La 'gresca' entre concejales no impide que Vox y el bipartito se unan para mantener la Cruz de los Caídos en Alicante
PLENO ORDINARIO MUNICIPAL ·
La izquierda y la derecha se embroncan en el pleno municipal por una declaración de Vox | La corporación se congela los sueldos y, además, muestra unidad frente a los depósitos del Puerto
Los Cruz de los Caídos seguirá donde está. Entre los paseos de Doctor Gadea y Federico Soto. Esta ha sido la última resolución del pleno de este jueves, una urgencia de Vox respaldada por el Partido Popular y Ciudadanos - por contra el rechazo del PSOE, ... Compromís y Unidas Podemos -, en la que se pide respetar el monumento tal y cómo está, sin ser retirado ni reubicado. Un último punto de una sesión ordinaria que ha concluido más allá de las siete de la tarde. Y lo ha hecho tal y como ha empezado: con la discusión y el enfrentamiento por bandera.
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Ha ocurrido en diferentes momentos de la jornada cuando el rifirrafe entre los miembros de la corporación municipal ha rozado las dos bancadas, pero ha sido esta urgencia la que ha desatado el caos - algo que ya viene siendo habitual en este espacio de debate - desde primera hora de la mañana. Y es que poco más que el minuto de silencio, ese que los ediles dedican a las mujeres víctimas de la violencia de género y las disculpas del alcalde por el uso de la palabra «gitanear» en el pleno anterior, ha sido uno de los momentos más calmados de la sesión mensual.
Todo ha arrancado justo después que el portavoz de Unidas Podemos, Xavier López, reclamara al alcalde una junta de portavoces urgente antes de comenzar el pleno. Con esto ha exigido la retirada de una declaración de Vox sobre la cruz de los caídos ya que «atenta e insulta gravemente a las personas que forman parte del espacio político, y a las personas que procesan la ideología comunista».
Desde Unidas Podemos han manifestado que, con esta moción de urgencia, «se están transgrediendo los límites de la decencia política en este pleno». Unas palabras y una reacción que ha provocado que, durante el descanso, los portavoces se reuniran más de una hora para concluir, en palabras del alcalde, que «la junta de portavoces no tiene capacidad para acordar la inadmisibilidad de una iniciativa». Por lo que el plano debería valorar la urgencia antes de su debate.
Pero este ha sido largo. Desde primera hora de la maña el presidente de la sesión plenaria, el alcalde Luis Barcala, ha expresado que dicha cuestión se abordaría en el descanso, al no estar la cuestión en el libro del pleno, por tratarse de una declaración de urgencia. Por lo que en ese descanso todavía quedaría tiempo para su debate. Lo que ha provocado la indignación de la izquierda, ya que, según Unidas Podemos, la reclamación la presentaron con suficiente antelación ante la Secretaría del pleno.
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Una cuestión que ha hecho que el secretario del pleno encendiese el micrófono para expresar que la Secretaría «no puede entrar en temas ideológicos, y no se puede rechazar una moción» por dicho motivos. Unas palabras que sumadas a la negativa del alcalde en este apartado, la bancada de la izquierda ha expresado su apoyo a Unidas Podemos.
Por un lado, el grupo socialista ha apoyado la demanda de López, y Natxo Bellido, de Compromís, ha dicho no entender la posición del alcalde «cuando reunirnos antes del pleno es una practica habitual». Por ello, Barcala ha zanjado la cuestión emplazando al descanso. Pero el debate no ha quedado ahí. Al comenzar el siguiente punto toda la bancada progresista se ha levantado con carteles que rezaban «Barcala cómplice del odio». Lo que ha interrumpido el pleno - otra vez - durante varios minutos.
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Mientras Barcala, visiblemente molesto, llamaba a la vuelta a la normalidad del pleno: «les ruego que ya han manifestado su posición de reclamar una junta de gobierno así que ahora les ruego que podamos continuar el pleno». Durante varios minutos el alcalde ha pedido que se vuelva al curso normal de la sesión. Hasta un total de cinco veces. Finalmente el PSOE, Unidas Podemos y Compromís han vuelto a sus escaños.
