Miles de ilicitanos se reencuentran con la Mare de Déu y Cantó tras dos años de espera

Este hecho se ha escenificado 'in situ' este miércoles y ha vuelto a emocionar a los presentes. Una cita para la cual el Ayuntamiento ha ofrecido, como es costumbre, autocares gratuitos que han unido el Palacio de Altamira y la playa desde las 04.30 de la madrugada. Ha destacado la magnífica actuación de Iván Pomares, que este año se caracteriza por vez primera como guardacostas ilicitano.

El alcalde, Carlos González; el presidente de la Sociedad Venida de la Virgen, José Manuel Sabuco; la edil del Fiestas, Mariola Galiana, además de miembros del equipo de gobierno y de la Corporación municipal se han sumado a la ciudadanía y han disfrutado de la recreación.

También han marchado en la popular romería de 14 kilómetros entre el Tamarit y el Hort de les Portes Encarnades a través del Camino Viejo de Santa Pola, siguiendo a Cantó y a la Virgen en su arca tirada por bueyes.

González ha señalado que ha sido una madrugada sin incidentes. El alcalde destaca que este día ha servido para «revivir emociones después del paréntesis de la crisis sanitaria al retomar una tradición querida, sentida, con un profundo arraigo y que nos identifica, siendo uno de esos momentos importantes en las fiestas de nuestra ciudad».

Antes de iniciar el recorrido hasta el casco urbano, el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha oficiado misa de campaña en la propia playa.

El broche de oro al acto festivo y religioso ha sido la cabalgada del guardacostas Francesc Cantó desde les Portes Encarnaes hasta la Plaça de Baix, abarrotada de público, para comunicar a todos los ilicitanos el hallazgo de la patrona.

El recorrido se ha iniciado con unos minutos de retraso y con algún sobresalto por parte del jinete Iván Pomares, que incluso ha sufrido una caída de la que se ha recuperado rápidamente para continuar su marcha hasta las inmediacones del Ayuntamiento ilicitano.