en museos como el Louvre, que ha sido el último en acoger sus modelos, y su marca llega a más de 120 países al estar presente en unas 500 licencias.

En medio de todas estas anécdotas y consejos la diseñadora ha querido criticar la situación actual de la moda y del consumo disparatado de esta. «No se puede poner una camiseta una vez y tirarla», ha denunciado Ágatha Ruiz de la Prada, quien asegura que «llevo una camiseta hasta que se me rompe y luego la utilizo para limpiar la casa». La diseñadora explica que es necesario «un cambio de pensamiento para hacer moda, aunque vaya contra el consumo».

Ruiz de la Prada ha criticado que «hay mucha gente que pide cuatro prendas iguales y se lo prueban y el resto lo devuelven», y subraya que esta ropa no se vuelve a vender y «se van directas a montañas de ropas de basura». La diseñadora relata que en su último viaje a Chile pudo ver uno de estos vertederos y le ha hecho reflexionar sobre la situación actual que atraviesa el mundo de la moda.

«La ropa es como un amigo». Con esta metáfora explica la diseñadora la relación que se debe tener con las prendas, al tiempo que ha criticado el conocido como fenómeno 'fast fashion'. «Antiguamente había gente que solo tenía un traje», recuerda Ágatha Ruiz de la Prada, quien asegura que todo pasa por «crear un vínculo, una relación» con ella a base de ponérsela y «no dejarla tirada en un armario al ponérsela una sola vez».

«Hay que crear un vínculo con la ropa y eso sucede a base de ponérsela

Agatha Ruiz de la Prada

La icónica empresaria del mundo de la moda indica que ya estamos «en la cuarta revolución» del sector, la de la «sostenibilidad en la moda» e insta a las compañías a «adaptarse al reto». Ruiz de la Prada afirma que en el momento que no te sepas adaptar «desapareces».

Arte y moda han ido de la mano en la expresión de la diseñadora. Sus prendas y sus bocetos son reconocidos mundialmente. Sus trajes se exponen gracias a su fundación en distintos museos de todo el mundo. Ruiz de la Prada asegura que el último museo al que llegará su moda será el Louvre, en Paris y recuerda que la próxima exposición de su firma en España será en Zaragoza. Llega tras la última, celebrada este verano en Salamanca, donde congregó a más de 70.000 visitantes, según afirma la empresaria.

«Mi moda no se entendería sin el arte», explica Ruiz de la Prada, quien expone que «he pensado en la moda como algo mucho más conceptual y relacionada con el arte». La diseñadora recuerda que antes esto no ocurría y ambos mundos no iban de la mano, aunque afirma que en la actualidad «tienen mucho que ver».

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Ruiz de la Prada recuerda de su paso por Madrid en la época de la Movida Madrileña y las ideas que surgieron durante esa época de «pensamiento transgresor». La diseñadora comenta que fue a raíz de este episodio rompedor de la capital cuando la moda «comenzó a meterse en todo», desde hoteles a baños y cepillos de dientes, pasando por maletas o zapatos«, y empapando todo el mundo.

De sangre noble y viniendo de una familia acomodada, la diseñadora rompió moldes en una época en la que superó la doble barrera, la de ser mujer y empresaria. Lo hizo con la «indiscreción» como valor referente y una idea «muy clara», la de juntar el fucsia con el amarillo. «Así hice mi empresa y mi marca», asegura Ruiz de la Prada, quien remarca que la identidad «es lo más importante en la creación de una firma.

La diseñadora asegura que mucho de lo que ahora se ve de ella lo ha adoptado de la infancia. Ella se fijó en sus recuerdos pasados para hacer su imperio de la moda porque «cuando eres niño absorbes todo lo que te dan», afirma la modista, quien asegura que su objetivo es «democratizar la moda» y resalta que no tiene sentido vender un bolso suyo por «14.000 euros».

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La diseñadora ha visto como algunos de los presentes la felicitaban por su reconocida marca y por haberla creado. En este sentido, el vicepresidente de la Cámara, Jesús Navarro, ha asegurado que «cuando uno construye una marca, sabe lo difícil que es y más cuando se identifica con la persona, porque entonces el mérito es doble».

Le ha seguido en su intervención el presidente del organismo cameral, Carlos Baño, quien ha resaltado la virtud de «ser empresaria y mujer» en tiempos difíciles. Baño ha reafirmado que «Ágatha es ante todo una empresaria hecha a si misma» y ha resaltado su firma presente en muchos países y con numerosas licencias en «todo tipo de productos, con sello de color y alegría».

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Y ese es precisamente el secreto a voces que ha llevado a Ruiz de la Prada a ser una de las diseñadoras más reconocidas a nivel nacional. Su color y su sello son inconfundibles y de ello se siente orgullosa la diseñadora, quien tiene claro que se le recordará: «Mi estilo es tan fuerte que se puede trabajar sin estar yo, mi estilo sobrevivirá».