El broche final lo ha puesto el concejal de Vox Mario Ortolá, cuando en su siguiente turno de intervención ha asegurado «lo que les queda por aguantar en el pleno de hoy, se lo puedo asegurar». Ante lo que el alcalde ha amenazado con utilizar las llamadas al orden previstas en el reglamento, que supone a la tercera la expulsión del Pleno. Un tono bronco y exaltado que ya viene siendo habitual en los plenos.
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Lo de menos la ciudad, lo de más el enfrentamiento
Las discusiones han continuado a lo largo de la jornada. Casi diez horas de pleno en las que los gritos, reproches y descalificaciones han ido a más. Hasta tal punto que durante las intervenciones del último punto - la urgencia de Vox referida a la Cruz de los Caídos - el concejal socialista Manuel Marín reproche al alcalde «ese tipo de dialéctica» en sus contestaciones que «desde luego le deja en muy mal lugar». Un reproche, entre otros tantos - como menciones a Ortega Smith, Ana Vega o David García -, que le ha dejado sin tiempo para concluir su intervención en la que debía explicar, simplemente, por qué su grupo municipal votaría en contra de la iniciativa. Algo a lo que no ha llegado a tiempo.
Y es que el documento presentado busca preservar la Cruz de los Caídos en su emplazamiento habitual. Algo que con la Ley de Memoria Histórica está por mirar y que desde Vox califican de «aquelarre contra un símbolo religioso en la vía pública», según Ortolá. Ha sido a continuación cuando ha manifestado que «el problema no va a ser la lucha por la democracia, es del PSOE para derribar cruces» y que «es una ley que pretende imponer el pensamiento único a más de 40 millones de personas». Por lo que ha concluido mirando hacia la otra bancada mientras decía «señores de la izquierda totalitaria, la Cruz no se toca».
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Y aquí han llegado las respuestas. Primero el edil Rafael Mas de Compromís, que ha mostrado el «absoluto desacuerdo» con la propuesta, que «nos parece faltona y desprecia la democracia de quien no piensa como ustedes», con tres motivos. El primero porque «se debe cumplir la ley», el segundo y «más importante» porque «tenemos una deuda histórica con los asesinados, las familias y la sociedad», además de que la retirada marca un «acto de dignidad y una afirmación de los valores democráticos frente a la barbarie de las dictaduras». Unas declaraciones en las que ha remarcado a Ortolá que «el futuro está en peligro con personas como usted», que «han venido a la democracia para vivir del cuento y destrozarla por dentro».
En la misma línea, el portavoz de Unidas Podemos, Xavier López, ha insistido en que «vamos a respaldar la posición de la Generalitat y la conselleria» en cuanto a esta Ley y ha aprovechado para abrir, de nuevo, el melón de las «líneas rojas que no debería atraversar un pleno democrático en el estado español». Asimismo ha aprovechado para reivindicar su postura: «la aprobación de la urgencia de esta iniciativa coloca a todo el pleno municipal en una posición bastante lamentable de cara hacia fuera».
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Por contra, el concejal de Cultura, Antonio Manresa, ha defendido que «hay un informe del propio Ayuntamiento elaborado por dos técnicos que dicen que la Cruz de los Caídos está democratizada». De hecho, se ha referido, igual que Ortolá, al alcalde Lassaletta que le «dio carta» igual que el también socialista Gabriel Echávarri del que ha citado una de las frases de su mandato: «no se valora su traslado en ningún caso», algo que Natxo Bellido «rafiticó» como «portavoz en aquel momento». También ha manifestado que la Cruz es obra del arquitecto Miguel López,«el que introdujo la modernidad en Alicante» y que «este Ayuntamiento defenderá con la asesoría jurídica de cualquier intento de socabar la autonomía» del consistorio, ya que, según el edil de Ciudadanos, «esculturas y monumentos dependen del Ayuntamiento de Alicante y de nadie más».
