Los guardias civiles de Tráfico cargan contra el Gobierno por la falta de campañas de concienciación

Los agentes afirman que la concienciación «es una labor más adecuada que la represión pura que se nos exige a través de un sistema perverso de valoración individual al que van ligadas las retribuciones de los guardias civiles de Tráfico».

El cuerpo carga también contra el Ministerio del Interior y el director general de Tráfico, a quienes acusan de estar abocando a la desaparición a la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

«La pérdida de competencias en Navarra, la falta de material y prendas, las promesas incumplidas y el trabajo opresor que se nos exige nos lleva a preparar una campaña para concienciar a los ciudadanos sobre determinadas infracciones en carretera, apartando la función represora», han remarcado en un comunicado.

De hecho, esta agrupación considera peligroso este acuerdo ya que para ellos supone «el inicio del lento pero inexorable proceso de desmembramiento» del cuerpo de tráfico. Además de generar incertidumbre sobre el futuro de los agentes destinados en Navarra.

Con ello, la AUGC considera que «no sería demasiado aventurado pensar que nuevos pactos políticos condenen a los guardias civiles a la expulsión de territorios como Galicia, Canarias, Valencia o Andalucía en el plazo de uno, cinco o diez años».

Desde esta agrupación también critican la falta de recursos por las licitaciones pendientes, algunas como la limpieza de las instalaciones, las promesas de nuevas prendas de abrigo o de lluvia, cascos para los agentes motorizados, chalecos airbag y armamento.

«Somos más de 9.000 agentes cansados de recordarles promesas que no tienen ninguna intención de cumplir», recoge el comunicado.

Por ello, esta carta abierta transmite la indignación de este cuerpo, e insiste en que van a «utilizar todos los medios a nuestro alcance que estén previstos en el ordenamiento jurídico» para que se cumplan los compromisos.

«No vamos a ser cómplices del desmantelamiento de las estructuras del Estado por no dotarnos de material, de incentivos ni de derechos laborales para hacer nuestro trabajo ante la pasividad cómplice de una cúpula más preocupada de sus medallas y sus ascensos que de la propia Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. No somos moneda de cambio», concluye la carta abierta.