Sigue la 'montaña rusa' de temperaturas en Alicante

Vuelven a bajar ligeramente las temperaturas tras un par de jornadas en las que se han rozado los 30 grados en la capital, mientras que en otras partes del territorio se ha superado. El viento de poniente ha sido uno de los causantes de esta subida.

Los termómetros vuelven a estabilizarse, con 24 grados de máxima durante la jornada de un jueves en la que imperarán los cielos con nubes altas. Bajarán las temperaturas de cara al viernes y domingo, en el que las máximas superarán, por poco, los 20 grados en la capital, tal y como pronostica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Una situación diferente a la que se vivirá en la Vega Baja, en la que se esperan 31 grados para este sábado en municipios como Orihuela o Crevillernt, lejos de los 24 que la Aemet prevé para las localidades costeras como Jávea o Benidorm.

En caso de estar pensando en hacer senderismo, habrá que tener en cuenta que las temperaturas en el interior también serán más elevadas que en la mayoría de municipios costeros. Alcoi y Onil esperan máximas de hasta 27 grados para el sábado. Unas cifras que llegarán tras los topes de 22 de este jueves.

Estos cambios de temperaturas tan bruscos, entre máximas y mínimas, se debe principalmente a las brisas marinas. Según explican desde la Aemet, las temperaturas más altas se están dando en zonas del interior, más alejadas a las costeras, debido a los aires provenientes del mar.

A estas alturas, el agua todavía está fría, por lo que las máximas en las zonas bañadas por el Mediterráneo tienden a máximas más cercanas a los 20 grados, mientras que es en el interior donde el calor hace más hincapié. Ahora bien, esta situación puede quedarse en simplemente teoría con la entrada de los vientos de poniente, como ha pasado estos últimos días.

Con todo ello, si hay una cosa de la que la Aemet está más segura es de la sequedad de esta primavera. Abril no hace honor a su refrán y las «aguas mil» parece que no llegarán, según los pronósticos de al agencia estatal.

El mes de marzo ya fue el más seco desde 1950 y esta primera quincena de abril, y la segunda, prometen ser también extremadamente secas, por lo que la situación empieza a preocupar y las lluvias se hacen más necesarias.