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Álex Sánchez
La brutalidad del 'crimen de La Puebla' vuelve a estrados
Crónica Negra

La brutalidad del 'crimen de La Puebla' vuelve a estrados

Natalia M. y Agustín M. repiten en el banquillo acusados de atropellar y quemar vivo al exnovio de la joven en Cartagena

Alicia Negre, Raúl Hernández y Álex Sánchez

Domingo, 12 de enero 2025, 00:26

Tres de la madrugada del 23 de agosto de 2021. En mitad de una calurosa noche de verano, a Jéssica Rodríguez, vecina de la diputación cartagenera de La Puebla, la sobresalta el sonido de su móvil. Rápidamente descuelga y al otro lado del teléfono reconoce a su hermano Juan Manuel que, con un hilo de voz, clama ayuda. «Jéssica, me están dando una paliza», acierta a escuchar, mientras trata en vano de averiguar el lugar donde se encuentra su hermano antes de que la comunicación se corte de golpe. La mujer vuelve a llamar una y otra vez pero es en vano. Ya no consigue volver a dar con Juan Manuel, que a esas horas, según se desprende de la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil, está siendo golpeado, atropellado y quemado vivo dentro de su Hyundai Tuscon, en un huerto cercano.

Apenas dos horas después de esa desgarradora llamada, en torno a las cinco de madrugada, un vecino de la finca La Ribera Vieja llama a la Policía Local de la diputación cartagenera de Pozo Estrecho. El claxon de un coche le despertó y, al salir a la puerta de su casa, comprobó que un vehículo ardía en un descampado cercano. Los bomberos no tardaron en apagar las llamas que consumían el chasis del automóvil y en descubrir el cadáver calcinado de una persona en el asiento trasero. El estado del cuerpo hacía imposible una identificación a simple vista, pero la Guardia Civil ató cabos y comprobó que el dueño del coche era Juan Manuel Rodríguez, un vecino de La Puebla de 34 años, divorciado y con una hija, cuya desaparición ya estaba siendo denunciada por su hermana.

Una familiar muestra el lugar en el se encontró el vehículo, el primer plano, José Manuel Rodríguez, la víctima, y una imagen del coche el día de los hechos.
Imagen principal - Una familiar muestra el lugar en el se encontró el vehículo, el primer plano, José Manuel Rodríguez, la víctima, y una imagen del coche el día de los hechos.
Imagen secundaria 1 - Una familiar muestra el lugar en el se encontró el vehículo, el primer plano, José Manuel Rodríguez, la víctima, y una imagen del coche el día de los hechos.
Imagen secundaria 2 - Una familiar muestra el lugar en el se encontró el vehículo, el primer plano, José Manuel Rodríguez, la víctima, y una imagen del coche el día de los hechos.

Los investigadores del Instituto Armado se entrevistaron con la hermana de Juan Manuel y escucharon por primera vez el nombre de Natalia y Agustín, los dos presuntos autores del ya bautizado como 'crimen de La Puebla'.

Juan Manuel y Natalia habían mantenido una relación sentimental que acabó cinco o seis meses atrás, aunque ello no había impedido que siguieran manteniendo contacto. Quedaban, hablaban, discutían y acababan como el rosario de la aurora. Hasta el extremo de entrecruzarse amenazas, según reconoció la propia Natalia en una de sus posteriores declaraciones. «Le dije que lo iba a matar y a quemar, que lo iba a quemar a él y a su hija. Y él me dijo que me fuera para La Puebla, que me esperaba con una escopeta», aseguró.

Mientras tanto, la joven, que en esas fechas apenas había alcanzado la mayoría de edad, se había ennoviado con el otro acusado, Agustín, un joven con un retraso mental leve y, según sostiene su defensa, problemas de drogas. Malvivía con él pese a que, según explica el fiscal, se le había impuesto una orden de alejamiento tras una condena reciente por malos tratos contra ella.

En aquellas fechas ambos planeaban forzar la puerta de una casa para ocuparla, según explicó a los agentes la propia madre de Natalia. Los agentes que ya buscaban a la joven y a su actual pareja para aclarar su posible relación con el crimen cuando se entrevistaron con la madre de Natalia y ésta reconoció que las amenazas de ambos a Juan Manuel eran continuas. Reveló que Agustín había llegado a amenazar al exnovio de Natalia con «matarlo y quemarlo».

Los agentes escucharon a la hermana de Natalia que les explicó que la joven mantuvo una relación sentimental con Juan Manuel hasta que éste descubrió que presuntamente le estaba siendo infiel con Agustín. Desde ese momento, según su relato, Natalia trató de retomar la relación con su exnovio, pese a que continuaba saliendo con Agustín. La hermana llegó a asumir que la sospechosa amenazaba a su ex - y a su familia, incluida su hija menor- para que volviese con ella.

Los investigadores también escucharon en esas horas a un amigo de la víctima que estuvo con él el día anterior al crimen. Según recoge el sumario del caso, este explicó que ambos habían comido juntos y luego se acercaron al hospital para visitar a un vecino que estaba enfermo. Una jornada en la que fue consciente del acoso al que supuestamente estaba siendo sometido por su expareja. Este testigo reveló incluso que Juan Manuel recibió una llamada de Natalia en la que ésta le advertía de que iba a quemar a su madre dentro de su casa si no se presentaba allí en cinco minutos.

Tras tomar nota de estos y otros testimonios, los investigadores ya tenían claro que urgía localizar a la pareja y lo hicieron poco después, en torno a las 13.45 horas de ese mismo 23 de agosto, en una casa de Los Alcázares en la que ambos se habían refugiado para dormir tras el crimen.

