El Campello se pone en pie de guerra contra el mosquito tigre

Es desde esta misma semana, informa el Consistorio campellero, cuando se ha solicitado a la empresa adjudicataria del contrato de servicio de tratamientos sanitarios antivectoriales en la Mancomunidad de L'Alacantí, Lokímica, que lleve a cabo una revisión de los principales focos de mosquito tigre. Entre los puntos, se encuentran el Río Seco, Cala Merced, Venta Lanuza y el Paseo Marítimo.

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Este insecto no deposita los huevos en aguas en movimiento ni en grandes masas de agua, por lo que El Campello traslada a sus vecinos que las larvas se detectan en las jarras, cubos, platos bajo los tiestos, desagües de patios o piscinas, alcantarillas, sistemas de drenaje de tejados, bidones sin tapa hermética, depósitos subterráneo, subsuelos inundados o piscinas en estado de abandono.

El mosquito tigre puede picar a cualquier hora del día, pero sobre todo lo hace al anochecer y al amanecer. A diferencia de otros mosquitos, puede interrumpir fácilmente una picadura si se le molesta, lo que hace que la hembra haya de completar su ingestión de sangre picando en otro punto, produciendo más de una roncha.

Se esconde en las zonas de vegetación sombrías y a cobijo del viento. Tiene un vuelo ágil y discreto y suele actuar cerca del suelo, lo que dificulta verlo y por lo que las piernas resultan ser las más afectadas. Su desplazamiento es en distancias cortas.

La picadura normalmente suele pasar desapercibida y el mosquito tigre suele realizarla en el exterior, pero también dentro de los hogares. Es la reacción posterior la que molesta. A menudo dura varios días y viene acompañada de escozor.