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No hay duda, en Alicante cuando alguien pregunta por dónde salir a tomar algo todas las miradas van hacia la calle Castaños. El otrora comercial vial se ha convertido en los últimos años en el centro neurálgico de la fiesta en la ciudad. Prácticamente todos los alicantinos han pasado una tarde o noche de un sábado en sus terrazas y discotecas, aunque los vecinos se hayan hartado de protestar por las molestias que provoca el ruido de las terrazas y las multitudes hasta altas horas de la madrugada.
Pero hay muchos Castaños en uno, varias realidades que se entremezclan, la de la fiesta y la otra. Como dos pequeñas joyerías, vestigios de los tiempos en que el vial era uno de los ejes de tiendas en el centro. Diseñadores o boutiques poblaban la calle antes de que abrieran las famosas Galerías Preciados También sobrevive una farmacia de esas de las de 'toda la vida'.
Sin embargo, al menos en lo que sería el núcleo duro del ocio en la calle Castaños, en el que se aplicarán las medidas de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) -entre la calle del Teatro y Gerona-, el comercio ha perdido la batalla ante el reino de la noche. En este tramo un total de 13 locales de restauración y 18 de ocio nocturno -pubs y discotecas- se reparten los bajos y terrazas.
De los antiguos comercios y locales de la emblemática calle que une el Mercado con la plaza de Gabriel Miró queda más bien poco. Como la joyería Más o la de Hermanos Navarro que sobreviven en una zona en la que apenas se cuentan cinco negocios -a estos artesanos hay que sumar un despacho de abogados, la farmacia y un centro de formación.
Muy diferente es el otro tramo peatonalizado, el que une Alfonso el Sabio con el Teatro de Alicante. Esta zona se ha librado de la proliferación de terrazas. Aunque la restauración sigue ganando como el negocio más habitual, los comercios siguen utilizando algunos de los bajos y se siguen abriendo nuevos locales.
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Uno de los últimos es el Sneakers Culture, una tienda de zapatillas deportivas urbanas que lleva desde hace cuatro meses instalada en Castaños. El propietario, Javier Mateos, reconoce que la zona es más de ocio que comercial pero considera que su negocio ha encajado a la perfección y al ser un lugar muy de paso le da visibilidad.
23 locales de restauración
19 locales de ocio nocturno
18 comercios
En este tramo de calle el modelo de negocio está más diversificado: 13 comercios de distinta índole, diez locales de restauración y tan solo un local de copas ocupan la calle entre el Teatro Principal y el Mercado.
Una zona que también continúa siendo atractiva para los restaurantes, una parte del sector que no se muestra tan preocupada por la reducción de horarios como los locales de ocio. Es el caso de la Estancia Vinos y Sabores que el pasado viernes, 5 de octubre, abrió sus puertas en el número 37. Su propietaria, Gladys Cejas, explica que su modelo no es el de tomar unas copas sino más bien disfrutar de un buen vino, con sus tapas de calidad, y seguir adelante con la noche.
El futuro de la calle Castaños está en boca de todos los alicantinos en las últimas semanas. La aplicación de las medidas para reducir el ruido afectarán únicamente en el tramo en el que los locales de ocio nocturno son mayoría. Sobre si esta limitación abocará al cierre de algunos o los reconvertirá en otro modelo de negocio solo el tiempo lo dirá.
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