San Vicente retira casi 60 toneladas de residuos de vertederos irregulares ya eliminados en puntos del municipio

La Concejalía de Servicios Urbanos y Mantenimiento de San Vicente del Raspeig ha llevado a cabo una nueva campaña especial de recogida de residuos para la limpieza de vertederos de escombros irregulares aparecidos en diferentes puntos del municipio en los últimos dos meses. El edil responsable, Antonio Díaz, ha informado de que durante las dos jornadas de intervención realizadas hasta el momento se han retirado cerca de 60 toneladas de desechos.

El edil ha confirmado «el importante esfuerzo económico y logístico realizado desde el Ayuntamiento para impedir que estos espacios contaminados vayan a más, garantizando así la salubridad y la buena imagen en el municipio». Las labores comenzaron el viernes 20 de diciembre con la limpieza de diferentes vertederos ilícitos localizados en el cruce entre camí de Berenguer y Sendera, en camí antic de Bussot, camí del Calamar y Boronat-Pantanet. De estos puntos se extrajeron cerca de 30 toneladas de restos de poda y escombros, indican fuentes municipales.

El pasado lunes, 23 de diciembre, la campaña continuó con la retirada de otras 28 toneladas encontradas en lugares situados en el acceso al barrio Santa Isabel desde el polígono del Rodalet y las zonas de Mármol y Teular. Está previsto, además, que en los primeros días de 2025 se proceda a eliminar otro vertedero irregular de las inmediaciones de Cemex, agregan las mismas fuentes. En todas las intervenciones se requiere maquinaria pesada y un dispositivo de operarios especializados.

Díaz ha adelantado que se mantendrá la vigilancia para evitar estas prácticas y ha pedido la colaboración ciudadana. El titular de Servicios y Mantenimiento ha lamentado «que unos pocos perjudiquen a todos los sanvicenteros al abandonar escombros en cualquier lugar, lo que todavía tiene menos sentido teniendo en cuenta que existen gestores autorizados y lugares habilitados para ese tipo de desechos».

El edil ha advertido, además, de que este comportamiento puede ser constitutivo de un delito por atentar contra el medio ambiente y la convivencia y contra el patrimonio natural y urbano. Según ha remarcado, «los vertidos ilegales son una muestra de desprecio hacia nuestra ciudad y hacia el esfuerzo colectivo por mantenerla limpia y cuidada porque no solo degradan el entorno, sino que suponen un coste económico que acaba repercutiendo en el conjunto de los vecinos».