Por último, y antes de contar con el visto bueno a urgencia con 15 votos de PP, Ciudadanos y Vox, el concejal popular Manuel Villar se ha sumado a los argumentos de Manresa sobre «la autonomía municipal». Y es que es el consistorio «quien dispone los nombres de las calles y las disposiciones de la ocupación de la vía pública», por lo que «entendemos que la Generalitat no tiene competencia para actuar». Asimismo, ha recordado que «el equipo de Gobierno tiene experiencia en ganar pleitos de memoria histórica» y que «ganaremos un segundo procedimiento si se atreve la conselleria» a plantear una denuncia. Para sentenciar ha lanzado que «creo que el odio lo están fomentando ustedes porque viviamos mejor antes de esta ley».
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Las reclamaciones de los funcionarios
La «bronca» en el pleno no solo ha alcanzado a los políticos, durante la mañana se han agrupado al final del Salón Azul del Ayuntamiento un centenar de personas han reclamando la carrera profesional del funcionariado municipal al grito de «Barcala, cumple tu palabra».
El alcalde ha vuelto ha paralizar el pleno. «Si son tan amables permitan la continuación de este pleno», ha manifestado hasta que finalmente, después de unos minutos la protesta ha finalizado y se ha seguido el desarrollo normal de este pleno. A lo largo de la sesión dos cuestiones han abordado esta demanda.
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Los sueldos públicos
Entre las propuestas de expediente de este pleno, el equipo de gobierno ha planteado la congelación de los salarios de los concejales. Una propuesta que ha supuesto reproches entre unos y otros. Si Compromís reclamaba que fue el tripartito quien eliminó los pagos por comisiones municipales y empresas públicas como Aguas de Alicante, Barcala también se ha puesto el broche de la eliminación de estos cobros.
Por su parte, desde el PSOE defendían que los sueldos públicos dignifican la política y eliminan las barreras económicas («La función publica debe ser remuneradas con justicia, equilibrio y transparencia»). Mientras el concejal popular José Ramón González, ha afeado a Millana por ser el concejal mejor pagado, aunque su compañero de bancada, Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante, tenga un salario mayor. Finalmente la propuesta ha salido adelante con el voto en contra del PSOE.
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A la gresca con el 25-N y otros acuerdos
El día contra la Violencia de Género tampoco ha conseguido unidad en el pleno de Alicante. El Partido Popular y Ciudadanos han presentado una iniciativa mientras que la izquierda en bloque han presentado otra. Entre los puntos de conflicto, la izquierda considera que la declaración de la derecha es una copia de la de la FEMP, sin compromisos reales a nivel municipal. Finalmente la declaración ha salido adelante con los votos de PP y Ciudadanos, los votos en contra de Vox y las abstenciones de la PSOE, Unides Podem y Compromís.
Entre los acuerdos alcanzados por el pleno, los depósitos del Puerto han conseguido el apoyo casi unánime. Salvo Vox todos los grupos políticos han reclamado que el gobierno retire el el recurso contra la norma que impidió construir estos depósitos en el Puerto a solo unos metro del trazado urbano.
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Sin embargo, el acuerdo no ha durado mucho. Ha salido adelante una de las dos mociones presentadas con motivo del día Contra la Violencia de Género, la que han presentado PP y Ciudadanos, frente a la propuesta presentada por la izquierda que no ha conseguido el apoyo.
También ha recibido luz verde otra iniciativa para que la Generalitat instale la cuota cero a nuevos autónomos a propuesta del equipo de gobierno. Una decoración para que los centros de mayores recuperen la normalidad previa a la pandemia. Más allá de la ciudad en el pleno de Alicante se ha debatido sobre la reforma del delito de sedición y la ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual.
En definitiva, otro pleno más en el que lo que más resalta es la bronca continua y el enfrentamiento, y lo que menos la ciudad.
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