El PSOE de Alicante pide protección policial para su sede tras los últimos ataques

Dirigentes socialistas ya han interpuesto la correspondiente denuncia en Comisaría, pero la situación se ha agravado los últimos días, sobre todo tras la investidura de Pedro Sánchez. «Ya está bien de que en este país no haya libertad de movimiento», se han quejado desde la dirección socialista, «y que los militantes y trabajadores del PSOE no puedan ir a su sede».

Por recomendación de la dirección federal, los socialistas mantienen cerrada por las tardes su sede ante la convocatoria de manifestaciones, que en Alicante se han desarrollado sin incidentes. Sin embargo, el ataque de este viernes supone un paso más allá en el asedio a la agrupación socialista alicantina.

Tienen claro de dónde vienen estos sabotajes «Este es un atentado que Vox alienta y que Barcala y Mazón consienten», ha afirmado un dirigente socialista tras tener conocimiento del nuevo ataque. Por ello, fuentes del PSOE en Alicante exigen al alcalde de Alicante, Luis Barcala, y al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que «condenen sin paliativos este ataque a la libertad en España con formas y maneras totalmente antidemocráticas provocadas por grupos neonazis». Esperan «una manifestación inequívoca de condena» a los últimos ataques, porque «de lo contrario serían cómplices de una situación de acoso» a los socialistas, «inaudita en democracia y que atenta contra los derechos reconocidos en la Constitución sobre la libertad política y de movimiento» de los militantes y simpatizantes socialitas.

El secretario general del PSOE de Alicante, Miguel Millana, ha acusado «a la extrema derecha» de estos hechos y ha pedido al responsable del PP en Alicante, Luis Barcala, que «condene de forma inequívoca unos actos que atentan contra la convivencia en la ciudad, de la que además es el alcalde».

«No vamos a tolerar la impunidad. Pido responsabilidad al PP y que condene sin tapujos las constantes agresiones. Ya no hablamos de simples pintadas. El vandalismo que estamos sufriendo va en aumento y es necesario que el partido que gobierna esta ciudad lance mensajes de convivencia y solidaridad hacia nosotros. Somos rivales políticos pero tenemos un enemigo común: las personas intransigentes de la extrema derecha que están atacando casas del pueblo sin ninguna impunidad y poniendo en peligro la convivencia entre alicantinos y alicantinas», asevera.