En ese primer cara a cara con los agentes Natalia optó por no abrir la boca, pero Agustín ofreció una confesión sobre aquella madrugada trágica.

Tras esa primera versión, que ha ido variando a lo largo de estos años, los dos acusados del 'crimen de La Puebla' optaron por pasarse la pelota y se han culpado mutuamente de planificar y perpetrar el asesinato.

Lo hicieron en el primer juicio que se celebró ante la Audiencia,en el que acabaron condenados a dos décadas de prisión cada uno de ellos.

Arranca un nuevo juicio

Ante un recurso formulado por el abogado Antonio Casado Mena, defensor de Natalia, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) apreció irregularidades formales en esa primera sentencia y obligó al tribunal a volver a la casilla de salida y repetir el juicio.

La Sección Quinta inició este jueves una repetición de la vista que contempla ahora hasta once sesiones y que concluirá con un nuevo interrogatorio en el que está por ver qué estrategia despliegan los acusados.

En los últimos años Natalia y Agustín han ofrecido versiones contrapuestas de lo que ocurrió en la madrugada de ese 23 de agosto en un paraje rural conocido como Los Maínes, en La Puebla. La joven se había acercado allí con su exnovio Juan Manuel cuando realizó una llamada que lo cambiaría todo: avisó a Agustín de que estaba con su expareja. «Ella provocó el encuentro para que nos peleásemos», sostuvo Agustín en el primer juicio. Natalia, por su parte, explicó que Agustín estaba buscándolos aquella madrugada por La Puebla cegado por los celos y que, por ese motivo, lo llamó. «Había estado consumiendo y venía con cara de loco», subrayó la procesada.

Los dos acusados coincidieron en que Agustín se enzarzó en una pelea con Juan Manuel cuando ambos coincidieron en ese apartado paraje. «Cuando los ví allí sentí celos y una emoción de ira», reconoció el procesado. «Ella me dio una llave inglesa que llevaba en el bolso».

Llave inglesa manchada de sangre, recogida como prueba.

Tras una primera acometida, Natalia sostuvo que fue su exnovio Juan Manuel quien le dio las llaves de su coche y le pidió que le llevara al hospital al encontrarse gravemente herido. «Entre los dos me cogían el volante y me gritaban», recalcó Natalia. Sostiene que, en ese momento, atropelló a Juan Manuel, pero que lo hizo sin querer.

El otro acusado defendió, sin embargo, que fue la joven la que conducía el automóvil persiguiendo a su exnovio intencionadamente para acabar con su vida. «Mi intención era llevarlo al hospital, pero, después de que le pasase por encima con el coche, di por hecho que estaba muerto». Natalia afirma que ella también creyó que Juan Manuel estaba fallecido –aunque la autopsia acabaría confirmando que seguía vivo– y, tras abrazarlo, se marchó andando de la zona, prendiéndole Agustín fuego al automóvil.

Natalia M. junto a sus abogados defensores, Antonio Casado y Sara Llorca, y al otro acusado, Agustín M. Antonio Gil

La Fiscalía acusa a Agustín y Natalia de presuntos delitos de asesinato, detención ilegal y daños mediante incendio por los que reclama 34 años de cárcel para cada uno. En la primera sesión de este nuevo juicio el Ministerio Público avanzó que incluirá una agravante de parentesco en el caso de Natalia –medida a la que se sumaron también las acusaciones particulares– por lo que la pena que afrontará finalmente la joven será aún mayor. El 'crimen de La Puebla' aún aguarda Justicia.

La familia de la víctima: «Hubo Justicia una vez y esperamos que vuelva a haberla»

«Es como volver otra vez al principio, a retomar recuerdos y dolor». Adan Rodríguez, el hermano de Juan Manuel, víctima del 'crimen de La Puebla', no esconde el dolor que genera a los suyos la decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de ordenar la repetición del juicio por este caso al apreciar diversas «irregularidades procesales» durante la primera vista. «Ya hubo justicia una vez y esperamos que vuelva a haberla», remarca. «Gracias a Dios pruebas hay suficientes».

Adán Rodríguez, mostrando la foto de su hermano. Pablo Sánchez
Imagen - Adán Rodríguez, mostrando la foto de su hermano.

Este familiar hace hincapié en que ya hace casi cuatro años que tuvieron que afrontar la pérdida de su hermano y que este segundo juicio supone un nuevo trance. «Mi madre está hecha polvo», explica.

La madre y los hermanos de la víctima, que ejercen la acusación particular en este caso a través de los abogados Juan Antonio Martínez Miñarro y José María Martínez Belmonte, reclaman que, además de 34 años de prisión por asesinato, detención ilegal y daños, la pareja cumpla cinco meses de cárcel más por profanar el cadáver de Juan Manuel. «Las pruebas están más que claras», remarca.

La Fiscalía acusa a Agustín y Natalia de presuntos delitos de asesinato, detención ilegal y daños mediante incendio por los que reclama 34 años de cárcel para cada uno. En la primera sesión de este nuevo juicio el Ministerio Público avanzó que incluirá una agravante de parentesco en el caso de Natalia –medida a la que se sumaron también las acusaciones particulares– por lo que la pena que afrontará finalmente la joven será aún mayor. Los abogados Antonio Casado Mena y Sara Llorca, impulsores del recurso que forzó la repetición del juicio, esperan tener la oportunidad de demostrar la inocencia de Natalia, que defienden. «Entre el negro y el blanco hay una gama inmensa de grises. Y en esa escala de grises está la inocencia de nuestra clienta». El 'crimen de La Puebla' aún aguarda Justicia.

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