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La odisea para encontrar aparcamiento durante la época estival en las calas de Xàbia parece escrita por el mismísimo Homero. Una solución era necesaria y para ello, a partir de este martes 1 de agosto, se ha habilitado un aparcamiento de pago para las ... Calas de la Granadella y de la Barraca, más conocida como Portitxol.
Aparcar en la costa javiense tendrá un coste de 9 euros al día. Este nuevo sistema de control de vehículos con estacionamiento de pago entra en funcionamiento a lo largo de esta primera semana de agosto. Las máquinas expendedoras han sido instaladas por la empresa responsable de este servicio.
Este servicio, que este miércoles 2 de agosto aún no está en funcionamiento, se mantendrá activo hasta el 10 de septiembre del 2023, y los fines de semana, viernes incluidos, desde septiembre y octubre, hasta el día 12 de este mes.
Con el objetivo de poder regular el aparcamiento, cada cala contará con la presencia de un controlador desde las 8 de la mañana hasta las 18 horas. En cuanto al horario de pago por estacionar en la cala, este será de 9 a 19 horas. Es necesaria la expedición de un 'ticket' por plaza y por día.
El número de las plazas de pago en las que se puede aparcar a partir de este martes podrá variar en función de las necesidades del Ayuntamiento de Xàbia. No obstante, hasta el momento se han regulado 130 plazas de parking en la calle del Pic Tort (Cala de la Granadella) y 59 plazas en la calle de la Barraca (Cala del Portitxol).
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El objetivo que desea cumplir esta medida es proteger el entorno natural, puesto que en los últimos años el número de turistas y residentes de la provincia que han visitado ambas calas se ha visto incrementado.
Otra de las aventuras, en caso de no coger el coche para evitar atascos y falta de aparcamiento, podría ser utilizar el transporte público. Pero el servicio para acceder hasta cada una de las calas no se habilitará, al menos este año.
Esta situación ha provocado la sobrecarga de vehículos y una situación compleja, pues al llegar a la cala estaba repleta de vehículos con la imposibilidad de poder estacionar el coche, teniendo que alejarse de ella para aparcar o, incluso, abandonar la idea de ir a esta zona del litoral en busca de otro plan.
Desde el sábado, 29 de julio, las calas de la Granadella y de Portitxol cuentan con un servicio de vigilancia de seguridad y servicios auxiliares, cuya función principal consiste en el control de acceso a las calas.
Este control estaba siendo realizado primero por agentes de Polícia local, y más tarde por vigilantes, contratados debido a la urgencia hasta la entrada en funcionamiento de la empresa. Su objetivo, de igual forma, consistía en controlar la entrada de vehículos y evitar acumulaciones.
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