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La Ocean Race se despide de Alicante en su 50 aniversario y la quinta edición consecutiva en la que el puerto de la ciudad alberga la salida de esta regata internacional. Durante una semana se han podido disfrutar de numerosas actividades pero, ahora comienza la historia de verdad, la de dar la vuelta al mundo. Casi seis meses pasarán cinco equipos navegando en alta mar en siete etapas que prometen exprimirlos hasta límites nunca antes vistos.
1
La primera de las etapas llevará en una corta carrera a los equipos hasta el archipiélago de Cabo Verde, aunque no podrán hacer parada allí. Unos 3.500 kilómetros separan la costa alicantina de esta segunda sede, la primera vez que alberga la Ocean Race. Será una breve parada, pues no podrán trabajar en los barcos ni bajar a tierra. La etapa, que durará tres o cuatro días, calentará motores y los equipos se prepararán para lo que vendrá a continuación.
2
Continuarán los equipos bajando por la costa de África hasta Ciudad del Cabo, una de las tres capitales de Sudáfrica y la parada más repetida a lo largo de la historia de la regata. Una travesía oceánica de más de 8.500 kilómetros en la que las inclemencias climáticas serán habituales. Los técnicos arreglarán allí los veleros y los preparán para la gran novedad de la siguiente etapa, una travesía eterna que pondrá en jaque a más de un equipo.
3
Uno de los mayores retos de la historia de la Ocean Race. Por primera vez, los competidores no harán escala en Oceanía. Navegarán durante un mes un total de 23.600 kilómetros por el mar del Sur, bordeando la Antártida en un viaje peligrosísimo por la presencia de hielo y de vientos ferocísimos. De hecho, es la zona más difícil de navegar en el globo. Un reto mayúsculo en el que bordearán los tres grandes cabos del sur del planeta para remontar el de Hornos hasta la ciudad brasileña de Itajaí.
4
Tras un descanso más que merecido los equipos no podrán descuidarse, pues cruzarán la costa de América hasta el norte, hacia Newport, en Rhode Island. Una travesía oceánica de 6.300 kilómetros que llevará a los regatistas por el Mar Caribe y hacia el siempre místico Triángulo de las Bermudas, donde se juntan varias corrientes marítimas que lo hacen un lugar peligroso y en el que hay que llevar especial cuidado.
5
Llegados al ecuador de la competición los equipos IMOCA se embarcarán en su última travesía transoceánica para partir hacia el viejo continente, a la ciudad danesa de Aarhus, donde se reunirán con la flota de VO65. Un total de 6.482 kilómetros será el recorrido por el Atlántico norte, que cruzarán hasta llegar a las islas británicas que bordearán para hacer escala en el norte de Dinamarca. Serán finales de mayo y primavera cuando regresen al continente que les vio salir en enero.
6
Esta peculiar etapa, en la que los VO65 competirán debido a la Sprint Cup, la nueva competición de la Ocean Race, llevará a los regatistas hasta la ciudad holandesa de La Haya, pero no sin antes pasr por la ciudad alemana de Kiel. Una travesía de 1.480 kilómetros por el mar del norte de Europa donde destacan los fuertes vientos y los mercantes por aguas del norte de los Países Bajos, además del cansancio acumulado de los deportistas.
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