Benidorm sustituye la pasarela peatonal de la playa de Poniente ante la negativa del Consell y Gobierno

Por ello, y ante el mal estado en el que se encuentra la instalación, el ayuntamiento de la capital turística de la Comunitat Valenciana ha iniciado este miércoles, 1 de marzo, la sustitución integral de esa pasarela.

Esta intervención, enmarcada en las actuaciones de mantenimiento y mejora de infraestructuras y pavimentos que viene desarrollando el Consistorio benidormense, se desarrollará en dos fases. La primera, que es la que se ha iniciado ahora, consistirá en la retirada de la actual infraestructura.

Una vez completado este paso, se procederá a la implantación de la nueva pasarela que, como ha explicado el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, está «realizada en madera tecnológica». El primer edil ha subrayado que la plataforma que ahora se está retirando estaba «en muy malas condiciones porque soporta un tráfico peatonal muy intenso y su estado causa molestias a los usuarios, además de no estar acorde a la imagen que queremos para Benidorm».

Por ello, no ha dudado en asegurar que esta es «una obra fundamental para nosotros» y que se trabajará «teniendo en cuenta el calendario y con la intención de terminar el mes de junio con la pasarela acabada», es decir, para que el arenal esté en perfecto estado de revista antes del inicio de la temporada alta veraniega.

En cuanto al material elegido, esa «madera tecnológica» de la que habla Toni Pérez, el alcalde ha explicado que se trata de un pavimento estable formado por elementos de gran calidad y grandes prestaciones y que no será una instalación fija con el objetivo de permitir su retirada cuando haya que acometer las labores de limpieza.

Además, el munícipe ha subrayado que el hecho de que la actual pasarela sea de listones «dificulta mucho el tránsito de sillas de ruedas o carritos de bebé», motivo por el cual la nueva infraestructura «además de ser una pasarela con una superficie estable, contará con la anchura que establece la normativa de accesibilidad».

En cuanto a la estética de la nueva instalación, será similar a la actual pasarela, si bien ganará en estabilidad, sostenibilidad y resistencia frente a los efectos de la climatología.

La intervención afectará a una superficie aproximada de 5.400 metros cuadrados y 1,5 kilómetros lineales y tiene un presupuesto de 1.672.457,57 euros, que correrá a cargo de los recursos municipales ante la negativa, ha insistido Pérez, de la Generalitat y el Gobierno Central a acometer la actuación y una vez que ya se cuenta con la autorización de la Dirección de Costas.

En ese sentido, el primer edil ha puesto en valor el «gran trabajo de las concejalías implicadas para que el inicio de las obras sea una realidad porque ni sabemos ya cuánto tiempo llevamos peleando esta actuación».

El munícipe ha remarcado, en alusión a la postura de la Generalitat y el Gobierno central que, «aunque no sea nuestra competencia, sí es nuestra responsabilidad y por eso queremos que sea una pasarela lo más estética posible y en absoluto peligrosa, como sí lo era hasta ahora en algún tramo».