El Ayuntamiento de Alicante lo tiene claro: la prioridad es intervenir en el Casco Antiguo para erradicar el problema de vandalismo que los vecinos denuncian cada semana. La presión policial va a ser fundamental para disuadir y prevenir las conductas incívicas que los residentes ... han denunciado públicamente.
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La Concejalía de Seguridad ya se ha puesto en marcha. No de ahora, sino desde hace unos meses que mantienen contactos semanales con la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil. En concreto, desde el pasado octubre mantienen reunionres periódicas entre los residentes y los Cuerpos de Seguridad de Policía Local y Policía Nacional.
Fruto de esta colaboración, ya se han producido dispositivos especiales en fechas especialmente sensibles como Halloween o el puente de diciembre. El dispositivo especial de Todos los Santos se saldó con siete detenidos y 22 actas por botellón, mientras que el del puente de la Inmaculada identificaron a más de 400 personas y levantaron acta a 36.
Todas estas acciones especiales continuarán hasta donde haga falta. El concejal de Seguridad, José Ramón González, aseguró que para el equipo de gobierno «es prioritario intervenir en el Casco Antiguo». Van a seguir trabajando «para minimizar el impacto de los botellones y que los vecinos tengan las menores molestias posibles».
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La estrategia pasa por mantener la presión policial que tanto reclaman los comerciantes, siempre en contacto con los vecinos. Esta expresión no es un eufemismo, sino que es literal. La Asociación Laderas del Benacantil tiene los teléfonos de los responsables de cada turno de la Policía Local para, en el momento que se produce algún altercado, avisar directamente.
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La Policía Local, además, ha trazado unos itinerarios de actuación conocedores como son de las costumbres nocturnas de los jóvenes, desde los botellones en las laderas del Benacantil hasta los 'puntos calientes' de la noche alicantina. De hecho, según indican desde el Cuerpo de Seguridad, los vecinos han acompañado en algunas patrullas a los agentes mientras peinaban las calles del Casco Antiguo.
El próximo objetivo es el Sábado Ramblero, donde miles de alicantinos salen de fiesta por el Barrio y aledaños atraídos por el Carnaval. Una nueva prueba de fuego para la Policía Local.
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