El hotel de Benidorm que simula ser un pintoresco pueblo de pocos habitantes

Luis Urios Ibáñez

Valencia

Viernes, 17 de mayo 2024, 16:37

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Muy cerca del centro neurálgico de Benidorm se ubica un conjunto hotelero que llama la atención de cualquiera que conduce por delante. «¿Qué pueblo será ese?» debe ser la pregunta que la mayoría se hará cuando lo ve de lejos. Porque hasta que no te acercas mucho y ves los carteles, es muy difícil darse cuenta de que en realidad se trata de un complejo hotelero.

Plazas con monumentos, una iglesia cúpulas de colores azules y blancos, jardines a tutiplén, callejuelas adoquinadas como en los cascos antiguos e incluso campos de naranjos. Son veinticinco las pintorescas edificaciones que conforman el Meliá Villaitana, un complejo hotelero que parece un precioso pueblecito costero de esos a los que todavía no ha alcanzado el turismo de masas.

Se encuentra a unos quince minutos en coche del centro de Benidorm, y fue diseñado en el año 2004 por los arquitectos Andrés y Juan Carlos Piñeiro, quienes desde un primer momento tuvieron una objetivo que cumplieron con creces: querían que el hotel fuese confundido con un encantador pueblecito.

Para ello, los Piñeiro recorrieron los pueblos de la Costa Blanca alicantina con el fin de inspirarse para dar forma al que sería el hotel más curioso de Benidorm. De entre los distintos elementos que caracterizan a la arquitectura mediterránea, escogieron algunos como las plazas, las réplicas reales de algunos monumentos históricos locales alicantinos. Ejemplo de ello es el Claustro de los Naranjos que se puede visitar dentro del hotel.

Pese a no estar pegado a la playa, pues está ubicado en la zona de interior, este pueblo-hotel dispone precisamente de una playa artificial, así como de dos campos de golf que bordean el complejo.

Y más allá de un componente arquitectónico muy marcado, el Meliá Villaitana dispone de diversidad de restaurantes, piscinas climatizadas, pádel, spa y capacidad suficiente para celebrar bodas y eventos con hasta 1.200 personas.

Meliá Villaitana es un hotel de cuatro estrellas muy particular, y lo cierto es que queda constancia de ello en su precio. Si pasar tres noches con pensión completa en el mítico Hotel Bali en el mes de julio asciende a algo más de 500 euros, el Hotel Meliá Villaitana va mucho más allá. Una estancia de tres noches en julio en las mismas condiciones se elevaría a casi 1.200 euros.