Febrero ha sido un mes marcado por un tiempo un tanto loco. Comenzó con temperaturas casi primaverales, con máximas que llegaron hasta los 23 grados en la Vega Baja, pero la llegada de dos borrascas trajo con ellas el frío del invierno a la provincia.
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El balance ha sido claro: ha pesado más esta segunda quincena, cuando las temeperaturas han bajado de manera pronunciada y los picos de Alicante se han vuelto a teñir de blanco con la llegada de nevadas sustanciales.
Granizo, lluvia y viento no ha faltado a lo largo del paso de estos dos fenómenos meteorológicos. Y es que Isaack y Juliette trajeron un temporal marítimo importante, temperaturas bajo cero en el interior y heladas generalizadas. Todo ello en ocasiones con sendos chubascos.
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José Vicente Pérez Pardo
Una situación que ha provocado que se haya cerrado febrero como el mes con la anomalía fría más grande desde enero de 2018. En concreto, la tempratura promedio de la Comunitat se ha situado en torno a los 7,2 grados, 1,3 menos que la marca de referencia para este periodo, de acuerdo a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
No ha sido la única cifra registrada superior a los guarismos de este mes. Las lluvias también han sorprendido y la precipitación acumulada en el territorio, de 34 litros por metro cuadrado, es un 2% superior a la del promedio climático de 1991 a 2020, según los datos publicados por la Aemet.
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La primera de nuestras visitantes en llegar a la provincia fue Isaack. Llegada el seis de febrero al litoral mediterráneo, provocó olas de más de cuatro metros en las costas alicantinas durante varios días, lo que obligó a la Aemet a decretar el nivel amarillo de alerta.
1,3 grados centígrados
menos que la marca de referencia para el mes de febrero. Un dato que ha certificado este mes como el de mayor variación fría desde 2018
Trajo consigo la mayor parte de los chubascos, que en cotas altas se convirtieron en nieve. La mayor parte concentrados en el norte e interior de la provincia, mientras que la costa sufría las inclemencias del tiempo en mareas.
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Juliette dio un poco de tregua y llegó el 26, pero lo hizo con días de mucho frío, entre ellos la jornada con la menor marca de todo el invierno. Una masa de aire polar seco certificó el brusco descenso de los termómetros.
Hechos que todavía se sienten esta semana, con temperaturas bastante bajas e incluso nieve a principios de marzo. Se espera una recuperación paulatina de las temperaturas y que el sol vuelva a brillar, en especial después de la tormenta que azotó la provincia este miércoles.
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